El escenario productivo se agrava en la provincia de Buenos Aires. Este miércoles por la mañana se conoció la crítica situación que están padeciendo trabajadores de la fábrica Volkswagen en Pacheco, partido de Tigre, y de las plantas que la química Atanor tiene en las ciudades de Baradero y Munro, distrito de Vicente López.
Estos casos se suman a una cadena de decisiones empresariales que afectan directamente a trabajadores de distintos puntos del territorio bonaerense, donde la gobernadora María Eugenia Vidal ha decidido no designar a un reemplazante de Joaquín de la Torre en el Ministerio de Producción, que permanece acéfalo desde que éste fue nombrado ministro de Gobierno, hace 74 días.
Sin titular de Producción, es solo la cartera que encabeza Marcelo Villegas, el Ministerio de Trabajo, la que se ocupa de trazar acuerdos paliativos entre patrones y trabajadores llegando, incluso, a decidir recortes de salarios al 50% a cambio de evitar despidos.
En este contexto, este miércoles operarios de la empresa Volkswagen, instalada en la localidad de Pacheco, partido de Tigre, denunciaron que 600 trabajadores serán suspendidos durante un año y medio, a partir de marzo, y recibirán sólo la mitad de su salario.
Según relató a Radio 10 el delegado Juan Carlos Amado, la empresa puso a disposición los retiros voluntarios y denunció que el trabajo se intensificó para que los operarios se retiren y cobren lo que la compañía ofrece.
"Esta es una política de la empresa, porque la camioneta Amarok se sigue fabricando a mucho ritmo", dijo Amado, quien contó que en la planta de Pacheco, donde gobierna el massista Julio Zamora, hay más de 4.000 trabajadores y no se sabe cómo seleccionarán a los 600 suspendidos. Y agregó: “De palabra nos dijeron que nos van a pagar 75% en negro, que es algo así como el 55% de nuestro salario actual. Esto va a durar hasta el invierno de 2018".
En tanto, la química Atanor cerró dos de las cuatro plantas que la empresa tiene instaladas en la provincia de Buenos Aires: la ubicada en Munro, partido de Vicente López, distrito dirigido por Jorge Macri, que dejó a ochenta operarios en la calle, y la de Baradero, que despidió a sesenta trabajadores.
La decisión, según detalla Infobae, forma parte de un proceso de reducción iniciado hace unos meses, alegando la necesidad de "concentrar" sus esfuerzos en las fábricas de San Nicolás, Pilar y Río Tercero, Córdoba.
“Cuando llegamos a trabajar nos encontramos con el portón cerrado y con un papel que nos informaba que la planta cesaba la actividad productiva”, detalló a Letra P Juan Prost, un operario con 41 años de antigüedad.
Además, indicó que la “decisión se tomó sin previo aviso” y añadió: “Nos tomó de sorpresa porque se estaba produciendo normalmente; no entendemos por qué decidieron bajar la persiana”.
Desde Baradero, indicaron a este portal que la situación en ese distrito, gobernado por la intendente de Cambiemos Fernanda Antonijevic, se desarrolló de la misma manera y añadieron que en el mediodía de este martes los sesenta trabajadores comenzaron a recibir los telegramas de despido.
La situación en esta ciudad es crítica en cuatro de sus seis fábricas. Según medios locales, también están en riesgo operarios de las plantas Germaiz, BRF e Ingredion, donde se han denunciado amenazas de despidos y el ofrecimiento de retiros voluntarios, además de vaciamiento.
El martes, el presidente de la firma PC-Arts Argentina, ensambladora de la marca Banghó, Carlos Suaya, confirmó que la empresa despedirá a más de la mitad de sus 800 empleados y culpó a la quita de aranceles a la importación de productos informáticos dispuesta por el Gobierno.