Tres días después del despido de Juan José Aranguren como ministro de Energía, el Gobierno rompió este viernes el hielo con los gobernadores radicales. Fue en la residencia presidencial de Olivos y concluyó con un breve saludo de Mauricio Macri, luego de un encuentro entre el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y los gobernadores de Mendoza, Alfredo Cornejo; de Corrientes, Gustavo Valdés, y de Jujuy, Gerardo Morales. En la cita también participaron el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó y la mandataria bonaerense María Eugenia Vidal.
“Fue una reunión para analizar la coyuntura”, dijo un funcionario de la jefatura de Gabinete para referirse a una semana atravesada por la evolución de la corrida cambiaria, el nuevo vencimiento de 540.000 millones de pesos de Letras del Banco Central (Lebac), la aprobación del directorio del FMI de un crédito stand by por 50.000 millones de dólares, la calificación especulativa del país como "mercado emergente" y los cambios en el gabinete, con los reemplazos de Francisco Cabrera por Dante Sica al frente del Ministerio de Producción y de Javier Iguacel por Aranguren.
La partida del ex CEO de Shell era un viejo reclamo de la UCR y, especialmente, de los mandatarios provinciales del partido, que hicieron público su malestar mediante Cornejo, gobernador mendocino y titular del Comité Nacional del partido, quien acusó al ministro despedido de “haber hecho meter la pata varias veces a este gobierno” a partir de la aplicación de la Revisión Tarifaria Integral prevista hasta 2023.
Antes de la corrida cambiaria posterior al 1° de mayo, Cornejo había blanqueado el enojo del radicalismo y le llevó una propuesta a Macri para pagar parte del aumento en cuotas. Tras la tempestad financiera y la crisis de su gabinete, el jefe de Estado cuestionó en privado a los mandatarios radicales y especialmente al mendocino. En ese contexto, uno de los temas compartidos este viernes con los miembros del Ejecutivo habría estado vinculado a la salida de Aranguren y el interés radical por morigerar el aumento de los próximos doce meses.
Fuentes de la Casa Rosada no confirmaron ni desmintieron el punto energético. “La cuestión presupuestaria es uno de los temas en agenda y el encuentro incluyó a cuatro de los cinco gobernadores de Cambiemos”, explicó la fuente, en referencia a la ausencia del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta.
Firmado el acuerdo con el FMI, en el Gobierno ya cuentan con una hoja de ruta del ajuste para el presupuesto de 2019, que deberá cumplir con una reducción del 1,3% del déficit fiscal. Esa geografía financiera será materia de negociaciones bilaterales entre Frigerio y cada uno de los mandatarios provinciales.
En la Casa Rosada confiaron que el encuentro buscó compartir parte de ese derrotero político con los caciques territoriales del oficialismo y con Monzó, que deberá afrontar, a partir del 15 de septiembre, la defensa del proyecto oficial de presupuesto para el año electoral de 2019.
Dos semanas después de la primera corrida cambiaria, el Gobierno anunció una “ampliación” de la mesa chica que rodea al Presidente para la toma de decisiones. Originalmente estaba integrada por Macri, Peña, Vidal, Rodriguez Larreta y una presencia intermitente de Frigerio. Habría sido ampliada a Monzó, al lilito Fernando Sánchez, con una segunda instancia más grande, que incluía a Cornejo y al ex presidente de la UCR, Ernesto Sanz, además de los mandatarios provinciales del partido centenario. Un mes después de esos anuncios, sólo se realizó una foto con los nuevos miembros, pero nunca funcionó formalmente. Las fuentes oficiales se encargaron de aclarar que el encuentro de este viernes no estuvo vinculado con ninguna de esas mesas, que hasta el momento siguen sin funcionar.
En el PRO, importantes dirigentes partidarios aseguran que nada ha cambiado: los mecanismos que utiliza Macri para decidir siguen siendo los mismos.