La sesión en la que el Senado aprobó por unanimidad la autorización solicitada por el juez Claudio Bonadio para allanar los domicilios de Cristina Fernández de Kirchner se convirtió en un virtual lanzamiento de su candidatura para 2019 y dejó al desnudo la grieta que divide al kirchnerismo del resto del peronismo, al que la ex presidenta refirió como “fuego amigo” y al que criticó por haber apoyado medidas del gobierno de Mauricio Macri. El jefe del interbloque Argentina Federal, Miguel Ángel Pichetto, le dijo que “se quede tranquila”, que podrá competir por la presidencia y ratificó que no votará su desafuero.
"El otro día el presidente del bloque de Argentina Federal decía que todo esto desprestigiaba la política y que en Brasil un militar de derecha como (Jair) Bolsonaro podría ser presidente. Se olvidó un detalle: que el que puede ser presidente y gana en primera vuelta se llama Luis Inácio "Lula" da Silva. Y si no puede ser presidente, ¿sabe por qué es, senador? Porque lo metieron preso porque ganaba las elecciones. ¿Le suena? A mí me suena mucho", apuntó Cristina directamente contra Pichetto cuando promediaba su discurso de cierre. El presidente del interbloque Argentina Federal se quejó con la vicepresidenta Gabriela Michetti por la alusión directa. "Que le hable a la Cámara, presidenta", dijo Pichetto fuera de micrófono.
A esa referencia siguieron otras. "Tampoco puedo ignorar que junto a todo esto hay intenso fuego amigo, algunos hombres de mi partido creen que yo soy el obstáculo para llegar no sé a dónde. Quiero ser sincera, si mañana o en este mismo momento un rayo me partiera y de mí quedaran solamente esparcidas las cenizas, hay algunos que no llegarían nunca por el voto popular a presidente. Lo lamento, no soy yo el problema", dijo Cristina, que disparó contra el peronismo federal por haber aprobado la reforma previsional y el pacto fiscal.
“Si uno es oficialista, es de Cambiemos, o vota lo que quiere Cambiemos, no tiene problema”, dijo la ex presidenta, en referencia a lo que describió como "un el uso del poder judicial" en América Latina para "la persecución y proscripción de los gobiernos populares". "¿Realmente creen que los que están hablando como arrepentidos están diciendo la verdad? ¿Ustedes creen que la patria contratista y la cartelización de la obra pública empezaron el 25 de mayo de 2003?”, se preguntó Cristina durante su defensa.
Pichetto recogió rápidamente el guante. "Quédese tranquila que usted va a poder ser candidata en 2019”, dijo el presidente del interbloque Argentina Federal, que aclaró en reiteradas oportunidades que "no hay ninguna conspiración" en contra de la ex presidenta "ni ninguna de esas estupideces". "En su momento planteamos que Carlos Menem podía ser candidato porque no tenía condena firme", dijo. Pese al fuerte cruce, el rionegrino ratificó que mantendrá su postura sobre el pedido de desafuero que pesa sobre la ex presidenta y que el peronismo "no acompañará" ninguna medida que implique "una condena anticipada", como una prisión preventiva. "No me preocupan las marchas, pueden hacer muchas más", dijo el senador en alusión a la movilización popular que tuvo el lugar el martes para pedir el desafuero de la ex presidenta.
Además, Pichetto defendió la posición política que adoptó el peronismo federal, acusó al kirchnerismo de correrlo "por izquierda" pese a que la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, fue "alegremente" a la Casa Rosada a firmar el pacto fiscal con el presidente Mauricio Macri, y aseguró que la reforma previsional que votó su bloque será beneficiosa para los jubilados, que terminarán "cobrando un aumento superior al de la mejor paritaria, que es la de los Camioneros", por el índice de inflación.
Luego de que la Cámara aprobara en general y por unanimidad - por 67 votos, incluidos el de Cristina y de todos los senadores del bloque del Frente para la Victoria - la autorización para el allanamiento, llegó el debate sobre las condiciones que propuso la ex presidenta, que incluían, entre otras cosas, la presencia de un senador durante el procedimiento.
