El escándalo por los aportantes truchos de Cambiemos en las campañas de 2015 y 2017 comienza a disparar fuertes tensiones internas en las estructuras distritales del frente de Gobierno en la provincia de Buenos Aires. Y, en el caso de Mar del Plata, donde los cortocircuitos son de larga data, éste tema hizo recrudecer las asperezas. Luego de que el intendente local, Carlos Fernando Arroyo, afirmara que, a pesar de figurar en el listado de aportantes, no puso “un centavo” en la campaña de 2015 que lo catapultó a la Intendencia, el candidato de María Eugenia Vidal para desbancarlo, el hoy diputado nacional Guillermo Montenegro, salió al cruce del jefe comunal: “Es muy difícil de creer que no aporte alguien que encabezó una campaña”.
En declaraciones al canal América, y al referirse al tema en general, sin menciones en particular, Montenegro arrancó: “Si sos candidato lo lógico es que aportes. Que a mí no me digan que un candidato a intendente no aportó nada”.
Luego al ser consultado puntualmente sobre el caso del intendente Arroyo, el ex ministro de Seguridad porteño arremetió: “Esa una cuestión política a resolver”, deslizó para dejar por sentada la fuerte interna que se posa sobre la arena de Cambiemos en Mar del Plata. Dicho esto, apuntó: “Es raro que si sos candidato, estás en los carteles y pusiste plata 20 años, justo esta vez no hayas puesto”.
“Yo no aporté un centavo a nadie. Nosotros no hicimos ningún aporte en suma de dinero”, había afirmado el lunes último Arroyo al ser consultado sobre el escándalo que ya provoca un fuerte cataclismo en la estructura de Cambiemos.
A sabiendas de la nula relación política con el vidalismo, el mandamás marplatense no tuvo reparos en hacer estas declaraciones que lo transformaron en el primer intendente en dar cuenta de esta grave irregularidad que pone la mira en el financiamiento de campaña de Cambiemos. Tal como contó Letra P meses atrás, el hombre del piloto azul ya comenzó a hacer su juego, dispuesto a buscar la reelección el próximo año, a pesar del rechazo de la cúpula bonaerense.
En tanto, Montenegro, que luego de varias semanas de silencio volvió a recorrer el distrito con traje de candidato, no tardó en salir al cruce, reavivando así una puja que promete traerle más dolores de cabeza a la gobernadora, que por estos días atraviesa su etapa política más complicada.
