La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner calificó este miércoles de "golpe institucional" la destitución de la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, suspendida en mayo tras ser acusada de violar las normas fiscales de su país, al advertir que la remoción de la jefa de Estado representa una "nueva forma de violentar la soberanía popular".
"Se consumó en Brasil el golpe institucional: nueva forma de violentar la soberanía popular", señaló la ex presidenta. A través de su cuenta en la red social Twitter, Fernández de Kirchner planteó que "América del Sur" es "otra vez laboratorio de la derecha más extrema".
"Nuestro corazón junto al pueblo brasileño, Dilma, Lula y los compañeros del PT", añadió.
También se pronunció el ex canciller y actual titular del Parlasur, Jorge Taiana, quien manifestó su "solidaridad con @dilmabr @LulapeloBrasil y el pueblo brasileño".
Por su parte, el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández señaló que "el golpe en Brasil es un grave retroceso para las democracias de nuestra América morena", y expresó "toda la solidaridad para Dilma, Lula y el pueblo brasileño frente a esta avanzada conservadora".
Este miércoles, los opositores a Dilma consiguieron 61 votos para consumar la destitución que la referente del PT denunció como un golpe de estado durante su defensa ante la Cámara alta brasileña. Del total de 81 senadores, 20 se opusieron a la remoción, que fue llevada a juicio político acusada de cometer irregularidades al emplear transferencias de recursos frente al déficit fiscal, una práctica habitual en gestiones anteriores.
Rousseff estaba ya suspendida del cargo desde el 12 de mayo por decisión de la Cámara de Diputados, que votó el inicio del proceso. Ahora, el Senado puso fin a su mandato tras cinco años y medio en el cargo, con una reelección en 2014 con 54 millones de votos.