"Espero que se valore adecuadamente la circunstancia de conformidad de la senadora, la absoluta razonabilidad de sus reclamos", había adelantado el senador del bloque Justicialista Juan Pais. El chubutense fue parte del grupo de senadores de la oposición no kirchnerista que acompañaron el pedido de Cristina. Se sumaron también el chaqueño Eduardo Aguilar, la catamarqueña Inés Blas, los fueguinos Julio Catalán Magni y José Ojeda, los tucumanos José Alperovich y Beatriz Mirkin, el santafesino Omar Perotti y la sanjuanina Cristina López Valverde, de Argentina Federal; Adolfo Rodríguez Saá, Fernando "Pino" Solanas y Magdalena Odarda. En contra de la petición votó el oficialismo, acompañado por la mayoría del bloque de Pichetto, que remarcó que el dictamen ya incluía la exigencia de que el procedimiento se realizara "con prudencia y decoro".
En tanto, el formoseño José Mayans dijo a Letra P que tanto él como otros senadores hubieran querido acompañar el pedido de Cristina pero que se equivocaron a la hora de votar. "Nos confundimos varios senadores. No entendimos que estaban haciendo un agregado al artículo 2. Se entendió mal", afirmó en diálogo con este portal. La votación terminó 47 a 20, en contra de la postura de Cristina. Los ausentes de la sesión fueron el ex presidente Carlos Menem, la puntana Eugenia Catalfamo -de licencia por embarazo-, el correntino Carlos “Camau” Espínola, el neuquino Guillermo Pereyra y la santiagueña Blanca Porcel de Ricobelli.
CONTRA EL "CIRCO MEDIÁTICO". Los nueve senadores del bloque del Frente para la Victoria se anotaron en la lista de oradores para defender a Cristina. En todos los discursos, acusaron a Bonadio de querer montar un “show mediático”, remarcaron que tiene “enemistad manifiesta” con la ex presidenta y cuestionaron su rol en la causa, señalando que no es juez natural.
“¿Alguien duda de los vicios de la causa? El juez Bonadio juró que antes de jubilarse meterá presa a la senadora Cristina Fernández", señaló el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Marcelo Fuentes, que agregó que la decisión de Bonadio busca “humillar” a la ex presidenta. “¿Alguno cree que Bonadio realmente buscará algo?”, preguntó.
En el mismo sentido se había expresado la medocina Anabel Fernández Sagasti, quien acusó al juez de hacer "un circo mediático para darle las imágenes a los medios amigos, a los periodistas pauta dependientes". Su compañera de bancada, María Pilatti Vergara apuntó directamente contra el peronismo no kirchnerista. "¿Ustedes qué creen que esto no se va a dar vuelta? ¿Qué esta payasada de la que están siendo cómplices no se les va a volver en contra? (...) Los compañeros con los que hemos compartido bloque pueden intentar justificar su accionar, pueden especular con las señoras gordas que manifestaron ayer en el Congreso, pero en el barrio eso se llama traición y de la traición no se vuelve", dijo la chaqueña.
Alperovich se diferenció de su bloque acompañó el pedido de Cristina sobre las condiciones del allanamiento (Foto: NA)
Desde el resto de la oposición también sonaron dudas por el rol del juez Bonadio. "Acá hay mucha influencia mediática, mucha presión", dijo Rodríguez Saá, que remarcó la "persecución" que sufrió el peronismo en su historia. "Acá se declara culpable al acusado antes del proceso, se lo lincha. ¿Por qué? Por las circunstancias que está atravesando el país: el Gobierno tiene 64% de imagen negativa", afirmó Mayans, mientras que "Pino" Solanas aseguró que los cuadernos que dieron origen a la acusación tienen "perfume de haber sido manipulados, reescritos" y habló de "humillación" a la ex presidenta.
En tanto, solo siete senadores de Cambiemos intervinieron en el debate, el cordobés Ernesto Martínez – que fue miembro informante -, el santacruceño Eduardo Costa, Laura Rodríguez Machado (PRO), la riojana Inés Brizuela y Doria, el chaqueño Ángel Rozas, el bonaerense Esteban Bullrich y el presidente del interbloque Cambiemos, Luis Naidenoff, que tuvo a su cargo el cierre. Fue Costa el más enfático en la defensa del proceso. "No es show mediático, es gente que en virtud de una voluntad política que tomó el gobierno de Cambiemos, que es la ley del arrepentido, está aportando para acabar con la corrupción", remarcó el santacruceño.
Una vez cerrada la votación, el Senado comunicó de inmediato la autorización al juez Bonadio. La Policía Federal ya aguardaba en la puerta de la casa de la ex presidenta para comenzar el operativo.