Tal como se observó en 2017, el primer timbreo nacional 2018 realizado por la alianza Cambiemos, tuvo su epicentro en el conurbano bonaerense, a sabiendas que mejorar la llegada en ese territorio será clave para lograr el triunfo en 2019. Bajo ese esquema, el frente de Gobierno comenzó a exhibir sus jugadores para dar la pelea en las comunas aún administradas por el peronismo. Tal es así que la gobernadora provincial, María Eugenia Vidal, desembarcó en San Martín para caminar junto a su favorito para este bastión: el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Santiago López Medrano.
Otro dirigente con pretensiones de cara a 2019 es Segundo Cernadas. El actor, que suena como candidato Cambiemos a la intendencia de Tigre –actualmente gobernado por el massismo-, recorrió el distrito en compañía de su madrina, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
La Matanza fue otro distrito donde el timbreo sonó fuerte este sábado. Uno de los nombres que se barajan para competir por el principal bastión del GBA, el hoy ministro de Educación Alejandro Finocchiaro, recorrió el distrito acompañado, entre otros, por la legisladora porteña Lía Rueda. Por su parte, el diputado Eduardo “Changui” Barragán timbreo en el barrio Puerta de Hierro.
En Hurlingham, el subsecretario de Gestión Municipal de la Nación y referente PRO en esa comuna, Lucas Delfino, realizó la actividad en compañía del titular de Deportes, Carlos Mac Allister, el secretario de Juventud, Piter Robledo, y la senadora bonaerense Daniel Reich.
En Quilmes, la recorrida estuvo encabezada por el intendente Martiniano Molina, quien con su gabinete completó y concejales locales dialogó con los vecinos sobre sus inquietudes y sobre cómo ven su gestión. “Estamos para dar soluciones, ese es nuestro mandato y el de todo el equipo de gobierno que encabezan el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal”, expresó el intendente Molina.
En Avellaneda, la senadora Gladys González y el titular de la Cámara baja bonaerense, Manuel Mosca, además de timbrear en Wilde junto al diputado Fernando Iglesias y el ministro de Infraestructura bonaerense, Roberto Gigante, también compartieron el operativo “documentación y salud” en Villa Domínico junto a un añejo caudillo peronista local, Baldomero “Cacho” Álvarez. En tiempos de autoproclamado “cambio” y de dardos vidalistas a la pasada provincia de “los Barones”, vuelve al ruedo –de la mano de dirigentes PRO- el ex cacique de Avellaneda que supo ser también ministro y legislador del peronismo bonaerense.
Pero la vidriera de potables postulantes no se encorsetó en comunas ajenas. En Mar del Plata, donde gobierna el díscolo intendente propio Carlos Arroyo, el vidalismo intensifica su apuesta por lograr un sucesor interno. En ese sentido, se pudo observar al predilecto de la cúpula PRO, Guillermo Montenegro, compartiendo la actividad de timbreo con una posible contrincante interna el año venidero: la radical Vilma Baragiola, quien, a pesar de haber encabezado la lista que se alzó con el triunfo local en 2017, no deja de ser considerada por el ala amarilla como una figura de “piso alto pero techo bajo”, ya que buena parte de la opinión pública marplatense aún recuerda con aversión el escándalo que la involucró por presunto pedido de coimas al gremio de Camioneros.
Con la lapicera bonaerense marcando los movimientos en la ciudad balnearia, Baragiola, quien supo mirar de reojo el desembarco con pretensiones de Montenegro –al igual que la mayoría de la dirigencia oficialista local-, tuvo que aceptar compartir el sábado de timbreo con el denominado “Virrey” por parte del intendente Arroyo que, como era de esperarse, se mantuvo al margen de la movida sabatina.
Estas actividades, de las que no participó el presidente Mauricio Macri, se dan tras el encuentro del PRO en Parque Norte, en el que se confirmó la intención del oficialismo de trabajar para la reelección del jefe de Estado en 2019.