En total, ocho provincias renovarán sus escaños en las elecciones legislativas: Buenos Aires, Jujuy, La Rioja, San Luis, Santa Cruz, Formosa, Misiones y San Juan. Con un dato determinante: el Frente para la Victoria arriesga la mayoría en siete distritos, ya que se renuevan las bancas obtenidas con el triunfo arrollador de Cristina en 2011. La única excepción es San Luis, donde la mayoría hoy está en manos de Adolfo Rodríguez Saá.
OFICIALISMO EN CRECES. El interbloque oficialista tiene hoy 15 integrantes netos, entre nueve radicales y seis del PRO, a los que se suman dos aliados, el santafesino Carlos Reutemann y el sanjuanino Roberto Basualdo. De esos 17 legisladores, sólo pone en juego cuatro bancas, todas por la minoría: las de la jujeña Silvia Giacoppo, el santacruceño Alfredo Martínez, el formoseño Luis Naidenoff y Basualdo.
¿Cuáles son entonces las perspectivas de Cambiemos en la Cámara alta? Hay tres provincias donde espera invertir la relación de fuerzas -Jujuy, La Rioja y Santa Cruz-, otras tres donde puede incorporar un senador por la minoría -Buenos Aires, San Luis y Misiones- y dos donde imagina renovar la actual banca por la minoría -Formosa y San Juan.
Así las cosas, los comicios de octubre serán pura ganancia para el oficialismo. Si los cálculos se hacen realidad, el interbloque que preside el radical Ángel Rozas sumaría seis legisladores y pasaría a tener 23 en total. Podrían ser 24, si finalmente Bullrich se impone este domingo, en cuyo caso ingresará también al Senado su compañera de fórmula, Gladys González.
Ángel Rozas y Julio Cobos, referentes del interbloque de senadores de Cambiemos.
EL EFECTO CRISTINA Y EL ROMPECABEZAS PERONISTA. Resulte primera o segunda, ya es un hecho que Cristina tendrá un lugar en el Senado durante los próximos seis años. Todo un dato para un peronismo en plena reconstrucción de cara a 2019. Y es que el Senado es hoy el mayor reservorio de poder del PJ, que tiene la llave para aprobar o trabar todas las leyes que se le antoje.
El bloque conducido por Miguel Pichetto tiene 38 integrantes y un kirchnerismo duro que hoy suma por lo menos una docena de senadores -Ana Almirón, Anabel Fernández Sagasti, Marcelo Fuentes, Virginia García, Silvina García Larraburu, Ruperto Godoy, Nancy González, María Ester Labado, Mario Pais, Marina Riofrío, María Inés Pilatti Vergara y María de los Angeles Sacnun-, de los cuales cinco concluyen sus mandatos el 10 de diciembre -Virginia García, Labado, Godoy y Riofrío-.
El número de integrantes del kirchnerismo duro se mantendría estable, con entre 11 y 12 senadores
Este grupo casi no se alteraría numéricamente después de octubre. Si Cristina ganase en Buenos Aires y el kirchnerismo se quedase con la minoría en Santa Cruz -su tierra madre-, perdería sólo un legislador y pasaría a tener 11 soldados bajo el mando de la ex presidenta, frente al bando del peronismo “dialoguista” que le garantizó a Cambiemos la sanción de importantes leyes el año pasado.
Las diferencias entre ambas fracciones del bloque ya son un secreto a voces. En varias votaciones la fractura quedó al desnudo -la ley de pago a los holdouts fue una de las más significativas- y la presencia estelar de Cristina sin dudas calará hondo. ¿Terminará de partirse el bloque? ¿La ex jefa de Estado buscará posicionarse para 2019? ¿Cómo será la relación con gobernadores peronistas que inciden en las discusiones parlamentarias?
La convivencia entre Cristina y Pichetto también despierta todo tipo de especulaciones. “Traidor hijo de puta”, lo calificó la ex mandataria en una de las famosas conversaciones telefónicas con quien fuera el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli. El senador rionegrino, en privado, no la nombra: la llama “la señora”. Dos pistas de la coexistencia que se viene.
