-El año pasado fueron a las elecciones junto a parte de la CTA y el PC… ¿En qué quedó ese armado?
-En realidad en el último tiempo venimos en la Ciudad tratando de articular con diferentes espacios, no sólo espacios políticos, sino también sindicales, culturales y sociales. Estamos hoy en esa misma sintonía. Nunca dejamos de conversar con nadie, creemos que todavía en la Ciudad no se expresó lo que creemos que se tiene que expresar, que es un espacio con una amplitud importante. No sólo de partidos, sino de sectores, que pueda expresar algo más grande.
-¿El Frente para la Victoria no expresó ni expresa eso en la Ciudad?
-El Frente para la Victoria expresa a quienes acompañaron al Gobierno nacional hasta el diez de diciembre del año pasado y a algunos que siguen sintiéndose contenidos por lo que expresó ese gobierno. Creo que no expresa más que eso, que es mucho e importante. Pero no alcanza para ganar la Ciudad. Hay que expresar un espacio más amplio, para ganar la Ciudad, que aquellos que se sintieron parte del gobierno de Cristina.
-¿Cuáles son esas organizaciones con las que están dialogando?
-Con sectores del peronismo de la Ciudad, que está en el FpV y los que no, sectores que participaron en la lista del FIT de hace dos años, que son parte de la CTA de Pablo Micheli, Unidad Popular, Patria Grande, Movimiento Popular la Dignidad, sectores que agrupan a pequeños comerciantes. Muy amplio.
Para nosotros es importante que se entienda que lo que queremos expresar no tiene que ver con sumatoria de partidos, sino también sumatoria de sectores sociales, culturales que no es el formato con el cual se han concebido los frentes en el último tiempo. Con todos ellos estamos hablando con la idea de confluir en un espacio amplio. Queremos gobernar la Ciudad de Buenos Aires y creemos que tiene que haber un espacio que se proponga eso y salga de los lugares cómodos.
Sacar 20 puntos no es despreciable pero para nosotros hay que salir de esos lugares cómodos y, para eso, tenés que asumir que tenés que sentarte a discutir y a tratar de llegar a puntos de acuerdo con sectores, actores, dirigentes y espacios con los cuales, tal vez, antes del diez de diciembre no coincidíamos sobre el rumbo del gobierno. De eso se trata, para nosotros, construir una nueva mayoría. Se trata de poder sentarnos en una mesa con actores con los que tenemos una mirada diferente de lo que fue el gobierno anterior, pero tratemos de poner el esfuerzo, porque sino no hay posibilidad de construir una nueva mayoría entre los que pensamos lo mismo.
-No nombró ni a La Cámpora ni a Nuevo Encuentro… ¿Tienen diferencias?
-Tenemos diferencias y coincidencias. También venimos conversando con ellos, porque estamos convencidos de que un espacio con vocación de gobernar la Ciudad tiene que contener al amplio campo nacional y popular junto con el progresismo. Es la única forma de ganar la Ciudad. En ese sentido, conversamos y tratamos de articular con todos los sectores que se enmarcan en ese espacio, después hay diferencias pero van a seguir existiendo y está bien que así ocurra porque somos espacios políticos distintos.
Lo que intentamos hacer es que primen las coincidencias, que seguramente son más importantes que las diferencias. Ellos hasta acá tuvieron una mirada que es la de expresar de manera pura al kirchnerismo en la Ciudad, nosotros creemos que el diez de diciembre terminó una etapa y que la mejor manera de aportar a un proyecto nacional que pueda ser alternativa en el 2019 es si en 2017 construimos pequeñas victorias en todo el país. Para eso hay que discutir la especificidad. Nunca acá ese espacio discutió la especificidad de la Ciudad, nunca discutimos cómo construimos un espacio bien porteño, que entienda las características de este distrito, que pueda interpelar desde distintos lugares.
En general, fue una caja expresando una política nacional. El diez de diciembre cambió el gobierno nacional y hay otra situación y si vos, a partir de esta otra situación, no tenés otra política algo mal estás haciendo.
-En 2013 fueron en una colectora del FpV, apoyaron a Daniel Filmus y a Juan Cabandié ¿Qué cambió ahora?
-Creemos que nadie tiene que atarse a ningún frente ni atarse a algún sello y de ahí no moverse. Hay que cambiar. Estamos dispuestos a rediscutir y revisar políticas y esperamos que el resto de los compañeros estén dispuestos a revisar una política y, en función de eso, sentarnos en una mesa y ver cuál es la mejor manera de expresar una alternativa en la Ciudad que se plantee ser gobierno.
