BIO. Porteño, de 68 años, es abogado recibido prontamente: a los 22 años ya trabajaba en un estudio tramitando asuntos empresariales y como asesor en inversiones extranjeras. Tras esos inicios se relacionó con el dueño de Alpargatas, Roberto Frazeer, para desarrollar ese tradicional calzado pero con suela de goma. Así entró al mercado textil, donde creció como empresario. Más tarde incursionó en la producción agropecuaria. A fines del gobierno de Carlos Menem llegó a la presidencia de la Unión Industrial Argentina (UIA) y fue designado director del Banco Nación. Cuando Eduardo Duhalde asume la Presidencia lo nombró ministro de Producción. En 2004 volvió a la actividad privada y a la UIA, de la que volvió a ser presidente en 2011, desde donde mantuvo una buena relación con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. En 2013 fue electo diputado nacional en la lista del Frente Renovador que encabezó Sergio Massa. Fue reelecto en 2017 con el mismo partido.
-El gobierno de Cambiemos supo levantar la bandera de la honestidad durante su campaña y en estos dos años y medio de gestión. ¿Lo sorprendió la denuncia de aportantes truchos durante las campañas?
-Sí. Me sorprendió por su magnitud y por la cantidad de personas que fueron utilizadas. Desde trabajadores, beneficiarios de planes sociales y hasta los mismos intendentes como en el caso de (Carlos) Arroyo. Gente de todo nivel. No pude entender semejante extensión del problema. Una de las banderas más importantes que trajo Cambiemos fue la honestidad, el famoso cambio. Mucha gente creyó y soportó muchos problemas con la esperanza de ese verdadero cambio. Así que la desilusión es doble porque esto no fue lo único. La mayoría de los funcionarios del gabinete tiene algún proceso o denuncia judicial, incluso hay denuncias entre ellos mismos. Siempre recuerdo cuando la doctora ( Elisa) Carrió, saliendo de Comodoro Py, denunció que la subsecretaria de la AFI Silvia Majdalani la espiaba. Si una misma integrante de la coalición de gobierno denuncia que es espiada, ¿qué nos queda a la oposición?
-¿Cómo afecta este escándalo a la gobernadora Vidal?
-Ella salió a demostrar acción y mostró una actitud distinta porque hasta ahora, en todos los casos, como el del ministro (Jorge) Triaca o (Luis) Caputo, ni siquiera se habían pedido licencia. Espero que esto sea un cambio de actitud y no haya sido una cortina para no avanzar en profundidad con el tema.
-¿Alcanza con desplazar a la contadora general bonaerense, María Fernanda Inza?
-No, esto tiene que avanzar en la justicia. Hay que seguir a fondo con este tema. Ahora hablan de la bancarización de los aportes, que será muy bueno para el futuro, pero hoy hay que terminar con este presente. Sino parece que quieren hablar del futuro para tapar esto, que hay que investigar hasta las últimas consecuencias. En este tema queda involucrada gente que hizo de la honestidad y la transparencia su bandera política, como Graciela Ocaña. Es muy importante que esto se pueda aclarar rápido.
Yo no puedo creer que porque esté prohibido los empresarios no hagan aportes. Sino hay que acordarse de aquella gran comida que hizo Cambiemos en La Rural antes de las elecciones de 2015. ¿Quiénes eran los que pagaron la mesa? Los proveedores del Gobierno de la Ciudad. Utilizan este sistema para violar las normas.
-¿Qué opina del proyecto de ley para regular los aportes y que habilita a los empresarios a donar dinero para las campañas electorales?
-Es transparentar algo que existe. Yo creo que seguirá existiendo y se lo va a disimular, pero cuando más se transparente, mejor. Yo no puedo creer que porque esté prohibido los empresarios no hagan aportes. Sino hay que acordarse de aquella gran comida que hizo Cambiemos en La Rural antes de las elecciones de 2015. ¿Quiénes eran los que pagaron la mesa? Los proveedores del Gobierno de la Ciudad. Utilizan este sistema para violar las normas.
-¿Qué diferencias ve entre el kirchnerismo y Cambiemos?
-Los hechos de corrupción del gobierno anterior están claros y se hicieron ver con mucha fuerza a través de la prensa. Pero lo que sorprendió de Cambiemos es que tenían la bandera de la transparencia y la honestidad pero de eso no hubo nada. Lo menos que se esperaba era que el Gobierno sobreactuara esa transparencia. No solamente había que serlo, sino parecerlo. Sin embargo, hasta ahora no hubo nada. O hay un doble discurso del Gobierno, o no cuidan al Presidente.
-La actividad industrial cayó 1,9% en mayo y se perdieron miles de empleo. ¿Cómo cree que puede terminar el año?
