A contrapelo de las expectativas que cultivó el Gobierno durante una semana, el encuentro de Mauricio Macri con 20 de los 24 gobernadores concluyó este martes con una sola definición: que no dejarán a la administración de Cambiemos sin el Presupuesto 2019 para el año que viene porque no quieren quedarse sin un plan de cuentas para sus provincias. El mensaje fue la posición unánime que pronunciaron los caciques provinciales en la cita con el Presidente para confirmar que harán lo posible para que el proyecto de ley sea sancionado en el Congreso, aunque dejarán la negociación atada a la suerte del intercambio legislativo, que comenzará el próximo lunes, cuando ingrese el expediente a la Cámara de Diputados.
Esa fue la única precisión que pudieron aportar el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y su par de Interior, Rogelio Frigerio, durante la conferencia de prensa que compartieron con tres gobernadores: el salteño Juan Manuel Urtubey (PJ), el neuquino Omar Gutierrez (MPN) y el correntino Gustavo Valdes (UCR-Cambiemos).
Dujovne insistió en destacar “la importancia” de la cita “para que el Presidente cuente con una herramienta institucional”. Una presunta síntesis que consideró como “un broche, luego de tres meses de negociaciones con las provincias”. Pero ninguno de los presentes pudo confirmar la superación de las divergencias entre el Gobierno y los mandatarios para definir un “texto consensuado” de Presupuesto antes de llevarlo al Congreso, donde el oficialismo no tiene mayoría en ninguna de las dos cámaras: una desventaja que podría poner en riesgo el éxito de la sanción del texto que pretende impulsar Macri.
Tal fue la ausencia de precisiones que Dujovne se negó a aportar definiciones sobre tres temas clave del Presupuesto: pronóstico de crecimiento para el año próximo, paridad del dólar e inflación. Al respecto sólo dijo que las expectativas de crecimiento “serán conservadoras” y se conocerán el lunes.
Tampoco hubo claridad sobre temas determinantes de la arquitectura fiscal, marcada por un ajuste que debe llegar a cero en 2019, como la ratificación del Consenso Fiscal que firmaron las provincias el año pasado. Aunque el Gobierno estaba dispuesto a redactar una adenda para morigerar la reducción de impuesto a los sellos, los gobernadores insistieron con incluir el gravamen sobre los Ingresos Brutos, un punto que la Nación sigue sin conceder y que postergó un posible acuerdo respecto a ese punto.
“Es cierto, la negociación no esta cerrada, pero tampoco está mal. Seguimos negociando la adenda. El impuesto a los sellos se prorrogará un año y estamos negociando sobre Ingresos Brutos. Nosotros no lo queremos tocar y las provincias sí, pero seguimos negociando. Quizás tampoco subamos el impuesto a los bienes personales en el exterior”, resumió uno de los negociadores a Letra P, que buscó relativizar la ausencia de definiciones concretas luego del encuentro.
“El debate se va a dar en el Congreso y vamos a hacer todos los esfuerzos” para que el texto sea sancionado en ambas cámaras, aclaró Urtubey, para confirmar que la letra gruesa del Presupuesto se analizará desde la semana que viene, luego de los infructuosos tironeos entre la Casa Rosada y las provincias. Gutiérrez insistió que “no tener presupuesto, sería un golpe institucional que no beneficia a nadie”. La reflexión del neuquino blanqueó el techo provisorio del acuerdo arribado esta tarde, pero también la preocupación de los mandatarios para evitar ser señalados por el Gobierno como responsables de su fragilidad.
Además de los oradores de la conferencia de prensa, Macri estuvo reunido con los gobernadores María Eugenia Vidal (Buenos Aires), Juan Schiaretti (Córdoba), Alfredo Cornejo (Mendoza), Hugo Passalacqua (Misiones), Sergio Uñac (San Juan), Alberto Weretilneck (Río Negro), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Juan Manzur (Tucumán), Sergio Casas (La Rioja), Gerardo Morales (Jujuy), Gildo Insfrán (Formosa), Mariano Arcioni (Chubut), Domingo Peppo (Chaco), Lucía Corpacci (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
No estuvo Alicia Kirchner (Santa Cruz), que envió a su vice Pablo González. Tampoco los mandatarios Miguel Lifschitz (Santa Fe) y Gustavo Bordet (Entre Ríos), que estaban de gira por Estados Unidos. En su lugar participaron el ministro de Economía santafesino, Gonzalo Saglione; y el presidente de la Cámara de Senadores de Entre Ríos, Aldo Ballestena.