Miguel Pichetto, de las figuras del peronismo más encumbradas de los últimos tiempos.
EL MAPA ELECTORAL. En “la madre de todas las batallas” se da una situación particular: ninguno de sus tres representantes actuales volverá al Senado. En diciembre se vencen los mandatos de los peronistas Juan Manuel Abal Medina -candidato a diputado por el frente randazzista Cumplir- y María Laura Leguizamón y el del margarito Jaime Linares, quienes no se postulan.
De confirmarse los pronósticos preelectorales, Cristina y el ex canciller Jorge Taiana serán los próximos ocupantes de las bancas por la mayoría, mientras que la minoría quedaría para Bullrich. El oficialismo no tiene hoy ningún representante por Buenos Aires, ya que en 2011 Cambiemos ni siquiera existía.
La provincia de La Rioja será otra de las claves. Con Carlos Menem fuera de juego por la impugnación de la Justicia electoral, la elección en ese distrito encendió una luz de esperanza para Cambiemos, que postula al ex ministro de Defensa Julio Martínez. Las bancas que se renuevan son las de Hilda Aguirre -quien ingresó en 2011 de la mano de Menem-, Teresita Luna y el propio ex presidente. De ellos tres, sólo Luna, del Movimiento Evita, está en carrera.
Carlos Menem, impugnado por la Cámara Nacional Electoral (CNE).
En Jujuy, Cambiemos espera capitalizar el envión que significó el triunfo de Gerardo Morales en 2015. Con la detención de Milagro Sala como condimento en la elección, el oficialismo intentará arrebatarle al peronismo las bancas por la mayoría, que hoy están en manos de Walter Barrionuevo y Liliana Fellner, hermana del ex gobernador Eduardo Fellner. Los precandidatos del frente “Cambia Jujuy” para lograr este cometido son Mario Fiad y Silvia Giacoppo, que busca renovar mandato.
Otra de las provincias que renuevan senadores es San Juan. El justicialismo cuenta hoy con las bancas de Ruperto Godoy y Marina Riofrío y apuesta fuerte a las elecciones con un Uñac en la boleta. Rubén, hermano del gobernador, encabeza la dupla para el Senado con respaldo del titular del PJ, José Luis Gioja. En la vereda de enfrente, Cambiemos postula al actual senador Roberto Basualdo, quien hoy se maneja con un monobloque.
En el caso de Misiones, Cambiemos hoy no tiene representantes y por eso intentará alzarse, de mínima, con la banca por la minoría. Los escaños que se renuevan son los de Salvador Cabral y Juan Manuel Irrazábal por el Frente para la Victoria-PJ y Sandra Giménez, aliada de Maurice Closs, que se postula como senador. El ex gobernador se enfrentará al titular del PRO, Humberto Schiavoni.
Con el reinado de Gildo Insfrán, en Formosa no hay antecedentes de derrotas peronistas y es por eso que se espera que Cambiemos sólo renueve la banca por la minoría con el radical Luis Naidenoff. Terminan los mandatos de María Teresa González y José Mayans, quien también buscará un nuevo mandato y hoy es el vicepresidente del bloque del PJ-FpV.
En Santa Cruz, donde la figura fuerte de la oposición local es el radical Eduardo Costa, Cambiemos se entusiasma con revertir su situación y arrebatarle la mayoría al camporismo, que hoy tiene a Virginia García, la cuñada de Máximo Kirchner, y a María Ester Labado. La alianza PRO-UCR-CC quiere capitalizar en las urnas el infierno que atraviesa la provincia patagónica, con sus cuentas en rojo.
Por último, en San Luis, Cambiemos no tiene hoy ningún senador y para esta elección apuesta, cuanto menos, a darle un susto a los Rodríguez Saá con la candidatura del ex gobernador Claudio Poggi, quien obtendría la banca por la minoría. Adolfo Rodríguez Saá va en busca de su tercer mandato, pero se despide su histórica mano derecha, Liliana Negre, quien esta vez no se postuló.