La socia en el frente Cambiemos del presidente Mauricio Macri, la diputada nacional Elisa Carrió, si bien defendió la reforma previsional, aceptó que el oficialismo cometió errores en su tratamiento, sobre todo cuando se evaluó que las modificaciones salieran por decreto. Atribuyó los hechos de violencia y la represión en las inmediaciones del Congreso “al kirchnerismo y a la izquierda” por estar al frente de “un intento de desestabilización”.
“Me di cuenta de que estábamos frente a un claro intento de déja vu de 2001 en las acciones del Frente para la Victoria, en la actitud de los que atropellaron al presidente de la cámara (Emilio Monzó), era como un 2001 sin contexto”, analizó la diputada nacional de Cambiemos en una entrevista concedida al diario La Nación y agregó: “Me llamaron por el decreto y les dije que bajo ningún concepto podrían hacerlo, y ahí me prefigure clarísima la imagen de (Fernando) De la Rúa con el estado de sitio”.
En esa línea, consideró que tenían “que hacer funcionar el Parlamento, y el DNU era una derrota del Parlamento y la democracia. La verdad es que el Presidente hubiera pagado un precio altísimo por ese acto, de los que no se hubieran hecho cargo ninguno de los que lo asesoraban. La cuestión estaba dividida, y yo estaba en mi casa. Cuando vi que no había forma de que se impusiera la visión más moderada, saqué un tuit, porque yo no iba a involucrar a la Coalición Cívica en eso, hasta ahí, no”, remarcó.
La diputada nacional atribuyó los hechos de violencia sucedidos en las inmediaciones del Congreso a “un claro intento de desestabilización por parte del kirchnerismo y la izquierda”.
“Se cayó el sistema de impunidad. La detención de (Julio) De Vido es un punto sin retorno, porque ahí todos se dieron cuenta de que la cosa iba en serio. No hay que convalidar ninguna sedición, el país debe aprender a vivir acorde a la Constitución”, remarcó y agregó: “Es una oportunidad interesante, es algo así como el intento de los carapintadas, el orden constitucional que se mantuvo con firmeza, con no violencia, desarmados prácticamente, son héroes los policías de la ciudad. Sacar a la Gendarmería también fue un acierto”.
Carrió sostuvo que está “conforme con la reforma a futuro, porque hay que medir lo que implica en el mediano y largo plazo”, aunque indicó que “el sistema previsional hay que revisarlo en tres años, porque el problema ya no es quiénes son los jubilados hoy, el problema es que nadie en la Argentina va a tener 30 años de aporte. Es para jubilarse en los próximos 10 años”.
Además, se refirió a la extensión de un bono al sector afectado por la reforma a manera de compensación, y admitió que cuando se refirió aún no lo había acordado con el Presidente. “Yo pedí el bono, y no salía, no lo había hablado directamente con el Presidente, pero me pareció que si no salía por la Presidencia iba a salir por el Parlamento, porque no se podía convalidar esa injusticia”, remarco y aclaró: “En realidad no estaba la posibilidad del bono, la invente ahí, en la sesión del jueves, como una manera de destrabar. Se estaba hablando, pero yo dije que el bono estaba, fue un acuerdo de todo Cambiemos.”
“Yo tenía que salvar al Parlamento, salvar una sesión, salvar la ley, cubrir al Presidente y no traicionar a los jubilados. Estoy segura de que en dos años los jubilados nos van a agradecer”, indicó Carrió.