Cambio de doctrina: fuego policial a discreción en pleno centro porteño
Efectivos de la Ciudad respondieron a agresiones armadas en la zona de tribunales. Mantuvieron tres enfrentamientos. Una jueza y un empleado judicial resultaron heridos.
En el momento más caliente de la discusión sobre los límites del accionar de las fuerzas de seguridad en la represión del delito, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires respondió a tiros, en pleno microcentro porteño, a las agresiones armadas de una banda de ladrones. Y dio lugar a una balacera de la que salieron heridas dos personas que nada tenían que ver con el episodio, además de uno de los delincuentes.
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Uno de los heridos es una jueza que recibió sendos balazos en sus piernas, mientras que también resultaron alcanzados por los disparos un empleado judicial y uno de los ladrones, informó la agencia Noticias Argentinas.
Un efectivo policial, en tanto, recibió un disparo en el pecho, pero salvó su vida por el chaleco antibalas.
Los hechos se iniciaron alrededor de las 14 cuando una banda de al menos cuatro personas inició su raid delictivo con el robo de una joyería ubicada en Libertad y Corrientes, en la zona de Tribunales, un lugar sumamente concurrido en días hábiles en ese horario.
Según fuentes policiales, los delincuentes llegaron a bordo de una camioneta Ford EcoSport negro a la joyería "Yoni", ubicada en la Libertad 395, a metros de la avenida Corrientes.
Allí, tres sujetos bajaron del vehículo e ingresaron en la joyería, redujeron al dueño del local y los empleados y robaron joyas, relojes y dinero.
Cuando huían, intervino un policía que les dio la voz de alto y se produjo un primer enfrentamiento, en el que el efectivo recibió un balazo a la altura del tórax y salvó su vida porque pegó en su chaleco antibalas.
Los delincuentes huyeron a bordo del vehículo hasta que se cruzaron con efectivos de la comisaría tercera de la Policía de la Ciudad en la esquina de Lavalle y Talcahuano. Allí ocurrió el segundo enfrentamiento.
En medio del violento tiroteo, los delincuentes abandonaron el vehículo y escaparon a bordo de una camioneta utilitaria Peugeot Partner gris cargada de mercadería que le robaron a un distribuidor.
Perseguidos cada vez por más uniformados, los delincuentes intentaron huir pero fueron interceptados por los policías nuevamente en Paraná y Corrientes, donde, en el medio de otra intensa balacera, dejaron abandonado el vehículo que acababan de robar.
El director del SAME, Alberto Crescenti, confirmó que fueron atendidos tres heridos: "Un hombre de 40 años, otro de 27 y una mujer".
La mujer resultó ser la jueza laboral María Alejandra D Agnillo, titular del juzgado nacional de primera instancia del Trabajo N° 63, quien terminó con heridas de bala en ambas piernas.
El joven de 27 años fue identificado como Ezequiel Allende, quien trabaja en el Juzgado Civil N°9.
Ambos fueron trasladados al Hospital Ramos Mejía, mientras que el hombre de 40 años, con una herida en el tórax, sería uno de los delincuentes y fue derivado al Hospital Argerich.
DEBATE. La balacera que sacudió al microcentro porteño en plena jornada laboral se produjo por la agresión armada de los delincuentes, pero eso no alcanza para armar un tiroteo, que se produce por la respuesta de la Policía, que opta por intercambiar disparos en medio de una zona de altísima circulación de personas. ¿Es la estrategia correcta? ¿Existen otras, como perseguir sin disparar o, directamente, renunciar al objetivo de atrapar a los delincuentes bajo la premisa de evitar una escalada de violencia armada que ponga en un riesgo mayor a los inocentes? ¿Cuál debe ser la prioridad: la captura de los delincuentes o la protección de la vida?
El episodio se produjo en un día caliente de una discusión motivada, justamente, por el procesamiento de un policía (Luis Chocobar), que, según entiende el juez actuante, se excedió en el uso de la fuerza letal al dispararle por la espalda a un joven de 18 años desarmado y a tres cuadras de donde había agredido a cuchillazos a un turista estadounidense.
Justamente en esta jornada, que se vería luego sacudida por el tiroteo en el centro, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, además del asesor Jaime Durán Barba, redoblaron la apuesta y anunciaron la decisión del Gobierno de cambiar, en atención a una demanda social, la doctrina dominante para amparar a los policías con el beneficio de la duda en situaciones de represión del delito. Como había dicho un día antes el diputado macrista Eduardo Amadeo: “Nosotros cuidamos a los que nos cuidan, no los metemos presos”.