La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, promulgó este martes la reforma del fuero laboral sancionada por la Legislatura provincial el mes pasado. Las nueva normativa, que es objeto de fuertes cuestionamientos en el ámbito judicial, contempla la disolución de los tribunales de trabajo y la creación de juzgados unipersonales, como así también nuevas cámaras de apelación.
Mientras el argumento oficial se enfoca en ahorrar en estructura judicial y a la vez acelerar la resolución de las causas laborales, en la Asociación Judicial Bonaerense (AJB) consideran que se crea un sistema de doble instancia similar al existente en la Justicia Nacional del Trabajo y que los cambios "no sólo no resolverán los problemas que actualmente presenta el fuero del trabajo, sino que previsiblemente los agravará porque extenderá el plazo de resolución de los litigios. Como consecuencia de ello, la posibilidad de reclamar judicialmente por la violación de derechos laborales será cada vez más difícil para los trabajadores y las trabajadoras de la provincia".
Durante su tratamiento legislativo, existieron posicionamientos distintos de la oposición a la hora de la votación. En el Senado, luego de una serie de modificaciones, el bloque de Unidad Ciudadana acompañó. Sin embargo, no pasó lo mismo con esa bancada en la Cámara baja, donde sus miembos se abstuvieron argumentando que el texto no ingresó siquiera a comisión para su abordaje.
Los colegios de abogados y de magistrados y hasta la Suprema Corte bonaerense habían cuestionado la iniciativa por considerarla inconstitucional y costosa. En el Frente de Izquierda consideraron que la reforma habilita la "flexibilidad laboral por otras vías".
"Desde hace muchos años el funcionamiento del fuero laboral presenta serios problemas: procesos que se prolongan durante años, falta de integración de los tribunales por la demora en la designación de jueces, vacantes en la planta administrativa y de funcionarios cuya cobertura se posterga indefinidamente, infraestructura obsoleta y deficiente, e imposibilidad de las asesorías periciales y del sistema público de salud en general para responder adecuadamente a las demandas que surgen de los reclamos laborales en trámite ante los Tribunales de Trabajo. A esto deben sumarse los serios inconvenientes que trajo una digitalización mal planificada y peor ejecutada", remarcó la AJB.
En esa línea, el gremio de los judiciales aseguró que “la reforma aprobada por la Legislatura estará lejos de resolver estas cuestiones. En primer lugar, porque su tratamiento no fue precedido de un diagnóstico acerca de las causas de los problemas que actualmente enfrenta el fuero laboral, cuya resolución está más vinculada a decisiones del Poder Ejecutivo y de la Suprema Corte de Justicia que a obstáculos derivados del procedimiento laboral, aun cuando éste siempre pueda ser perfectible. En segundo lugar, porque la creación de un sistema de doble instancia, si no va acompañada de un incremento sustancial del presupuesto asignado al fuero, no hará más que empeorar la situación actual”.
En su artículo 90, la reforma promulgada este martes establece la disolución de todos los tribunales del trabajo actualmente existentes en la provincia de Buenos Aires y la creación de nuevos juzgados de Trabajo.
Y se detalla, en el artículo 93, que “en los Departamentos Judiciales donde existían Cámaras de Apelación del Trabajo integradas por una única sala, la misma estará conformada por tres jueces. En caso de desintegración, la vacante será cubierta por un integrante de la Cámara de Apelación del Trabajo más próxima en distancia”.
En tanto, “cuando exista más de una Sala de Apelaciones del Trabajo por Departamento Judicial, cada una de ellas estará conformada por dos jueces. En este último supuesto, de presentarse disidencia, el tercer voto será emitido por el Juez que resulte sorteado entre los pertenecientes a las restantes Salas de Apelaciones del Trabajo”.