En un duro comunicado que interpela el accionar del gobierno de María Eugenia Vidal, obispos de las diócesis de Lomas de Zamora y San Justo apuntaron contra la “situación inhumana” de los detenidos en cárceles y comisarías bonaerenses y también aludieron al episodio “no esclarecido” en el que fue asesinado un militante de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep) en La Matanza.
El texto firmado, entre otros, por el titular de la Pastoral Social, monseñor Jorge Lugones, tildó a la reciente tragedia en la comisaría 3º de Esteban Echeverría –donde este martes se elevó a nueve el número de fallecidos- como “la masacre más grande en la historia de muertos en comisarías”.
“En este caso había 27 personas detenidas, 17 más de la capacidad de dicha comisaría, más allá que la misma estaba clausurada por incumplir con las condiciones básicas de seguridad y habitabilidad”, remarcaron los obispos para recordar que, “en marzo de este año, el juzgado de Garantías N° 2 de Lomas de Zamora pidió que desalojaran los calabozos y trasladaran a las personas que estaban detenidas, notificó a las autoridades policiales, municipales y del gobierno de la provincia respecto de la ‘prohibición de alojamiento en las seccionales con clausura’ y los instó a que no envíen ahí a nuevos detenidos”.
Ante eso, remarcaron que “este drama es un clamor al cielo que desnuda la situación inhumana en la que viven los presos”. Así, destacaron que “la superpoblación en las comisarías bonaerenses es de un 290% -con un excedente de alrededor de 2900 detenidos” y que existen “alrededor de 42 mil detenidos en cárceles, pero sólo hay plazas para 28 mil aproximadamente, con lo cual el hacinamiento también es brutal en las unidades penitenciarias”.
Mensaje conjunto de los Obispos de las Diócesis de San Justo y Lomas de Zamora. NO NOS ARREBATEN LA PAZ SOCIAL 26 de...
Publicado por Conferencia Episcopal Argentina - Oficina de Prensa en Lunes, 26 de noviembre de 2018
“El alojamiento de personas en establecimientos policiales, así como el hacinamiento en el sistema penitenciario se ha ido consolidando en la Provincia de Buenos Aires como un componente de las condiciones de privación de la libertad”, añadieron para subrayar que estos datos, “sumado a la cantidad de prisiones preventivas dictadas, hace que sea insostenible la situación, y que cualquier dificultad de convivencia, pelea, discusión, etc. sea motivo para encender la violencia en un contexto de encierro que de por sí es violento e inhumano”.
Bajo este escenario, los obispos enfatizaron: “Urgimos a los poderes de la Provincia de Buenos Aires para que adopten las medidas necesarias en el ámbito de sus atribuciones constitucionales, con el fin de asegurar que las detenciones y las condenas que se ejecutan en establecimientos sometidos a su jurisdicción no agreguen a la privación de la libertad lesiones a los derechos humanos de los presos (arts. 18 y 75, inc. 22 de la Constitución Nacional)”.
Asimismo, aludieron a los “sucesos de violencia y de inseguridad en La Matanza que tienen como muestra en los últimos días: el no esclarecido incidente que tuvo como consecuencia la muerte de un militante de la Ctep en Ciudad Evita, el incendio del Móvil Sanitario de OPISU en el barrio San Peterburgo y el asesinato por robo de un vecino de Barrio Sarmiento cuando se dirigía a su trabajo en horas de la mañana. Reclamamos la presencia efectiva del Estado que no haga de estos lugares ‘tierras de nadie’, donde gobierna la marginalidad y la droga bajo la complicidad de ciertos sectores de la seguridad”.
El documento titulado “No nos arrebaten la paz social” ratificó palabras del papa Francisco: “Vivimos en la cultura del descarte que afecta a tantas personas excluidas, a quienes se considera desechables”. “No queremos resignarnos a que esto sea así y también nos unimos a su llamada: Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla”, puntualizaron.