Mientras el kirchnerismo intenta unirse para sobreponerse a la presión de fuerzas con más estructura, en Neuquén el Frente para la Victoria (FpV) ya tiene su propia grieta. El lanzamiento de un espacio rumbo a las elecciones locales y nacionales, dejó fuera a Nuevo Encuentro.
Dirigentes del Movimiento Evita, La Cámpora, la Casa de Formación Kirchnerista y la Corriente Descamisados decidieron excluir a uno de los referentes de Martín Sabbatella en la capital neuquina, el hoy titular del Bloque Patagónico de Sindicatos de Trabajadores Municipales y candidato a concejal, Luis Martínez.
El slogan “reconstruir la ciudad” tras el quiroguismo (N de R: se refieren al actual intendente, el ahora ultramacrista Horacio “Pechi” Quiroga) no incluyó a NE y planteó un quiebre en el denominado kirchnerismo duro. “Nos excluyeron de cualquier participación”, se sinceró Martínez.
Letra P publicó los serios inconvenientes que tienen el peronismo y el cristinismo para consolidarse en Neuquén. Una notoria crisis de representatividad de Nanci Parrilli, actual presidenta del Partido Justicialista (PJ), propició sismos internos que eyectaron al último candidato a gobernador, Ramón Rioseco.
Según publica la web Va Con Firma, las negociaciones se cortaron de un día para el otro obligando a Martínez a establecer contacto con otras fuerzas. “Es una forma de hacer política”, reconoció el dirigente sindical cuando lo consultaron por la irrupción.
Al igual que algunas localidades de Río Negro, la capital neuquina renovará la mitad de las bancas en el Concejo Deliberante.