ENTREVISTA. LUCÍA PORTOS

"La reforma judicial de Vidal es solamente una estrategia de marketing"

La diputada de Unidad Ciudadana y consejera de la Magistratura bonaerense relativiza los cambios que propone la gobernadora para el ámbito judicial. El feminismo en la política y el camino futuro.

La legisladora de Unidad Ciudadana Lucía Portos  avanza apurada hacia su despacho en el edificio anexo de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Comparte el segundo piso con otros integrantes de La Cámpora, pero también de Cambiemos, como Carolina Barros Schelotto, hermana del director técnico de Boca Juniors, Guillermo, que en alguna que otra ocasión confió que el presidente Mauricio Macri le mandaba mensajes para tener el detalle sobre cómo iba el rumbo del plantel xeneize. Nada de fútbol hay en el despacho de Portos. Hay fotos personales y de militancia. Una bandera de argentina y su título de abogada de la Universidad de Buenos Aires (UBA). "Recibida con diploma de honor", agrega a los pergaminos. En un año en el que la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, giró una serie de proyectos para modificar el funcionamiento de la Justicia en algunos puntos como la selección de jueces, los procesos de jurys y la reforma del Código Procesal Penal, la diputada, que todos los martes se sienta en el Consejo de la Magistratura provincial ocupando un lugar por la oposición, no duda en decir que la mandataria bonaerense, igual que el Presidente, "quiere controlar al Poder Judicial". 

 

Portos llegó a la Cámara baja provincial en 2012, en remplazo del fallecido diputado del Frente para la Victoria Jorge Varela, Milita en La Cámpora y asegura no se pude comprender la construcción del feminismo en el país si no se tienen en cuentan "los 12 años de inclusión política de sectores que estaban postergados", aunque reconoce que en ese proceso faltó profundizar la discusión sobre el aborto "en términos legislativos", como sucede ahora. Asegura, también, que la perspectiva de género es una ausencia en el gobierno de Vidal y que la formación de jueces también debería hacer foco en este tema.

 

En una semana en la que la Legislatura podría avanzar en la primera de las medias que la administración Cambiemos plantea como parte de la Reforma Judicial, con la modificación la ley de Jury, la diputada sostiene que es "una estrategia de marketing" y que, si la gobernadora "quisiera mejorar el sistema, debería empezar por una adecuación presupuestaria que le permitiera a los tribunales funcionar como tienen que funcionar y también llenar la vacante que la Corte que tiene hace un año".

 

BIO. 32 años. Abogada. Recibida con diploma de honor en la Universidad de Buenos Aires. Pilarense. Diputada del bloque de Unidad Ciudadana en la Legislatura bonaerense. Militante de La Cámpora. Fue la diputada más joven en la historia de la Cámara baja al jurar su banca con 26 años. Integra el Consejo de la Magistratura de la provincia. 

 

- Hay posibilidades de que esta semana, en la Cámara de Diputados, Cambiemos empiece a desplegar parte de lo que llamó la Reforma Judicial. ¿Qué visión tiene del tema, usted que integra el Consejo de la Magistratura?

 

- El nombre de reforma judicial le queda grande a una serie de proyectos que son parches con modificaciones a leyes que ya existen. De esos proyectos, algunos ingresaron por la Cámara de Diputados y otros por el Senado, lo que demuestra que la gobernadora no tiene la intención de discutir estructuralmente las modificaciones, sino de dividir los temas entre las cámaras. Ponerle un título de reforma es una estrategia de marketing. Lo que quiere hacer Vidal es controlar el Poder Judicial, tal como el presidente controla Comodoro Py. Lo que hace Vidal es elegir un objetivo de construcción simbólica de un depositario de la culpa. Se acabaron los dos años de poder echarle la culpa al gobierno anterior, entonces están empezando a echarle la culpa al Poder Judicial. Un Poder Judicial sobre el que podemos hacer un montón de críticas a su funcionamiento, pero del que también hay que recordar que viene perdiendo peso en la estructura presupuestaria de la provincia. Y que está en una crisis edilicia que la gobernadora se niega a reconocer. Ha mandado emergencias para un montón de circunstancias y no ha mandado emergencia para la situación edilicia del Poder Judicial.

 

- ¿Y qué se debe hacer para mejorar la justicia provincial?

 

- Si la gobernadora quisiera mejorar el sistema, debería empezar por una adecuación presupuestaria que les permitiera a los tribunales funcionar como tienen que funcionar y también llenar la vacante que la Corte que tiene hace un año. Ella explica los problemas de Seguridad por el mal desempeño de los jueces, hace una acusación genérica tremenda al hablar de los jueces y magistrados como cómplices del narcotráfico y dice algo así como que hay 28 jueces que han presentado la renuncia. Primero, la exoneración es un idioma castrense que no tiene nada que ver con lo que sucede en el Poder Judicial. Los jueces son removidos a través de un juicio político. Hemos presentado un pedido de informe para saber quiénes son esos 28 jueces y saber las decisiones que toma ella, como funcionaria pública, en conocimiento del delito para que esta gente termine presa.

