El Partido Justicialista porteño no irá a elecciones para renovar el plantel de autoridades que conduce el partido a través de reiteradas prórrogas. Hubo un acuerdo entre el peronismo clásico, el kirchnerismo y el sindicalismo peronista para frenar el fuego amigo y avanzar en un esquema de unidad mediante la conformación de una Mesa de Acción Política que permita normalizar la estructura partidaria y encarar en paz el 2019.
Como reveló Letra P, se acordó posponer las elecciones y formar una órgano que tendrá la función de destrabar el sinuoso camino de la renovación de autoridades, rodeado de un proceso inagotable de internas sectoriales y un apocalipsis judicial que reavivó el fantasma de una intervención partidaria durante el mes de junio. Una mesa similar a la que ya opera en el PJ nacional.
El presidente del PJ porteño, Víctor Santa María.
Finalmente, ese caos de denuncias, amparos y cuestionamientos internos por la cantidad de afiliados culminó en la construcción de una Mesa de Acción Política que integran el actual presidente del PJ, Víctor Santa María, el vicepresidente 1° del partido, Andrés Rodríguez, el presidente del Congreso Metropolitano, Mariano Recalde, y la vicepresidenta 1° del Congreso, María Rosa Muiños.
A partir de la próxima semana, estos cuatro dirigentes peronistas debatirán el nombre de los hombres y mujeres que podrían incorporarse a la mesa. La idea, según pudo saber Letra P, es imitar el proceso del PJ nacional y apuntar a una “integración progresiva”. Es decir, convocar a todos los espacios, pero ir sumando actores de manera paulatina y siempre respetando la paridad de género. Este último punto representa un avance dentro de la orgánica partidaria: tanto la Mesa de Acción Política como el listado de apoderados deben garantizar la paridad entre sus miembros.
Andrés Rodríguez, vicepresidente I del PJ porteño y titular de UPCN.
Santa María ejerce la presidencia del PJ porteño desde 2014 y, ante la imposibilidad de un acuerdo general para renovar la conducción, su mandato es sometido a prórrogas sistemáticamente. Fue legislador porteño, conduce el Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH), preside el Club Sportivo Barracas y actualmente ejerce como parlamentario del Mercosur. Además, por su faceta sindical tiene un pie en la Confederación General de Trabajadores (CGT).
Rodríguez también proviene del sindicalismo y tiene mucha gravitación en la CGT merced a su trayectoria como titular de Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), gremio que acaba de acordar con el gobierno de Mauricio Macri un incremento salarial del 10% y un bono compensatorio de 5.000 pesos para fin de año. Desde la conducción del sindicato de trabajadores estatales acumuló poder y hoy es una pieza clave hacia dentro del peronismo.
El legislador porteño y presidente del Congreso Metropolitano del PJ, Mariano Recalde.
Recalde representa la pata peronista - kirchnerista dentro de la mesa. El ex presidente de Aerolíneas Argentinas es identificado con La Cámpora, pero también con el PJ. Desde el 10 de diciembre de 2017 ejerce como legislador porteño, al igual que la cuarta integrante de la Mesa de Acción Política, la peronista María Rosa Muiños, que atraviesa su segundo mandato como diputada. Muiños integra el Nuevo Espacio de Participación (NEP) y preside el Bloque Peronista en la Legislatura capitalina, desde donde trabajó por incorporar la paridad de género en las listas porteñas, como quedó asentado en el flamante Código Electoral porteño.
La Mesa de Acción Política tiene un objetivo institucional y otro de carácter político. El primero es de aplicación inmediata y consiste en reunir a todos los sectores para mostrar el normal funcionamiento del PJ local y sortear el complejo escenario judicial que desde agosto atormenta al peronismo porteño: amenaza de intervención, un fallo de la jueza María Servini de Cubría que paralizó la elección y reiterados amparos del ex secretario de Comercio Guillermo Moreno para ralentizar el proceso eleccionario. La constitución de la Mesa serviría, confían en el PJ porteño, para terminar ese caos judicial y, si bien no habrá renovación de la presidencia, lograr una estabilidad política entre todos los espacios que conviven en el peronismo local.
La legisladora porteña y vicepresidenta 1° del Congreso Metropolitano del PJ, María Rosa Muiños.
El segundo objetivo de la Mesa es político - electoral y tiene como horizonte el 2019. A espejo de la conducción nacional, la versión porteña del PJ apela a un acuerdo entre todos los sectores para desde la Mesa de Acción Política mostrar una pluralidad y tantear una unidad de cara a las elecciones presidenciales.
Entre los integrantes de la Mesa gira un interrogante común: ¿hay margen para ampliar el mandato del presidente del PJ? Es un debate que buena parte del peronismo porteño quiere poner sobre la mesa desde hace tiempo y esta oportunidad podría ser vital. Quienes se inclinan por aumentar la cantidad de años de la presidencia sostienen que los dos años que indica la carta orgánica "no alcanzan". Esa modificación, advierten, hubiese colaborado para que Santa María no haga uso constante del recurso de la prórroga, por ejemplo.