-De acá en adelante, las cifras van a empeorar en el sector. Además, sigue la caída de las exportaciones, la fuga de capitales y el modelo no genera confianza. Como todo, la industria vive del mercado y en la Argentina hay dos mercados: el externo y el interno. El primero está seriamente afectado y no hay esperanza de fuerte crecimiento. Sólo nos queda el mercado interno que se traduce en el poder adquisitivo del salario. Entonces, si el Gobierno no ancla el tipo de cambio, las tarifas, las tasas de interes y lo único que ancla es el salario, no es difícil imaginar que lo que vendrá es una caída del mercado interno.
"No hay modelo económico. Desde que salimos del cepo, lo único que hizo el Gobierno fue devaluar porque no supieron coordinar la política monetaria con la política fiscal."
-¿Por qué el Gobierno insiste con este modelo y ratifica el rumbo económico?
-Eso es algo que yo no me explico. Para nosotros, el problema no es una medida aislada. Sino se cambian los ejes de la política económica, es imposible que podamos recuperar el nivel de actividad.
-Por eso el Frente Renovador presentó una serie de medidas para paliar de la crisis
-Sí, aunque sabemos que no alcanzan para salir de la crisis. Nosotros propusimos doce medidas que pueden paliar, en el cortísimo plazo, la necesidad tan grande que tiene la gente. Uno de los puntos propone eliminar el IVA a los productos de la canasta básica de alimentos. También planteamos atar las tarifas al índice de variación salarial y un bono de emergencia para los jubilados.
-Pasaron dos años y medio desde que Macri llegó al poder. ¿Cree que este gobierno tiene un modelo industrial?
-No, definitivamente no lo ha tenido. Lo que sucede es que tampoco hay modelo económico. Desde que salimos del cepo, lo único que hizo el Gobierno fue devaluar porque no supieron coordinar la política monetaria con la política fiscal. Es clave para salir de esta situación diseñar un plan económico.
-¿El Gobierno va a poder cumplir con las exigencias del FMI?
-Lo que el Fondo Monetario pide siempre lo supimos: el ajuste. Con lo que propone, no sólo no va a poder cobrar sino que el país no va a crecer y eso termina con una tensión social.
-El triunviro de la CGT Juan Carlos Schmid no descartó que las políticas de ajuste deriven en un estallido social. ¿Coincide con esa visión?
-Cuando se mira lo que el Fondo pide y la realidad argentina, lo lógico es pensar que la situación es insostenible porque la gente no tiene colchón para seguir ajustando. Además, ya tuvimos la experiencia del Fondo.
-¿El Gobierno puede seguir culpando a la herencia recibida o ya tiene que asumir sus propios errores?
-Sin lugar a dudas, tiene que hacerse cargo de los errores. Mirar atrás es para la historia. Además, todos sabíamos lo que se recibía en 2015 y todos quisimos hacernos cargo. Entonces, ahora no puede quejarse. En el 2002, tuvimos que hacernos cargo de la explosión de la convertibilidad, recibimos un país que había decretado el peor default de la humanidad, con el club del trueque, con cinco presidentes en diez días. Sin embargo, no nos pusimos a buscar culpables porque teníamos que gobernar. En ese momento, había que liberar la energía productiva de la Argentina y poner en marcha las pymes. ¿Qué sucede ahora? En una crisis similar, desalientan esas medidas. ¿Cómo quieren que la economía funcione si hace dos años que el eje de la política económica fue la bicicleta financiera?
-¿Cómo se hace para salir de la crisis y generar confianza?
-Lo primero es hacer un reconocimiento de la situación y en segundo lugar hay que instalar el diálogo, no la grieta. Ellos no tienen los votos para obtener las medidas necesarias. En lugar de volver a ese Congreso de 2016 que fue un ejemplo de república, el Ejecutivo comenzó a gobernar con decretos. Si creen que el camino es el de la confrontación, como lo plantea (Jaime) Durán Barba, puedo asegurar que eso les sirve para ganar elecciones pero no para gobernar.
-Con la oposición tan dividida, ¿cómo se le gana a Cambiemos en las elecciones de 2019?
-Hay que buscar la manera de unirnos, primero, para resolver esta situación económica tan complicada, después se verá cómo se trabaja para las elecciones. Creo que no es el momento ahora de pensar en eso.
-¿Sergio Massa qué lugar ocupa hoy en el peronismo?
-Creo que está trabajando muy bien en buscar consensos, pero todavía no es el momento de definir nada. Falta mucho tiempo y creo que ahora tenemos que unirnos para salir de la crisis.
-¿Cree que Cristina Kirchner será candidata?
-Yo creo que sí. Está trabajando mucho en el interior del país con Unidad Ciudadana.