PRECIOS SIN CONTROL

Números rojos, bajo siete llaves

En la Casa Rosada barajan encuestas que muestran una aguda caída en la imagen presidencial y un agotamiento de la "pesada herencia" como explicación a males presentes. La hipótesis del "pozo de aire".

Los beneficios de “la herencia recibida”, a los que apeló el gobierno de Mauricio Macri para justificar medidas antipáticas durante dos años, parecen agotarse, según revelan las encuestas que maneja Cambiemos dentro del mapa de sondeos privados que consume la Casa Rosada y que analiza el jefe de Gabinete, Marcos Peña, junto al consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba y al “equipo de comunicación” integrado por funcionarios de la coordinación de ministros y de la secretaría general de la Presidencia. Parte de ese elenco volverá a reunirse este jueves con el Presidente.

 

El desgaste de la sobre explotación del pasado, según las fuentes oficiales consultadas por Letra P, forma parte de las percepciones que respiran los funcionarios de Balcarce 50 durante el arranque de una semana corta, de apenas tres días, luego del fin de semana largo del 1 de mayo que el jefe de Estad aprovechó para descansar en un country de la localidad marplatense de Chapadmalal.

 

La información sobre la ausencia de nafta en el tanque de combustible del pasado reciente es admitida por las fuentes oficiales. “Podía pasar, no dependemos de eso. Nuestra gestión no descansa en los errores del pasado, sino en los aciertos del presente”, espetó uno de los escuderos que deambula entre el ala norte y sur de la Casa Rosada. Sin embargo, si se triza esa parte del espejo comunicacional de Cambiemos, la imagen del presente le devuelve a Macri los contornos reales de su gestión, marcados por los números positivos posteriores a las elecciones de octubre del año pasado, pero también por la pérdida de ese capital desde las accidentadas sesiones extraordinarias de diciembre, que registraron su mayor pico de desgaste para el Gobierno en la evolución de la imagen negativa presidencial.

 

 

 

Las variaciones en rojo de esa percepción crítica fueron acompañadas por un notable incremento de aquellos que descreen de las justificaciones que usa el Ejecutivo para cargarle al kirchnerismo todos los males del presente. Esa dinámica está atravesada por los cuestionamientos crecientes  por el tarifazo y el impacto negativo en las clases medias urbanas, un elemento que el radicalismo blanqueó en público hace 20 días, cuando el gobernador mendocino y presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, disparó verbalmente contra el ministro de Energía Juan José Aranguren y lo acusó de hacer que el gobierno meta la pata en reiteradas oportunidades.

 

Ante las consultas de Letra P, fuentes del radicalismo cuyano sostienen que Cornejo coincide con “la necesidad del aumento de tarifas”, con la misma fuerza con la que le critica a Macri justificarse en “la herencia recibida”. Casi un mes después de las bravatas que disparó el titular del radicalismo, las preocupaciones del Gobierno estarían sustentadas en los mismos sondeos que pusieron en estado de alerta a los radicales de distintos puntos del país, que le reclamaron al jefe partidario que actuara en consecuencia.

 

 

 

Parte de ese escenario fue analizado el viernes pasado en la reunión que mantuvo el equipo de comunicación de la Casa Rosada con Durán Barba, en una mesa de seguimiento para “definir la agenda de los próximos meses, monitorear la estrategia y apuntalar algunos temas, como la campaña que habrá durante el invierno para incentivar el ahorro de energía”, detalló uno de los funcionarios que estuvo en esa cita, luego de negar cualquier preocupación sobre los embates del tarifazo.

 

El recorte de opiniones provisto por las fuentes oficiales está acompañado por la decisión del Gobierno de vetar cualquier intento de la oposición dentro del Congreso para retrotraer el último incremento del gas y la electricidad. Este miércoles por la tarde, tal como esperaba el Gobierno desde la semana pasada, los bloques opositores dentro de la Cámara de Diputados lograron darle dictamen al proyecto para atenuar la suba de tarifas. Cambiemos intentará empiojar en el recinto la discusión de esta iniciativa, pero el último recurso, según anunció Peña, será vetar la norma en caso de que sea sancionada.

 

Es la misma iniciativa que la semana pasada fue tratada por las comisiones de Obras Públicas y de Defensa al Consumidor y que este miércoles fue debatida en Presupuesto y Hacienda. Ahora, se espera que la semana que viene el proyecto sea votado en la Cámara baja, aunque desde el Gobierno minimizan su impacto luego de la advertencia de veto que blanqueó Peña. Detrás de esa afirmación también hay preocupaciones políticas, especialmente en torno al diputado nacional Sergio Massa, jefe del Frente Renovador, que le reclamó al Gobierno que resigne el IVA sobre las facturas de servicios públicos.

 

Cerca del tigrense, que acumulaba meses de silencio y desazón, aseguran que el descontento del tarifazo lo beneficia y lo instala nuevamente en un lugar expectante: una hipótesis que desde la Casa Rosada prefieren defenestrar con la misma seguridad con la que apelan a “un pozo de aire” para justificar el incremento de la imagen negativa presidencial -y su preeminencia sobre la positiva-, junto al escepticismo de los consultados sobre el pasado reciente como origen de todos los males.

 

 

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