 

- ¿El método de selección de jueces debería cambiar?

 

- Todas las instituciones de la provincia son perfectibles. El Poder Judicial es un lugar donde están puestas las miradas de la sociedad y debe dar un mejor servicio a los y las bonaerenses. La selección de magistrados debería incorporar muchísimas variables que hoy no tiene; por ejemplo, la perspectiva de género, que hoy no tiene en su funcionamiento, como en su nombramiento o la conformación de ternas. Tener funcionarios mucho más comprometidos con el desarraigo de la violencia institucional que muchas veces es fomentada desde los estrados y hace que el pueblo también se sienta rechazado a la hora de acercarse a un tribunal. Se pueden buscar un montón de falencias en el nombramiento, pero el problema también tiene que ver con los sueldos que paga la provincia de Buenos Aires. Hoy, ser juez de la provincia significa ganar exactamente la mitad de lo que gana un juez de la Capital Federal y estamos al lado. 

 

- ¿Y  profesionalizar la escuela judicial?

 

- Nos parece que es necesario. Igualmente, el Consejo de la Magistratura tiene actualmente una escuela que funciona bien. Lo que le falta es plata para tener muchísima más matricula y, en definitiva, la discusión termina siendo presupuestaria y es una discusión que la gobernadora no quiere dar ni con el Consejo de la Magistratura ni con la Corte.
 

 


- ¿Qué mirada tiene sobre la perspectiva de género dentro del gobierno de María Eugenia Vidal?

 

- En la foto que hizo la otra vez en el retiro espiritual se ve que solamente hay una mujer. Su gabinete es un gabinete masculino y no solamente masculino, sino con sectores vinculados a la derecha católica que se han concentrado en desfinanciar aquellos programas que tenían que ver con el trabajo territorial de la población más vulnerable de la provincia, entre ella, las mujeres. Los números sobre subejecución presupuestaria son terribles. Están desfinanciados los programas que tienen que ver con la salud sexual y reproductiva, con los programas de prevención, el acceso a la medicación. Un impacto terrible sobre el programa "Ellas Hacen", que tenía programas de terminalidad secundaria, y un desfinanciamiento conjunto con la Nación del Plan Fines. Al retirarse el Estado de la vida de la gente, también va a profundizar las situaciones de vulnerabilidad. Somos las mujeres las primeras que perdemos el trabajo cuando se corta la cadena productiva. Son las mujeres las que sufren los recortes, con la paritaria docente, por ejemplo. Una perspectiva de género nula de parte de la gobernadora que, cuando habla y se refiere a las mujeres bonaerenses, se nota su desconocimiento sobre quiénes son las mujeres de la provincia de Buenos Aires y cuáles son sus problemas. Las mujeres de la provincia de Buenos Aires son poderosas, que están acostumbradas a hacer política territorial, barrial, que sufren el embate que estamos viviendo.

- El feminismo ha avanzado en la discusión pública. Como militante del movimiento, ¿a qué factores le atribuye este cuadro de situación? 

 

- El movimiento feminista argentino no se puede comprender si no se comprende el calor de los 12 años de inclusión política de sectores que estaban postergados, incluso, con todas las discusiones que no se dieron dentro del campo nacional y popular.

 

. ¿Como el aborto?

 

- Como el aborto en términos legislativos, pero incluso en otros temas. La práctica política del campo nacional y popular se ve cuestionada desde el movimiento feminista y esto es válido y muy importante. Y solamente se puede comprender cuando se comprende el activo militante y político que han dejado los 12 años de Néstor y Cristina. Eso se ha capitalizado en un movimiento político muy nutrido y también en un movimiento feminista político muy nutrido. Entendemos la lucha feminista como una lucha política por la construcción del sentido y el poder público. Esto nos distingue de otros feminismos a nivel internacional en tanto nosotras somos actoras políticas de la realidad argentina. Eso nos implica incidir el diseño de política pública pero también en la representación política y parlamentaria que queremos tener las mujeres con una concepción de género en una perspectiva y mirada transversal que es mucho más que demandas puntuales y derechos puntuales que podemos estar discutiendo. Por supuesto que la discusión del aborto, en ese marco, es producto ni más ni menos que de la cristalización de esta lucha. El aborto es mucho más que un artículo del Código Penal: es un símbolo del movimiento feminista.
 

 


- ¿En la política partidaria es más difícil esta discusión? 

