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Los cinco puntos, la llave que tiene el Gobierno para frenar el paro de la CGT

Macri firmó un decreto amortiguador para negociar con el cegetismo, que envió un pliego de condiciones "inamovibles". Si no se cumplen, el próximo martes podrían llamar a huelga general.

Pocas horas antes del anuncio de un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno puso en marcha un nuevo operativo de negociación con la Confederación General del Trabajo (CGT) para evitar otro paro nacional y lograr el apoyo para los proyectos presentados en el Senado, que forman parte del texto original de reforma laboral que fracasó el año pasado. La reunión comenzó este jueves y continuará el martes, cuando los negociadores del Ejecutivo contesten a cinco puntos que la CGT les planteó para evitar la medida de fuerza.

 

A la salida del encuentro, el Gobierno oficializó que este viernes publicará un decreto con el fin de “adecuar” las paritarias que cerraron en un 15% para todo el año. En rigor, todas serán ampliamente superadas por la inflación de este año. La firma del decreto fue informada a los triunviros durante el encuentro por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, uno de los negociadores junto al secretario de Coordinación Interministerial y vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, y el jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo, Ernesto Leguizamón.

 

Por la tarde, cuando concluyó la reunión sindical, la central obrera aportó su versión de la cita en Casa Rosada y detalló los cinco puntos que son “inamovibles”, según confió a Letra P uno de los participantes. “Si el Gobierno no acepta los planteos, la CGT lanzará un paro nacional para este mes”, anticipó el dirigente consultado.

 

Una fuente de la cartera laboral que participó del encuentro en Balcarce 50 confió a Letra P que los funcionarios remarcaron que “el FMI no pidió nada en el ámbito laboral”. Lo hicieron con el mismo empeño para sostener que “el paro no soluciona nada”, mientras insistieron en las tres leyes que el oficialismo presentó en el Senado. “Hubo avances con los proyectos de formación profesional y la creación de una agencia técnica sobre riesgos laborales, pero hubo objeciones con el proyecto de blanqueo laboral”, que incluye cambios en la Ley de Contrato de Trabajo, algo resistido oficialmente por la CGT.

 

 

LOS CINCO PUNTOS. El pliego de condiciones reclama “una norma concreta por parte del Gobierno que evite los despidos y suspensiones en el sector público y privado por los próximos 6 meses”. Eliminar “la base de cálculo del Impuesto a las ganancias (sobre la 4ta. Categoría) del Sueldo Anual Complementario a cobrar en el mes de julio”, la devolución “en su totalidad y en forma urgente de los fondos correspondientes a los gastos de salud de las obras sociales sindicales”. También pidieron el “compromiso para que no exista modificación alguna sobre la actual Ley de Contrato de Trabajo.

 

Además, la central obrera reclamó la reapertura de “las paritarias cerradas a la fecha sin ningún tipo de limitación para la discusión”, un “principio que debe sostenerse con las que actualmente están discutiendo aumentos salariales”, indicó la CGT en un comunicado. Hasta ahora, la única respuesta al pliego de reclamos fue el anuncio del decreto que buscará amortiguar la debilidad de las paritarias cerradas al calor de la inflación.

 

 

 

Las fuentes oficiales se negaron a aportar el texto del decreto, que habría sido redactado en la cartera laboral, aunque otras fuentes oficiales sostienen que el borrador inicial fue preparado en la Jefatura de Gabinete, que establece una virtual intervención del Ministerio que conduce Jorge Triaca, hasta que se conozca su reemplazante.

 

El decreto que busca mitigar el avance de la inflación sobre los salarios, establece que “los representantes de los trabajadores y los empleadores- de cada sector que hayan celebrado negociaciones salariales durante este año podrán adecuar, de mutua conformidad, las cláusulas de aumento salarial dispuestas en dichos acuerdos para alcanzar un incremento de hasta el 5% para el trimestre inmediatamente posterior a su suscripción, pudiendo pactarse hasta en un 2,5% de incremento mensual en dos cuotas”. Esta alquimia no es contradictoria con las cláusulas de revisión establecidas en los acuerdos paritarios cerrados y aporta un poco de oxígeno para una negociación que concluirá el próximo martes.

 

 

 

LO QUE SE HABLÓ. Dentro de la reunión de Consejo Directivo, los miembros del triunvirato pasaron un informe sobre la reunión en Casa Rosada. Las primeras respuestas provinieron de secretarios generales de gremios del interior. “No podemos volver a nuestras regionales con la postura de que la CGT está negociando”, sostuvo el representante de una seccional de Luz y Fuerza, que fue apoyada por el Sindicato de Camioneros, que conduce Pablo Moyano, y por el gremio de Canillitas, que conduce Omar Plaini.

 

“Eso generó un clima de acuerdo para definir que los cinco puntos son inamovibles. Hay consenso para el paro, pero respondimos a la convocatoria del Gobierno con cinco puntos y un plazo. No estamos negociando nada, pero tampoco queremos quedar pegados a las acusaciones de desestabilización del Gobierno. Si el martes el Gobierno no acepta estos planteos, ese mismo día se anunciará el paro”, aseguró uno de los participantes del Consejo Directivo cegetista, con mucho peso territorial en la Ciudad de Buenos Aires.

 

En el comunicado, la CGT reflejó ese debate: “El Consejo Directivo nacional abrió un compás de espera hasta el próximo martes a la espera de una respuesta sobre la agenda planteada, estableciendo un cuarto intermedio de la actual reunión”, sostuvo la central obrera, antes de solidarizarse con “los gremios en conflicto por diferentes razones: Sindicato de Choferes de Camiones, Sindicato de la Alimentación, Asociación de empleados de AFIP, Sindicato de empleados de Aduanas y Trabajadores de los diferentes gremios de la Patagonia”, como Luz y Fuerza, que fue uno de los gremios que reclamó la inamovilidad de los cinco puntos.

 

Temas
Leonardo Fernández, nuevo secretario general del SOEME.
Barrionuevo, uno de los integrantes de la CGT

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