DETRÁS DE ESCENA. STURZENEGGER

Empoderado (por ahora)

En la hora más caliente del Gobierno, el ala técnica le torció la mano a la política. El jefe del BCRA cuenta que Macri le renovó la confianza y asegura que el 28D fue una intervención que falló.

Federico Sturzenegger es un cruzado del PRO. “¿Si pensé en renunciar? Jamás. Yo quiero ser parte de este proyecto”, le responde a los que le preguntan sobre los rumores que se desataron en torno a su figura en los momentos en que la corrida cambiaria y el traslado de la devaluación a precios parecían darle la razón a la Jefatura de Gabinete. El equipo económico y, sobre todo, el Banco Central venían gambeteando el éxito por varias jornadas consecutivas y Marcos Peña confirmaba su desconfianza en las herramientas para contener la inflación. El presidente del BCRA es del corazón PRO desde los años del ejercicio del poder en la Ciudad, cuando Macri era alcalde y Peña, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal ya eran mesa chica.

 

Sturzenegger es altamente considerado por Macri, pero el internismo de Gabinete ya había empezado a instalar en la cabeza del Presidente la necesidad de hacer cambios. Justo cuando parecía que el mandatario empezaba a coincidir en poner reemplazos, el ala técnica de Cambiemos en el área económica le ganó, a lo Pirro, a la política.

 

El día D. El 28 de diciembre, la conferencia que Sturzenegger señala como hito de la intervención fallida de la política al BCRA.

 

 

Ya el miércoles último, cuando Sturzenegger ingresó al salón del BCRA para dar una conferencia de prensa sobre Estabilidad Financiera, se lo vio cambiado. Confiado y fuerte, lo que le permitió incluso construir un discurso sólido para negar lo evidente: que la inflación está al alza. A la salida de ese evento, el talante era diferente en todo su equipo del organismo. Y muchos reconocieron que, desde que se inició el Gobierno, el aplacamiento de la corrida había sido un one hit wonder del tándem Luis “Toto” Caputo, ministro de Finanzas, y el propio Sturzenegger. Un triunfo que en Finanzas se atribuyen en exclusiva y que en el Central calcan a la perfección.

 

En su oficina, sobre su escritorio, “Sturze” alinea una colección de figuras de la saga Star Wars. Se admite fanático y no lo esconde. Tanto, que en el desayuno que compartió el viernes con economistas jóvenes puso en la mesa ratona, entré el café, el té y las medialunas, varias naves emblema salidas de la imaginación de George Lucas. Hoy, casi que siente el mismo apoyo de “la fuerza” que de Macri. “El Presidente renovó la confianza en mí”, cuenta sin avergonzarse y casi admitiendo que su posición al frente del organismo monetario estuvo en disputa. En ese escenario, no se calla nada y hasta se remonta a lo que él mismo entiende como un intento de intervención de la política al Banco Central. La referencia es a aquella conferencia de prensa del 28 de diciembre de 2017, cuando Peña lo obligó a sentarse junto a Caputo y al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a comunicar un cambio en las metas de inflación. Para el titular del BCRA, fue ése el hito más negativo que impactó de lleno en la credibilidad del organismo, justo cuando las variables generales venían dando más o menos bien.

 

 

En la cabeza del jefe del Central hay confianza. Durará hasta una nueva crisis y deberá resistir la presión de colegas del Gabinete político. 

 

 

“Hay que cuidar la independencia, es crucial recuperar la credibilidad”, cuenta Sturze a sus interlocutores, sabiendo que en breve Macri anunciará medidas que reforzarán sus instrumentos para controlar la inflación. Inclusive, no se pone colorado Federico al avisar que es “muy positivo” tener a mano elementos como la venta de dólar futuro para aplacar los ánimos de un mercado aún inestable. La misma herramienta que terminó con una causa en la Justicia contra la ex presidenta Cristina Fernández.

 

“Que ni lo sueñen, la meta no la vamos a cambiar más”, avisó Sturze, que admite en privado discusiones acaloradas con uno de los alfiles de Peña y otro de los bien considerados por Macri, el vicejefe de Gabinete Mario Quintana. Es él uno de los perdedores en la interna de los días de la corrida. Macri considera, de todos modos, que fue un error político poner metas ambiciosas y en coordinación atacaron al ex ministro de Economía  Alfonso Prat Gay como el ideólogo de una expectativa tan alta. Sobre todo criticó a Quintana, el CEO que menos feeling tiene con los econo-técnicos.

 

El presidente de la Nación lo blanqueó en público como comunicador y gestor del proceso de inflación. Quizás el futuro lo enfrente, en la materia, a nuevos problemas. Sturzenegger aún sostiene que la devaluación impactará en la inflación de mayo, pero que habrá ayuda en la desaceleración de regulados. Le preocupa, sí, lo que ocurra con la inflación núcleo, que, sabe, estará por encima de la general. Así, sigue creyendo que la evolución de los precios será este año menor que en 2017. Una nueva trampa que se activará en breve. En el Gabinete, siguen esperando.

 

 

 

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