La demostración de fuerza que el peronismo que nuclea a los gobernadores, Sergio Massa y Miguel Ángel Pichetto hizo el miércoles en la Casa de Entre Ríos no provocó zozobra en la dirigencia kirchnerista, que encontró debilidades en el armado, pese al volumen de presencias, y se encargó de remarcar las diferencias entre los discursos de los mandatarios provinciales respecto de la unidad y, más específicamente, de Cristina Fernández de Kirchner.
“No hay un discurso uniforme en ese espacio, hay dos miradas diferentes. (Juan Manuel) Urtubey dice que Cristina es su límite, mientras que Massa tiene un discurso más conciliador: prácticamente dijo lo mismo que la propia Cristina”, analizó un referente kirchnerista consultado por Letra P.
En efecto, si bien tanto Urtubey como Pichetto se encargaron de ubicar a la ex presidenta como límite de la construcción, algunos gobernadores se mostraron menos determinantes. “No hay nadie excluido. No queremos caer en falsas dicotomías”, dijo el anfitrión, Gustavo Bordet, al llegar a la reunión de la Casa de Entre Ríos. “En este espacio no puede haber exclusiones, nadie puede quedar afuera. Hoy es tiempo de consensos", coincidió el tucumano Juan Manzur, quien se sumó al encuentro tras haber participado de una reunión en el edificio del PJ, en la calle Matheu, junto a José Luis Gioja y Daniel Scioli, presidente y vice del partido, respectivamente.
Para los referentes del Frente para la Victoria (FPV), los discursos de Bordet y Manzur muestran que, pese a la foto del miércoles, los gobernadores “van a tener que acordar con el kirchnerismo si quieren garantizarse el triunfo en sus distritos”, por lo que la unidad nacional no está tampoco descartada, sostienen.
La reunión de Scioli con Juan Schiaretti en Córdoba este jueves también le restó dramatismo a la división. “La provincia más fuerte de ese armado es Córdoba. Hoy estuvo Daniel con Schiaretti. Seguramente vamos a llegar a algún acuerdo con el Gringo también”, se ilusionó un dirigente de diálogo frecuente con la ex presidenta.
Otro dirigente kirchnerista reparó, también, en las ausencias territoriales y remarcó que, más allá de la participación de nueve gobernadores, el espacio no tiene referentes fuertes de la provincia de Buenos Aires –a excepción del propio Massa-, la Ciudad de Buenos Aires ni Santa Fe, tres de los cuatro distritos electorales más importantes del país, y que no alberga nombres “fuertes” en cuanto a los liderazgos provinciales.
En las filas del cristinismo analizaron la reunión de la “mesa de los cuatro” con los gobernadores como una “reacción” frente a los movimientos de la Mesa de Acción Política del PJ, que incorporó en las últimas semanas a actores como Felipe Solá, Hugo Moyano, la CGT y los movimientos sociales. “Quisieron mostrar algo rápido, es lógico”, dijo un diputado que trabaja desde el interior por la unidad peronista y que señaló la ausencia de gobernadores “netamente ganadores”, como el santiagueño Gerardo Zamora –su vice, José Neder, está apuntado en el PJ institucional-, Sergio Uñac, Carlos Verna, Gildo Insfrán, Lucía Corpacci y Alberto Rodríguez Saá. Los últimos tres, junto a Alicia Kirchner, asiduos concurrentes a las tertulias del peronismo que lidera Gioja.
En tanto, en el armado que lideran Schiaretti, Massa, Urtubey y Pichetto aseguran que Verna, Uñac y Zamora marcarán su pertenencia a ese espacio en el próximo encuentro. El sanjuanino se encargó de confirmar este jueves en rueda de prensa que estuvo invitado pero que no pudo asistir debido a su agenda en Valle Fértil, aunque afirmó que el peronismo debe “lograr algún concepto de unidad”. “Las próximas reuniones del justicialismo no deben ser en contra de otro sector del mismo partido, debe ser para aglutinar”, dijo Uñac.
“Si el encuentro fue hecho para fortalecer la unidad opositora, bienvenido. Si fue hecho para dividir, favorece a (Mauricio) Macri”, advirtió el jefe del bloque del FPV, Agustín Rossi. “Siempre es bueno que los gobernadores se junten para tratar sus temas comunes”, apuntó Gioja ante la consulta de Letra P. El presidente del partido se diferenció además de las declaraciones de Urtubey y Pichetto al señalar que “nadie puede excluir a nadie”.