La jueza federal María Romilda Servini de Cubría suspendió el cronograma electoral acordado para las elecciones del Partido Justicialista de la Ciudad y, consecuentemente, se paraliza la renovación de autoridades, que avanzaba a paso firme mediante un acuerdo de todos los sectores.
La magistrada decidió frenar el proceso eleccionario porque una modificación en la carga de padrones de la Cámara Nacional Electoral (CNE) ralentizó el recuento de afiliaciones peronistas y, a su vez, frustró el conteo de nuevos afiliados. En el fallo de Servini -al que accedió Letra P-, la jueza pide "readecuar" el calendario electoral y aclara que “se encuentra inhabilitado el Sistema Informático Electoral (SIE) hasta la puesta en marcha del nuevo Sistema de Gestión Electoral (SGE)” y que esa situación logra que el PJ porteño no cuente con el padrón actualizado, tal cual lo requiere su Carta Orgánica y el reglamento electoral interno a la hora de la elección de autoridades, prevista para el 30 de septiembre.
Además, ese "inconveniente tecnológico" -como lo bautizaron en el PJ porteño- impidió que se cargue la información de afiliaciones posteriores al 29 de junio y, entonces, se estaba avanzando hacia una elección con padrón "incompleto". Si bien la magistrada aclara que no puede determinarse el tiempo que tomará la carga de todas las afiliaciones hasta que entre en función el nuevo sistema de la CNE, en el peronismo porteño se muestran optimistas y adelantan que la situación se resolverá en breve.
En rigor, se trataría de un trámite burocrático que frena hasta nuevo aviso el cronograma o hasta que se actualicen dichos padrones. Una vez resuelta la actualización, las actuales autoridades partidarias del PJ deberán acordar un nuevo cronograma. “Es un trámite formal, en 10 días se normaliza y retrasaremos todo un mes más”, desdramatizaron fuentes de la conducción del PJ capitalino.
Por estas horas, en el PJ porteño hay una negociación entre varios sectores para confluir en una lista de unidad. A excepción del ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, el sector del peronismo que lideran Víctor Santa María y Juan Manuel Olmos, el kirchnerismo y los sindicatos recorren un camino común de cara a las elecciones. Los comicios para renovar autoridades estaban previstos para el 30 de septiembre, pero el fallo de la CNE lograría que la votación se posponga un mes.
La negociación se encamina a coronar a los diputados Mariano Recalde y María Rosa Muiños al frente de la conducción del PJ capitalino. Sería un estilo de presidencia novedoso para el espacio que conduce hace años Santa María. En tanto, el titular de UPCN, Andrés Rodríguez, quedaría al frente del Congreso Metropolitano del justicialismo porteño.
Fruto de este acuerdo entre el peronismo y el kirchnerismo dentro del PJ local, se avanzaría en una lista de unidad. Esta conexión, insospechada tiempo atrás, logró que se eliminara la posibilidad de avalar el voto indirecto en los comicios de autoridades partidarias. Además, todos los sectores del PJ capitalino cerraron filas cuando, como adelantó Letra P, asomó el fantasma de la intervención de la mano de Luis Barrionuevo, que, una vez ungido como interventor nacional del PJ por la propia Servini, empezó a delinear un mapa con los distritos a controlar y apuntó a la Ciudad. Finalmente, su estadía en el PJ local duró hasta que la CNE anuló la intervención.