Tras una elección, en 2017, que marcó la división del peronismo kirchnerista, Martín Sabbatella viajó hasta Neuquén para reclamar unidad de los sectores que se representan en el liderazgo de Cristina Fernández. La definición la dio en un encuentro en el que participó Ramón Rioseco, último candidato a gobernador del ya extinto Frente para la Victoria (FpV) neuquino. “Es necesaria la unidad del Frente Neuquino y Unidad Ciudadana”, suplicó.
“No nos puede volver a pasar que Unidad Ciudadana y el Frente Neuquino vayan separados en las próximas elecciones". La frase que dejó Sabbatella buscó enterrar la compleja situación que describió Letra P a principios del año pasado. Además de dividir el espacio como frente, fracturó el bloque kirchnerista en la Legislatura provincial. Las causas del alejamiento se sostenían en la mala relación de Rioseco con Nanci Parrilli, legisladora neuquina y hermana de Oscar Parrilli. En tiempos que Parrilli (Nanci) conducía el PJ, actitudes clasistas, sectarias, generaron la división.
“No digo que la unidad no haya que discutirla entre los dirigentes”, explicó el ex titular de la desaparecida Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), y agregó: “(Esto)se resuelve convocando a la unidad de nuestro pueblo, la unidad de los afectados, de los que sufren, de los que quieren volver a soñar y a tener esperanzas”.
Según publica el portal Va con Firma, Rioseco advirtió que “se opera sistemáticamente para dividirnos” pero remarcó que “vamos a ser una gran provincia, pero tenemos que trabajar por la unidad ".
Como informó Letra P, en la elección de medio término se impuso Cambiemos, segundó quedó el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y tercero Unidad Ciudadana (UC). El Frente Neuquino (FN), quedó cuarto. El dato fue que entre los votos de UC y el FN el kirchnerismo podría haber ganado la elección.
