El ex subsecretario general de Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, aseguró que su mejor “aporte” al Gobierno fue “dar un paso al costado” en medio del escándalo por la cuenta no declarada que tenía en Andorra.
“Me pareció que después de la escalada mediática, lo que más ayudaba al Gobierno era que diera un paso al costado. Nosotros estamos para generar un cambio. Todos los funcionarios están de paso, acompañaré más de afuera que siguiendo en la función", explicó en declaraciones al canal de noticias TN.
Además, remarcó que sólo tiene "palabras de agradecimiento" para el presidente Mauricio Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario general de Presidencia, Fernando de Andreis, su exjefe directo.
El ex funcionario insistió en su inocencia y reiteró que “no hubo voluntad de esconder nada”. “No gané plata. No presté mi nombre a Francisco Casal (representante de jugadores) sino que trabajé con él en esa sociedad", agregó.
Consultado sobre Luis Caputo, acusado de tener acciones de una empresa en un paraíso fiscal, Díaz Gilligan defendió al ministro de Finanzas: "No creo que mi caso sea igual al de él. No creo que tenga que tomar la misma decisión. Es una gran persona y funcionario".
En otro orden, se refirió cuestionó a los medios de comunicación al considerar que “deberían entender que por la institucionalidad estos temas deberían resolverse en la Oficina Anticorrupción (OA) y no en las tapas de los periódicos".
Siguiendo esta línea, cuestionó al kirchnerismo y dijo que ese espacio “nunca rindió cuentas ni tuvo la dignidad de presentar los datos de sus funcionarios ni se hicieron cargo de las múltiples denuncias que tuvieron”. “Nunca funcionó la Oficina Anticorrupción ni dieron explicaciones de nada. A Tailhade le contestaré en la Justicia", completó en referencia a la denuncia del diputado.
Díaz Gilligan abrió la cuenta en 2012 cuando trabajaba para el Gobierno porteño, que en ese momento encabezaba Macri, según reveló El País. La creó a nombre de una firma británica dedicada a negociar pases de futbolistas, Line Action, que a su vez era controlada por la panameña Nashville North Inc.