Nuevamente la crisis se hace presente en Mar del Plata en tiempos de arroyismo. Aunque en esta oportunidad el temblor es político y resiente fuertemente la estructura municipal. Y es que, visiblemente molesto por la confección final de la lista de precandidatos a concejales por Cambiemos, el intendente Carlos Arroyo desató su furia, apuntando fundamentalmente a quien a priori consideraba su aliada en la álgida disputa interna de cara a las próximas legislativas: su secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, a la cual le pidió la renuncia acusándola de deslealtad.
Tal como lo viene contando Letra P, la sociedad política entre el alcalde melancólico de los años de plomo y la radical díscola de la conducción partidaria fue consolidándose a lo largo de este año electoral, con la idea de que la boleta oficial sea encabezada por la funcionaria, aunque con marcado predominio de Agrupación Atlántica (AA), el espacio vecinal del mandamás marplatense.
En efecto, este se reflejó en un primer bosquejo al que accedió este medio en el que Baragiola era la primera candidata rodeada de dirigentes alineados al arroyismo: su yerno Mauricio Loria y el secretario del Concejo Juan Tonto. Sin embargo, tras la batería de quejas que proliferaban desde los distintos sectores internos –e intervención de emisarios bonaerenses mediante-, Arroyo tuvo que ceder, pasando a sus dos delfines del cuarto y quinto lugar -en el que figuraban en el bosquejo inicial- al sexto y octavo respectivamente.
Aunque quien se posicionó fue Baragiola, la cual colocó a una concejal de su espacio, María Cristina Coria, en el quinto casillero, con chances ciertas de poder renovar su banca.
Estos movimientos son los que provocaron la ira del jefe comunal, además de la aparición en la nómina en segundo lugar de uno de los dirigentes del PRO duro, el titular del Emtur, Guillermo Volponi, sobre quien también se posa un halo de incertidumbre en torno a su continuidad en el gabinete arroyista.
De acuerdo a lo detallado por el portal marplatense 0223, Arroyo llamó a Baragiola para que vaya este lunes a su casa en el barrio Don Bosco. Sentados frente a frente, el jefe comunal le habría espetado. “Fuiste desleal conmigo, Vilma”.
Ante eso, Baragiola le habría puesto la renuncia a disposición de inmediato, a lo que el mandamás marplatense retrucó: “Usted ya sabe lo que tiene que hacer”. Así, no sólo la secretaria de Desarrollo Social, sino que el grupo de funcionarios municipales que le responde presentaron sus renuncias. Con Arroyo volviendo al Palacio Municipal este martes, luego de atravesar un cuadro gripal, se verá si la crisis se profundiza o si se logra abortar una ruptura que aparece latente ni más ni menos que con la dirigente que tendrá que defender la boleta del oficialismo.