Antes y durante el partido amistoso que perdió la Selección Argentina ante España, el Gobierno fue eje de dos reuniones vinculadas a la Justicia. La primera fue protagonizada por el presidente Mauricio Macri, que almorzó en la Casa Rosada con el senador Miguel Ángel Pichetto, presidente del bloque del peronismo en la Cámara alta y un interlocutor clave para Cambiemos ante su debilidad de origen como primera minoría. Luego del 6 a 1 en Madrid, el Centro de Información Judicial (CIJ) oficializó una reunión entre Ricardo Lorenzetti, titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y el ministro de Justicia Germán Garavano, que se realizó durante el partido.
ALMUERZO CON PLATO FUERTE. En la cita presidencial el eje fue la nominación de Inés Weinberg de Roca como titular del Ministerio Público Fiscal, pero desde el bloque Argentina Federal del Senado relativizaron sutilmente el apoyo para esa candidata. Pichetto le habría anticipado a Macri que sus compañeros de bancada "debatirán internamente" el perfil de la actual jueza, que encabeza el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.
El bloque que encabeza Pichetto tiene 25 senadores. La misma cantidad que posee Cambiemos. Para la designación de Weinberg hacen falta 48 votos de los 72 que componen la cámara y ése fue el plato fuerte del almuerzo.
El titular de la bancada de senadores del PJ no pidió la reunión. Asistió a la Rosada por invitación del Presidente. Los voceros del rionegrino confiaron que le comunicó a Macri que su bloque no tiene objeciones, a priori, sobre Weinberg de Roca, pero le reiteró que "tendrá que mostrar que está a la altura del cargo para llegar al consenso de los dos tercios", el número que ella deberá sortear para ser Procuradora."Luego de que recorra el procedimiento reglamentario, nuestro bloque debatirá internamente sobre el desempeño de la candidata en la audiencia pública", explicó el senador.
UNIFICAR REFORMAS. Así como Pichetto fue a la Casa Rosada, el ministro Garavano visitó la Corte. La cita fue pública, pero no fue la primera, sino la segunda, luego de un encuentro reservado que se concretó el viernes 16 de marzo y fue revelado por el diario Tiempo Argentino. Tal como contó Letra P, Garavano y Lorenzetti mantenían un dura pelea por los planes paralelos del Ejecutivo y la Corte para reformar al Poder Judicial.
Parte de esa guerra silenciosa estalló durante la apertura del año judicial, donde Lorenzetti habló de la inconsistencia de las reformas del Gobierno y Garavano le devolvió el gesto a través del ex juez Ricardo Gil Lavedra, que en su calidad de titular del Programa Argentina 2020 le recordó a la Corte que había al menos una docena de iniciativas de ese programa que no debían ser ignoradas por las jornadas de reforma judicial que había convocado la Corte.
La pelea tuvo un round secreto ese viernes. Pero este martes, según confiaron fuentes del Gobierno, habría encontrado un punto de tregua. “Acordamos unificar las reformas”, confió a Letra P una fuente oficial sobre la reunión pública, aunque la preocupación de fondo del Gobierno tiene que ver con una serie de fallos del máximo tribunal que podrían ser adversos para Cambiemos.