 

- No, la política partidaria también ha sufrido la transformación y hoy, por lo menos, tenemos instalado un sentido de lo que no es políticamente correcto. Hay cosas que antes se decían con liviandad que hoy muchos actores de la política se están cuidando de decirlas o hacerlas porque entienden que hay una construcción social que castiga ciertas actitudes misóginas que hace diez años eran válidas. Esto, por supuesto, nos hace más fácil militar en el espacio para que nadie crea que el lugar de la mujer en la política sea el de estar relegada, el de ser secretaria. Hemos avanzado, pero falta mucho. Convivimos generaciones distintas, miradas distintas, y la batalla cultural es un proceso permanente para volverla una práctica mejor y siempre más inclusiva. Las instituciones son siempre perfectibles y los partidos políticos no son ajenos a esto.

 

- ¿Por eso los bloques de Unidad Ciudadana en la Legislatura están conducidos por mujeres, con Florencia Saintout en el de Diputados y Teresa García en el Senado?

 

- Es un salto de calidad tener a estas dos compañeras de bloque. Tanto Teresa como Florencia son dos cuadros políticos. Tienen una conducción participativa que entiende la construcción hacia la solidaridad y no solo la individualidad, que es un rasgo muy masculino de la política. Fomentando liderazgos como el de tantas otras compañeras, porque las mujeres nos construimos colectivamente. Los liderazgos femeninos tienen esa condición de generar apertura, crecimiento y expresión política. Es muy notorio que los bloques de Unidad Ciudadana tengan una conducción feminista. 
 

 


- ¿Cómo ven que otros bloques opositores de identidad peronista acompañen en algunos temas a Cambiemos y le den quórum en las sesiones?

 

- Entiendo que va a ser la sociedad la que elija qué clase de modelo político tiene que tener el peronismo de la provincia de Buenos Aires y cuál va a ser el programa político que vertebra la asistencia de un espacio peronista, en sus distintas versiones. Nosotros entendemos que el mandato social, electoral de este tiempo es el de la oposición y no la oposición por la oposición misma, sino por entender que esta gente (Cambiemos) hace las cosas mal para el pueblo y bien para un sector que no es el que nos ha votado a nosotros y con el que no comulgamos ideológicamente. Sostener una mirada ideológica es coherencia y esa coherencia es nuestra apuesta en el tiempo. A la gente nosotros siempre le vamos a decir lo mismo. Vamos a estar siempre parados en la misma vereda, así nos favorezcan las cartas o nos vengan para atrás. 

 

- ¿Es posible imaginar una unidad de bloques opositores en la Legislatura?

 

- Eso se va a ir dando en la acción a medida que nosotros podamos construir una agenda en los puntos que nos reúnen, como sucedió en la Nación. A medida que se vayan acercando los momentos de definiciones programáticas antes de los procesos electorales, eso naturalmente debería ir sucediendo. Ojalá lo podamos hacer. En el freno a Farmacity tenemos una posibilidad. Hay un proyecto del Frente Renovador que es muy bueno, que es de Lisandro Bonelli, y proyectos nuestros en ese sentido. Antes del pronunciamiento de la Corte, sería muy importante que tuviéramos una acción de visibilidad de la oposición en este sentido. 
 

 


- El kirchnerismo perdió tres elecciones consecutivas. ¿A qué lo atribuye?

 

- Quisiera desunir los análisis. No creo que los errores tengan que ver con las derrotas electorales ni que las derrotas electorales se expliquen por los errores. El accionar humano está lleno de errores. La perfección imposible del sistema tampoco hubiese capitalizado en resultados positivos en términos electorales y los resultados positivos en términos electorales quizá no se explican por una serie de errores o de aciertos. Hay que escindir un poco eso. En términos personales, creo que hubo cuestiones para criticar y mejorar, pero el rumbo elegido era el rumbo en el que se logran las cosas para el pueblo y, en ese sentido, siempre se construyó en esa dirección y no hay una sola medida en los 12 años de kirchnerismo que haya sido contraria a ese rumbo. Sí hubo un desgaste, porque los sectores de poder han estado siempre afuera del Gobierno. Los sectores de poder fueron acumulándose, aunando fuerzas y generando un candidato de su propia estirpe, que es Macri, y esto hay que analizarlo en términos comunicacionales, de marketing político y regional, como lo estamos viendo en Brasil o como pasó en Ecuador. Creemos que la sociedad, más temprano que tarde, va terminar eligiendo un camino en el que el desarrollo individual tenga más que ver con el desarrollo colectivo. 

 

- ¿El liderazgo de Cristina continúa?

 

- Para la gente sigue intacto. Si la ves con la gente, lo que sucede no te lo finge ningún timbreo, ningún Jaime Duran Barba ni ningún teórico. Lo que pasa con Cristina en la calle y con los representantes de nuestro espacio, que también tienen esa llegada, es impresionante y eso significa que nuestro proyecto está vivo en términos subjetivos. Eso nos hace creer que no estamos equivocados. 

 

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