Hay una diferencia. No es ilógico que te pares y digas que querés sacar el 18 por ciento para meter tres diputados y seis legisladores y no te interesa armar un frente, juntarte con otro. No compartimos esa mirada. Creemos que hay que tener una política para ganar la Ciudad y para eso tienen que estar todos, los del FpV y otros. No se va a ganar la Ciudad sólo con el Frente para la Victoria ni solo con espacios satélites.
-Cuando habla de sumar al progresismo porteño… ¿A qué progresismo se refiere?
-Un progresismo que en parte expresó (Martín) Lousteau. Claramente expresó una parte del progresismo de la Ciudad que ha perdido claridad y referencias claras en los últimos años, porque el kirchnerismo ha expresado otra parte. Creemos que hay una discusión a dar. El emerger de ECO algo dice, el ballotage también algo dice. Está claro que el PRO tiene un apoyo importante pero que también tiene un techo muy claro: (Horacio) Rodríguez Larreta entre la primera vuelta y el ballotage no creció absolutamente nada.
Para los votantes de ECO que no quisieron que el PRO siga gobernando la Ciudad hay que tener una política. Todos aquellos que creen eso pueden tener millones de diferencias entre sí, pero lo que tenemos que buscar nosotros es cómo lo expresamos. A veces es con candidatos y a veces es expresando algo distinto. Yo no creo que haya dirigentes que tengan hoy un voto cautivo y que digan que tienen cinco por ciento de voto progre, cinco de voto peronista… Eso no existe más. Son contados con la mano los que tienen voto propio y que vaya donde vaya los arrastra.
-¿Qué lectura hace del rol de Cristina y del kirchnerismo como oposición?
-El cimbronazo del diez de diciembre hizo estallar muchas cosas y muchos todavía están terminando de acomodar y a otros les está costando reconocer el nuevo estadío de la política nacional. El FpV tiene que ordenar rápidamente con mayor claridad cuál va a ser su política. Cristina es una figura muy importante. Está claro que no puede ser la única y no tiene sentido depositar en ella toda la responsabilidad de la reconstrucción de un movimiento nacional que pueda ser alternativa a Cambiemos. No hay que ganar su nivel de representatividad pero nosotros no creemos que haya que depositar todos sus esfuerzos ni que haya que quedarse sentados esperando a ver qué dice o deja de decir Cristina. Tienen que emerger nuevos dirigentes y formatos de participación política. Mirar para adelante y ella tendrá el rol que ella defina, pero no es bueno estar esperando definiciones mesiánicas de ningún dirigente.
-¿Participaron de la Marcha de la Resistencia?
-No. No estuvimos porque nos parece que a la hora de estar en la calle resistiendo las políticas de ajuste de Mauricio Macri hay que hacerlo en un marco de unidad lo más amplio posible y eso supone construir vínculos y diálogo con sectores sociales que tuvieron una visión distinta al gobierno anterior. Eso muestra amplitud.
-¿Qué tipo de amplitud?
-Amplitud es lo que pudimos construir en la marcha de San Cayetano hasta la Plaza de Mayo, donde había sectores políticos, sociales y sindicales que hace un año era imposible que se junten. Si vos convocás a una marcha sólo invitando a un sector o sólo a los que se sienten representados por el gobierno anterior y la conducción de Cristina, estás dejando a muchos afueras. Y de lo que se trata ahora es de tener una política construir unidad, amplitud y no dejar sectores afuera. Por eso no estuvimos, no nos sentimos interpelados y nos parece que esos no son los formatos de unidad que hay que construir para estar en la calle.
Habrá diferentes posicionamientos de cómo construir una alternativa electoral, pero a la hora de estar en la calle contra las políticas de ajuste hay que construir marcos de unidad bien amplios. Para eso no te podés cerrar sobre posicionamientos duros y con tinte netamente político.
-En la Ciudad construyeron un acercamiento con Jorge Taiana y el Movimiento Evita… ¿Siguen relacionados?
-Con el Evita tenemos una muy buena relación. Conversamos. Somos parte de la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) y charlamos sobre aspectos comunes en relación a lo que hay que construir, a dejar de lado falsas dicotomías en relación al gobierno anterior, que hay que mirar para adelante. Nuestra voluntad es construir con ellos también y que sean parte de este espacio.
