El diputado provincial del Frente Renovador Pablo Garate se prepara para hacer un nuevo salto político cuando se discuta el presupuesto bonaerense. El legislador amaga con no votar la ley de leyes que María Eugenia Vidal giró a la Legislatura, a contramano de lo que por ahora harían sus compañeros de bloque en base al acuerdo de gobernabilidad que hasta el momento el líder del espacio, Sergio Massa mantiene con la mandataria provincial.
Garate quiere ser candidato a intendente en el municipio de Tres Arroyos. Para eso debe cerrar con todo el espectro peronista y en ese acuerdo se alinea con quien fue su principal vetador: el diputado provincial por Unidad Ciudadana Carlos “Cuto” Moreno.
Moreno jugó para la candidatura de Roberto Fernández cuando fue electo senador bonaerense. Fernández es de Tres Arroyos como Garate y tras su paso por la Cámara baja también fue diputado provincial, más acá en el tiempo. En 2015, Fernández asumió internamente en la Cámara baja por la Sexta sección electoral en lugar de Ricardo Moccero. En aquel entonces, Fernández había agradecido al Cuto Moreno “la oportunidad”, de ocupar esa banca provisioriamente. Garate siempre quedó relegado de ese espacio y por eso se había pasado a las filas de Massa en 2013.
El diputado renovador sí había ocupado con antelación una banca. Fue por el Frente para la Victoria (FpV) y por un breve período en 2009 producto del fallecimiento del diputado Gerardo Rattero, ex intendente de Torquinst. En el kirchnerismo nunca le tuvieron absoluta confianza y lo vetaron.
En ese período de interinato votó junto al sciolismo y luego, algunos años más tarde, fue uno de los armadores de Massa en el sur bonaerense. Así fue que en 2013 ingresó a la Cámara baja ya dentro del massismo por la Sexta sección y renovó en 2017 siendo uno de los pocos que le dio una buena noticia al ex intendente de Tigre.
Pero la coyuntura ahora lo lleva a meter otro volantazo. “El presupuesto y el endeudamiento de la provincia representan la falta de decisión política de la gobernadora de plantarse ante el ajuste del Gobierno nacional, esto demuestra que seguimos sin un gobernador o gobernadora que defienda verdaderamente al conjunto de los bonaerenses”, apuró Garate en un comunicado en soledad días atrás.
“Es muy personalista, se maneja como si fuera solo él”, se animan a soltar algunos compañeros de bloque. Lo cierto es que en la última sesión también votó en soledad contra la reforma a los tribunales de la justicia laboral que impulsaba Vidal. Le achacan también la poca actividad de la comisión de Reforma Política que preside y que para el massismo es vital para mover su proyecto de ley que desengancha las elecciones municipales.
Cuando Felipe Solá dejó el bloque del Frente Renovador junto a un puñado de diputados nacionales, en la legislatura los ojos se posaron sobre Garate. Hasta el momento no tomó el mismo camino que el ex gobernador, también afín a cambiar su pertenencia política. Es cuestión de tiempo.
Esta semana al conocerse el nuevo comunicado de Garate expresando su visión negativa al presupuesto, una fuente legislativa con anclaje en el peronismo fue contundente: “Es como Patricia Bullrich, está cada vez más cerca del partido Me Pasó”, ironizó dejando abierta la puerta de una salida del tresarroyense.