El presidente Mauricio Macri sufrió este miércoles una "leve descompensación" en Ecuador, a donde viajó para asistir a la ceremonia de asunción del nuevo jefe de Estado de ese país, Lenin Moreno. El mandatario argentino se ausentó del discurso del sucesor de Rafael Correa por ese percance de salud, que fue confirmado por la Casa Rosada y adjudicado a "los efectos de la altura" en la que se encuentra Quito, la capital ecuatoriana (ver "La información oficial...").
Según fuentes oficiales, Macri tuvo una descompesación adjudicada "a la altura, el calor y el cansancio por el vuelo", pero fue atendido en el mismo edificio de la Asamblea Nacional, donde ocurría la asunción de Moreno. Lo mismo le ocurrió al presidente paraguayo, Horacio Cartés.
Aunque la información oficial aclara que se trató de un episodio menor, la salud del Presidente no es la primera vez que se convierte en noticia. En junio de 2016, Macri se transformó en el mandatario argentino de esta etapa democrática que más rápido debió ser internado cuando tuvo que ser trasladado de urgencia a una clínica de Olivos con un cuadro de arritmia. A fines de ese año, en tanto, fue sometido a una breve intervención en sus cuerdas vocales.
Macri llegó a Quito en la mañana de este miércoles junto a su esposa, Juliana Awada, para participar de traspaso de mando, de Correa a Moreno. Según informaron medios ecuatorianos, el Presidente arribó “atrasado” a la capital de ese país, por lo que se demoró en llegar a la ceremonia, que se realizó en la Asamblea Nacional.
El primer mandatario argentino estuvo al comienzo del acto sentado entre el presidente de Haití, Jovenel Moïse, y el vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz– Canel Bermúdez, desde donde aplaudió el paso de la banda presidencial de Correa a Moreno pero se retiró minutos más tarde.
Al momento de la presentación de todos los jefes de Estado que participaban de la ceremonia, la locutora oficial los fue mencionando uno por uno, mientras la cámara los enfocaba y los mandatarios hacían gestos de saludo. Desde el colombiano Juan Manuel Santos hasta la chilena Michelle Bachelet y el boliviano Evo Morales, los presidentes sonrieron en la pantalla.
A la derecha, la silla vacía esperaba por Macri en la ceremonia de asunción del flamante presidente ecuatoriano.
Pero al tocarle el turno a Macri, la locutora lo mencionó pero la cámara evitó hacer foco en la silla vacía del presidente argentino, cuya ausencia quedó en evidencia en la transmisión. Luego de la presentación de los mandatarios, comenzó el discurso de Moreno.
La ausencia de Macri llamó la atención de los medios locales y argentinos, pero fuentes de la Casa Rosada indicaron que el Presidente sufrió una “leve descompensación, por los efectos de la altura”. El jefe de Estado argentino fue invitado a trasladarse a una sala contigua, donde un médico local y su médico personal le dieron de beber té de coca y le indicaron que comiese frutas. Posteriormente, el Presidente volvió a participar de la ceremonia, indicaron fuentes oficiales.
Tras la ceremonia, Macri participó junto a Awada de la comida de honor a los jefes de Estado, que se realizó en el Palacio de Cristal, en Ichimbia. “Antes del almuerzo fue nuevamente revisado por los facultativos que, al observar que no había recuperado los niveles de presión y que continuaba con síntomas de cansancio y molestias, le indicaron descanso”, dijo un comunicado oficial.
Más tarde, el Presidente recibiría la llave de la Ciudad, en el Centro Cultural Benjamin Carrión, de manos del alcalde Mauricio Rodas Espinel, opositor al espacio Alianza País, el partido del ex presidente Correa y del nuevo mandatario.
Rodas Espinel es alcalde de Quito desde 2014 y llegó a ganar las elecciones de la ciudad con el consejo de Jaime Durán Barba, asesor estrella del presidente Macri.