JUSTICIA PRO

La Rosada debate la conveniencia del caso CFK y teme la reunificación del PJ

En Balcarce 50 descartan que Macri incluya el pedido de desafuero en el temario de sesiones extraordinarias del Congreso. "Silenzio stampa" y tranquilidad general con la agenda parlamentaria.

Con tono taciturno, los inquilinos de la Casa Rosada se debatieron entre la euforia contenida y la cautela desde que se enteraron de las detenciones, sin sentencia, de Carlos Zannini, Héctor TimmermanLuis D´Elía, Fernando Esteche, Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil y de la senadora y ex presidenta Cristina Fernández de Kichner, a quien el juez federal Claudio Bonadio procesó con prisión preventiva por traición a la patria y pidió su desafuero para apresarla. En la planta baja de la Casa Rosada, los funcionarios consultados por Letra P aseguraron que se enteraron por los medios, pero la versión repite el libreto que los voceros presidenciales utilizan desde el año pasado para tomar distancia de las detenciones de ex funcionarios del kirchnerismo.

 

Sin embargo, en la intimidad de los despachos del primer piso ya comenzaron las evaluaciones internas y debates entre quienes prefieren a la ex presidenta como principal antagonista y otros que eligen verla tras las rejas. Las preferencias sobre el destino de CFK contrastan con el discurso público del Gobierno, ahora concentrado en guardar silencio y ceñirse a lo que digan los principales escuderos de Cambiemos en el Congreso, como el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y el titular del bloque de diputados de PRO, Nicolás Massot

 

Los movimientos del juez Bonadio, aliado del oficialismo, generan suspicacias en la Casa Rosada. El inédito pedido de detención por una de las causas más polémicas contra la ex presidenta fue posterior a la decisión del ex titular del bloque PJ-FpV, Miguel Angel Pichetto, de armar un bloque del peronismo sin CFK y sus nuevos escuderos. En sus manos descansa la decisión de no darle curso al pedido de desafuero hasta que no haya una sentencia firme, algo que Pinedo intentó poner en duda desde la mañana. Para la Casa Rosada ése será el único concepto oficial: una posible ofensiva política para insistir con que el Senado trate el desafuero, que convivirá con la negativa del Gobierno a incluir el pedido de Bonadio en la convocatoria a sesiones extraordinarias que delinean en el Ministerio del Interior, que encabeza Rogelio Frigerio. El Senado tiene 60 días para contestar, pero dentro de 20 comenzará la feria judicial de verano y en el Gobierno no se muestran presionados por esa relojería procesal, porque el efecto público del embate de Bonadio ya está instalado desde este jueves por la mañana. 

 

"UN PAÍS EN EL QUE TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY"

 

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, publicó en su cuenta de Facebook un breve comunicado sobre el pedido de desafuero de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Este es el texto completo:

El procesamiento de la Ex-Presidente es un tema estrictamente judicial. Dada la particularidad de la causa, por el tipo de denuncia y las acusaciones, creemos que es necesaria una investigación muy bien hecha y esperamos que se pueda desarrollar en la normalidad que requiere un tema institucional.

 

Más allá de las acusaciones, los argentinos conocen al presidente Mauricio Macri, saben que no vino a manipular la Justicia, sino que vino para ayudar a que crezca nuestro país y fortalecer nuestro marco institucional.

 

Creemos en el normal funcionamiento de las instituciones como parte de la construcción de la República, garantizando absolutamente el Estado de Derecho y las libertades. Tenemos que acostumbrarnos a vivir en un país en que todos somos iguales bajo la Ley y curar la desconfianza con las instituciones.

 

 

Fuentes cercanas al ministro de Justicia, Germán Garavano, evitaron opinar sobre el fallo, pero destacaron que "lo importante es elevar de primera instancia a juicio oral", en referencia a la pertinencia de que el caso concluya su etapa de instrucción y pase a segunda instancia, para que exista finalmente una sentencia definitiva. Quizás, una coincidencia con la lectura de Pichetto. 

 

Dentro de la arena política del Congreso, los operadores del Gobierno para las extraordinarias que se avecinan sostienen que el fallo no les "empioja" la negociación con los gobernadores en marcha, atravesada por la firma del pacto fiscal, la restitución del fondo del Conurbano para la provincia de Buenos Aires y la reforma previsional.  

 

 

 

No es un punto de vista uniforme dentro del ala política del Gobierno. "Ahora tenemos el dilema de cómo seguir polarizando con Cristina, si Bonadío la intenta sacar de la escena política y meterla presa, porque además esto puede reagrupar al peronismo", analizó un funcionario de la Casa Rosada, perteneciente a la línea de funcionarios que apuesta a la polarización permanente con el kirchnerimo.

 

Respecto a la relación con los gobernadores tampoco hay grandes certezas. "Tenemos pronósticos, pero todavía no tenemos claro si los gobernadores aceptarían un desafuero en estas circunstancias. También pueden pensar que el oficialismo no tiene límites y que mañana les puede tocar a ellos. Seguro hay otros que dirán que es el momento justo para liberarnos de ella", deslizó la fuente para graficar las especulaciones que respiran en Balcarce 50 sobre el futuro judicial de CFK y sus consecuencias políticas. 

 

 

 

También existe un frente interno que podría generar más problemas que soluciones. "Si no promovemos el desafuero, ¿cómo le explicamos al núcleo duro que votamos en contra del desafuero de CFK, cuando siempre dijimos que eran el origen de todos los males?", se preguntó otro hombre del Gobierno. 

 

"Hoy es un día para mirar la tele y guardar silencio", contestó otro escudero del oficialismo que puebla el sector Sur de la Casa Rosada, en referencia al posible "silencio estampa" que adoptarán los funcionarios del Gobierno para mostrar distancia de la decisión judicial, cuando en rigor, como un secreto a voces, dentro de Cambiemos celebran la decisión de Bonadío como si fuera propia. Con ese espíritu, las espadas comunicacionales del Gobierno intentarán mostrarse impávidos ante las palabras que les dedique CFK. 

 

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