Cristian Adrián Ritondo ocupa uno de los sillones más calientes de la provincia de Buenos Aires desde el diez de diciembre de 2015. Quienes lo frecuentan cuentan que, desde que desembarcó en el gobierno de María Eugenia Vidal, “no tiene tiempo para nada”, pero este lunes hizo una pausa de casi dos horas e invitó a almorzar a todos los diputados porteños del PRO al Ministerio de Seguridad bonaerense.
Cómodo, relajado y rodeado de ex compañeros de ruta, Ritondo relató experiencias de su nuevo cargo, lo comparó con la vida política y de gestión en la Ciudad y llenó de elogios a su jefa y al presidente Mauricio Macri.
El encuentro se venía organizando desde hace tiempo, pero en la agenda del ministro no fue fácil encontrar un hueco. Se decidió por un lunes porque “es el día más tranquilo”, aunque la suposición falló: la detención de un “capo del juego ilegal”, que sucedió días atrás y fue revelada por Luis Majul en la noche del domingo, copó la agenda mediática durante toda la mañana.
Igualmente, el ministro respetó la promesa y abrió las puertas del salón contiguo a su despacho para los ediles macristas. Ese espacio fue reservado por Ritondo para atender visitas políticas, como el caso de los intendentes, aunque en esta oportunidad se corrió de ese protocolo: el encuentro fue “un almuerzo de camaradería”, donde se habló “poco y nada” de política.
Luego de la visita guiada a las instalaciones del edificio ubicado en la calle 2, entre 51 y 53, se sentaron a la mesa. A la entrada de empanadas, siguió un pollo al horno con ensalada. Se ofrecieron copas de vino y gaseosa para beber, aunque la mayoría evitó el alcohol porque fueron hasta La Plata manejando sus automóviles. Debido a que suspendieron el plan original de alquilar una combi para trasladarse, algunos se organizaron por el grupo de Whatsapp de los diputados para compartir el viaje. Helado de crema cubierto chocolate fue el postre que ofreció el anfitrión.
Como cuando era presidente de la Legislatura porteña, la ligazón de Ritondo con diputados y su poder de convocatoria sigue intacto: asistieron 26 de 28 legisladores. Omar Abboud y Claudio Niño se ausentaron por razones de fuerza mayor: están de viaje en Roma, donde verán al Papa Francisco. También fue invitado el ministro de Gobierno provincial, Federico Salvai, quien tuvo un paso por el Parlamento porteño y compartió el recinto con la mayoría de los comensales de este lunes, pero por cuestiones de agenda no pudo asistir.
En la reunión, el ministro hizo hincapié en la “buena sintonía”, el “buen diálogo” y “lo cómodo” que trabaja con Vidal. A su vez, rescató las “transformaciones” que impulsa la gestión bonaerense y “explicó” las “diferencias” con la gestión de la Capital Federal. En ese sentido, evaluó que “la Ciudad está invisible en lo mediático”. “Ustedes pueden hacer cualquier cosa que no va a salir en ningún lado”, bromeó, exagerando una situación que se vive en el PRO desde diciembre de 2015: el foco está puesto en la provincia de Buenos Aires –la madre de todas las batallas electorales- y en la Nación, con todo lo que significa un cambio de gobierno tras 12 años de administración de un mismo signo político.
Además, Ritondo contó que habla seguido por teléfono con Macri y recordó una anécdota reciente. Días atrás, el presidente recorría el conurbano y lo llamó. “Acabo de ver un patrullero sin patente”, le informó. Al final, según explicaron desde el ritondismo, el vehículo estaba en regla.
“Viste lo que hacía antes en Capital, bueno ahora lo hace también a nivel nacional y provincial”, elogió, entre bromas, Ritondo. En el PRO repiten hasta el hartazgo que en su paso por la Jefatura de Gobierno, Macri llamaba a sus funcionarios cuando detectaba problemas, como sucedía con los baches en las calles porteñas.
Uno de los legisladores recordó el “humor” de Ritondo al presidir las sesiones, que solía transformarse en "mal humor" cuando la reunión parlamentaria no venía favorable al oficialismo. Todos rieron cuando rememoraron una anécdota de la última sesión del 2014. El bloque PRO apuró la sanción de la creación del Distrito Metalmecánico, promovida por el entonces ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera, pero a último momento el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, llamó para pedir explicaciones sobre el proyecto, del cual no estaba enterado. Furioso, Ritondo amenazó con boicotear la sesión, que ya llevaba varias horas, y que aún no había llegado a su punto cúlmine: el tratamiento del Presupuesto para el 2015. El enojo bajó y la sesión se renaudó, aunque la iniciativa de la polémica se desechó y la ley de leyes se sancionó.
Se habló muy poco de la actualidad del Parlamento, aunque lo “poco” alcanzó para dejar un mensaje que el macrismo intensificó en los últimos días, al menos en el mundo porteño. Haciendo una breve enumeración de las leyes por venir y el diálogo con la oposición, uno de los presentes lanzó: “Los radicales siempre igual, son sinuosos”. Ese pensamiento está en sintonía con una bronca que va in crescendo en la Ciudad entre el PRO y la UCR y que se empezó a entrever en la última sesión de la Legislatura, cuando SUMA + se abstuvo de votar la Villa Olímpica, un proyecto clave para Horacio Rodríguez Larreta.
El ministro bonaerense aprovechó el encuentro para relajarse y hacer “catarsis”, tras ocho meses de gestión de pura tensión: desde la triple fuga hasta los bolsos del ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo José López. Meses intensos a los que debió poner un freno en junio, cuando fue internado por un cuadro de neumonía y los médicos le recetaron hacer reposo. Tras ese hecho, adelantó a sus familiares que “estudia” dejar el cigarrillo.