Cuando aún el gobierno de Mauricio Macri esquiva las esquirlas por el escándalo de la final de la Copa Libertadores y el fallido plan de seguridad en el estadio Monumental, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, puso la cara por el mega operativo de la Casa Rosada e intentó llevar tranquilidad a las delegaciones que arribaron y estar por llegar a la cumbre de líderes del G20, que se extenderá desde el viernes 30 de diciembre al 1 de diciembre en Buenos Aires. "Estamos preparados y con fuerzas suficientes", confió la funcionaria.
"Estamos preparados para brindar la seguridad a los mandatarios", ahondó la ministra durante una conferencia de prensa en el Centro Internacional de Medios (IMC), ubicado en Parque Norte. A lo largo de su presentación, Bullrich buscó sacarse el lastre de la superfinal y llevar tranquilidad a pocas horas del comienzo del evento que reunirá, entre otros, al estadounidense Donald Trump, el chino Xi Jinping y el ruso Vladimir Putin.
"Estamos muy contentos con el desarrollo y la organización", sostuvo Bullrich y adelantó que durante todo el fin de semana "vamos a tener importantes operativos de seguridad" para garantizar el normal desplazamiento de los líderes mundiales y sus delegaciones. Con este último punto buscó, nuevamente, revalidad su decisión de decretar feriado en la Ciudad de Buenos Aires para deshabitar la zona céntrica y concentrar los recursos del Gobierno a la Cumbre.
La ministra brindó detalles sobre el despliegue de la Policía Federal Argentina (PFA), la Gendarmería, la Prefectura Naval Argentina y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), las cuatros fuerzas federales involucradas en los operativos. Además, lanzó un guiño al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, al celebrar el apoyo de la Policía de la Ciudad, el cuerpo de seguridad que quedó en el ojo de la tormenta tras el escándalo de la Final de la Libertadores y la posterior renuncia del ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo.
Bullrich informó sobre la llegada del presidente mexicano Enrique Peña Nieto y aprovechó para explicar el procedimiento de seguridad ante cada arribo: siempre habrá un ministro o funcionario nacional a la espera del jefe del Estado extranjero y luego la delegación del país será escoltada por caravanas de la Policía Federal hacia sus hoteles o los lugares que quieran visitar.
En ese sentido, resaltó que el Gobierno debió "modificar" el operativo destinado al príncipe saudí Mohamed bin Salam porque el mandatario cambió a último momento su lugar de hospedaje: la Casa Rosada tenía previsto un despliegue de fuerzas para un hotel céntrico, pero la delegación saudí decidió ubicarse en la embajada, que fue revestida con vidrios bilndados por seguridad.
Además, en pos de llevar tranquilidad a las delegaciones que se mueven por Buenos Aires, sostuvo que el Gobierno "mira minuto a minuto" el despliegue y el movimiento de los líderes desde un centro de comando ubicado en el Ministerio de Seguridad. Al mismo tiempo, las cuatro fuerzas que participan del anillo perimetral tienen una "réplica" de ese lote de imágenes e informaciones.
"Por el momento, el operativo ha salido bien", destacó Bullrich. No obstante, como aún se espera la llegada de algunos mandatarios, agregó que "no queremos apresurarnos hasta no llegar al último minuto" de la finalización de la cumbre. Por último, la ministra resaltó el acuerdo con las organizaciones sociales para que las marchas se agoten a la Avenida 9 de Julio y la zona del Congreso, el viernes y este jueves, respectivamente.
LOS QUE FALTAN. Por estas horas, en la Casa Rosada catalogan como un "éxito" el arribo de los primeros mandatarios que participarán de la Cumbre G20, aunque hay enojo y desconcierto por la situación con el francés Emmanuel Macron. Hubo un desentendimiento y una foto que dejó mal parado al Gobierno: el presidente europeo bajando del avión sin ningún funcionario argentino que lo recibiese.
Peor aún: el primer argentino que lo saludó fue un operario del Aeropuerto de Ezeiza vestido con un chaleco amarillo, la insignia del movimiento social que marcha contra el aumento del combustible en Paris y pone en jaque al Gobierno de Macron. Sin embargo, las caras gubernamentales cambiaron cuando se entararon que la gira del francés iba bien: visita al Ateneo Gran Splendid y parrilada en Puerto Madero incluida. La algarabía siguió con la foto sonriente con Macri, tomada en la Casa Rosada en horas del mediodía y un gesto hacia su par argentino que incluyó el respaldo ante el préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según pudo saber Letra P, aún restan los arribas de los mandatarios de Sudáfrica, China, Japón, Rusia, Estados Unidos, España, Reunido Unido y Alemania. Trump llegará a Buenos Aires pasadas las 22, la británica Theresa May, el japonés Shinzo Abe después de las 23 En tanto, Putin y Angela Merkel (Alemania) arriban a Ezeiza el viernes en horas de la madrugada, apenas unas horas antes del comienzo de la Cumbre.