La secretaria de Políticas Universitarias, Danya Tavela, estaría a un paso de dejar su cargo, luego de cerrar la tirante paritaria del sector y mantener tensas diferencias con el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro. La funcionaria, de origen radical, dejaría el puesto a partir del 1 de noviembre. Ante las consultas de Letra P en la cartera educativa no confirmaron ni desmintieron la información, pero fuentes oficiales vinculadas a la gestión del sistema nacional de educación superior confiaron a este medio que “la dimisión ya fue presentada, por razones personales, a partir del mes próximo”.
Tavela fue vicerrectora de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA) y estudió en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde forjó su militancia en la Franja Morada, el frente universitario de la Unión Cívica Radical (UCR). A pesar de ese origen, la mujer tendría más coincidencias políticas con el partido GEN, de Margarita Stolbizer, que con la conducción del radicalismo que integra Cambiemos.
La funcionaria fue una de las principales negociadoras con los cinco gremios docentes durante la paritaria universitaria, pero las crecientes diferencias con Finocchiaro derivaron en un desgaste de la relación que no pasa inadvertida dentro de la cartera educativa.
Su llegada al cargo fue posterior a la dimisión que presentó Albor Cantard, un cuadro del radicalismo que fue rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y dejó la SPU para encabezar la lista de diputados nacionales por Santa Fe, bajo el signo de Cambiemos. Tras las elecciones de octubre de 2017, Cantard fue electo diputado nacional y dejó el lugar en manos de su entonces subsecretaria.
Dentro de la cartera de Educación, la relación entre Finocchiaro y Tavela es materia de especulaciones, especialmente desde la agudización del conflicto docente por la paritaria de este año. “Si ella deja el puesto, abre la posibilidad para que el radicalismo se quede con ese lugar”, deslizó una fuente de Cambiemos en referencia a la posibilidad de que sea reemplazada por el actual director Nacional de Desarrollo Universitario y Voluntariado, Pablo Matías Domenichini, que esta en la órbita de la SPU. También con pasado militante en la Franja Morada, es egresado de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) y en esa casa de estudios se desempeñó como secretario de Vinculación Tecnológica.
Hace 20 días, en las últimas elecciones de la UCR de la Provincia de Buenos Aires, quedó como secretario general , dentro de una serie de acuerdos que ratificaron al vicegobernador provincial Daniel Salvador como titular del partido. Entre sus correligionarios es considerado un hombre que reporta directamente a Emiliano Yacobiti, ex titular de la UCR porteña y actual vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en cuyo rectorado también fue secretario de Hacienda. Yacobiti sigue orgánicamente vinculado a la conducción del radicalismo porteño, como uno de los seis secretarios de la mesa directiva que actualmente preside Guillermo de Maya. Pero desde su entorno negaron una vinculación directa con el posible reemplazante de Tavela. Oriundo del municipio bonaerense de Esteban Echeverria, Domenichini también cuenta con el aval, apoyo y promoción del rector de la UNLZ, Diego Molea, cercano al ministro Finocchiaro, proveniente de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLM).
“Si designan a Domenichini al frente de la SPU queda el núcleo más duro de la UCR en esa área, y eso implicaría una etapa aún más conflictiva en materia presupuestaria”, deslizaron en la cartera educativa, en referencia a la tensión creciente entre Finocchiaro y Tavela en materia de financiamiento público de la educación superior y también en la forma de afrontar el conflicto con los gremios docentes. .En el viejo Palacio Pizzurno reconocen que Tavela tenía una mejor relación con el primer titular de la cartera educativa, Esteban Bullrich (que dejó el cargo para ser candidato a senador nacional por Buenos Aires), que con Finocchiaro, que transitará el año próximo con una arquitectura presupuestaria definida en base a las metas de reducción del déficit fiscal acordadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).