Siguiendo el pedido del presidente de la Nación, Mauricio Macri, de endurecerse en la crisis y que “todos pongan el hombro”, el Gobierno se decidió a intervenir en el desborde de precios que se generó en plena de devaluación del peso. En este orden de cosas, el subsecretario de Comercio, Ignacio Werner, citó a los 15 grandes proveedores de alimentos, bebidas y limpieza para exigirles que bajen los precios y hacer un acuerdo para que no corten las entregas de producto especulando con la disparada del dólar. Las invitaciones fueron cursadas a Molinos Cañuelas, Molinos Río de la Plata, Arcor, Bimbo, Unilever, Nestlé, Clórox, Aceitera General Deheza (AGD), Coca Cola, Pepsico, Quilmes, Kimberly, Danone, Las Marías y Mastellone. Algunas de las cuales ya se sentaron en la jornada con el funcionario que secunda al secretario Miguel Braun y que en el nuevo orden ministerial quedará al frente de Comercio Interior.
Según confiaron a Letra P fuentes de las empresas, la reacción tardía del Ejecutivo se debió a las quejas reiteradas de los supermercados, que reportaron subas de precios de entre 15 y 30% en las últimas dos semanas. El detalle al que accedió este medio refleja que, en promedio, hubo subas de 20% en aceite; 10 en leche y 30% en harinas.
En los últimos días, y tras haber cortado los envíos de pedidos por no tener precios por el desconcierto que generó el dólar, muchos proveedores optaron por enviar pedidos a los supermercados. Pero con un detalle: “los precios son estos y no se modifican”.
“Les quieren saca el compromiso de que van hacer entregas rápidas y que discutirán aumentos de precios, que ya son una locura. No creemos que les pidan bajar todo, pero algo van a negociar”, contó una de las empresas que por ahora no fue convocada.
El gobierno está preocupado por precios y por niveles de abastecimiento, lo que lo puso activo en estas cuestiones, mientras amplía el Plan Precios Cuidados y se apoya en el Mercado en Tu Barrio como contrapeso al desborde inflacionario en alimentos y bebidas.