-Los líderes del Movimiento Evita se referencian constantemente con el Papa ¿Qué representa su figura para Seamos Libres?
-El Papa está jugando hoy un rol central geopolíticamente. Es prácticamente una de las únicas voces con nivel de penetración altos que está haciendo cuestionamientos muy claros y concretos al sistema capitalista y al sistema de explotación actual. En ese sentido, nosotros nos sentimos muy identificados cuando el Papa hace alusión a cómo está devastando el sistema capitalista al planeta y los sectores humildes. Después, por supuesto, es Papa. No es un compañero de una unidad básica y hay que entenderlo así. Nosotros vemos que el Papa está de este lado.
Está teniendo planteos interesantes en una institución conservadora y retrógrada como la Iglesia. Seamos Libres tiene posicionamientos muy claros en torno al aborto, por ejemplo, y tratamos de ver al Papa en otra dimensión. No sólo como el jefe de la Iglesia Católica, sino como un líder mundial que dice muchas cosas que están muy bien.
-¿Qué balance hace de la gestión de Mauricio Macri?
-Están haciendo lo que vinieron hacer. Resulta raro que con niveles de torpeza muy altos, como el tarifazo. Que era un gobierno que venái a generar una transferencia enorme de recursos de los sectores más populares a los de más recursos lo sabíamos todos y es lo que van a seguir haciendo. Esto no hay posibilidad de que cambie. ¿Cómo haces para que no haya más desocupación si cada vez abrías más las importaciones? La profundización del modelo va hacia ahí. Beneficia al sector financiero y al agroexportador, hasta la UIA discute y le sale a pegar porque las industrias no paran de caer en términos de la producción.
Yo veo muy difícil que pueda revertir la situación económica. Nadie va a venir a invertir en un país donde va a bajar muchísimo el consumo, donde tenés tasa de interés tan alta. Te dicen que van a llegar inversiones pero, en paralelo, toman un montón de medidas económicas que van en contra de eso.
-Seamos Libres motorizó la aprobación de la ley de centros culturales… ¿Se aplica?
-Junto a otros centros culturales impulsamos una ley que fue presentada en la Legislatura en 2014 y se votó en 2015. Esa ley reglamentaba la figura legal de centros culturales, que entonces no existía, y se aprobó por amplia mayoría pero desde su votación hasta no sé aplicó. Por distintos motivos sigue sin aplicarse y, en paralelo, continúan las clausuras, la persecución. Una situación agobiante para este tipo de espacios. Esperamos que prontamente se pueda reglamentar y aplicar para que un centro cultural pueda tener la legalidad.
-¿Qué balance hace de la gestión de Larreta?
-Se ve un gobierno que no está teniendo visibilidad. Prefirió, a partir de la llegada de Macri a la Nación, correr a la Ciudad de la discusión. La impresión que da es que Larreta bajó el perfil y no quiere que los coletazos de algunas decisiones nacionales lo toquen. Es decir, que no sea receptor de situaciones de conflictividad social producto de los tarifazos, la desocupación o problemas irresueltos. La estrategia es correrse de la escena y esperar, aunque no sé qué porque mientras no se avanza los problemas de la Ciudad se van agudizando. Los datos en relación al desempleo en la Ciudad son preocupantes.
-Antes, habló de lo “importante de discutir la especificidad” de la Ciudad… ¿A qué se refiere?
-En la Ciudad hay problemas de vivienda, de transporte, de medioambiente, de los espacios recreativos y distensión. Se necesita un formato en un espacio que agarre los principales problemas que tiene la Ciudad y pueda construir propuestas y pueda comunicarlo con la claridad suficiente para que la gente entienda y se la pueda interpelar desde otro lugar para que pueda comprender las problemáticas.
Son muchos los problemas y se van a agravar. Que el distrito más rico del país no pueda tener una política para que no impacte como impactó la desocupación en la Ciudad es grave. El problema de la Ciudad es la cantidad de recursos con los que cuenta y la incapacidad para resolver problemas estructurales. Es no sólo lo que se hace mal, sino lo que no se hace y se podría hacer. Esto se ve en diversos indicadores, como la profundización entre la zona sur y la norte, la imposibilidad de resolver una educación distinta, una salud distinta, de tener una política habitacional que permita acceso al crédito, que la política de transporte sea acorde a una Ciudad de estas características. Discutir la Ciudad de Buenos Aires desde la Ciudad de Buenos Aires.