Primero arremetió en marzo contra Mauricio Macri, su política tarifaria y el rol de su operador judicial y reemplazante en Boca Juniors, Daniel “el Tano” Angelici. Luego atacó la gestión de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, por la decisión de la mandataria de mantener como jefe de la Policía bonaerense a Pablo Bressi. Ahora, para evitar nuevos cruces contra gobernantes del PRO, el asesor jurídico del Presidente e ideólogo de la trunca jugada para nombrar por decreto a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz en la Corte Suprema, Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, organizó un encuentro cerrado y “pacífico” entre la diputada nacional y socia fundadora de Cambiemos, Elisa Carrió, y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
El objetivo del PRO es claro. Para evitar futuros cuestionamientos públicos de Carrió, motivan encuentros para aplacar sus críticas y exhibir una especie de camaradería entre sus principales figuras y la chaqueña. Sucedió con Macri, la invitó a Olivos, y con Vidal, que fue hasta la casa de la diputada para “amigarse”. Desde la Coalición Cívica se cansan de repetir que es “imposible” calmar y frenar las críticas de Lilita, pero la meta del macrismo es, en definitiva, amortiguar golpes y evitar más “fuego amigo”.
La jugada de Pepín, que abrió las puertas de su casa para que se vean las caras, es para adelantarse a futuras críticas de la legisladora, algo para lo que trabajó también el vicejefe de Gobierno, Diego César Santilli, aunque con menos éxito. Rodríguez Simón entabló una buena relación hace meses con su par del Parlasur en representación de la Coalición Cívica, Mariana Zuvic, pero coincide principalmente con la diputada nacional en mellar el poder de Daniel “el Tano” Angelici, enfrentado históricamente con el otro sector judicial del PRO que encabezan el jefe de asesores de la Presidencia, José Torello, y el secretario Legal y Técnico, Pablo Clusellas, ex compañeros de Macri en Cardenal Newman e integrantes de la línea histórica del partido Compromiso Para el Cambio (CPC).
Larreta y Rodríguez Simón compartieron el gobierno de Macri en la Ciudad, cada uno desde su rol. El asesor jurídico no se alejó demasiado del distrito, sigue ofreciendo sus servicios en Nación y en la Capital al mismo tiempo. Por pedido del presidente, encabezó la estrategia contra el empresario Cristóbal López para que abone la deuda con el distrito en concepto de Ingresos Brutos. Recibieron la instrucción el Procurador General de la Ciudad, Gabriel María Astarloa, y el letrado apoderado del Gobierno de la Ciudad, Rubén Daniel González, quienes solicitaron la “urgente” medida cautelar preventiva de inhibición general de bienes de la unión transitoria de empresas que administra las tragamonedas del Hipódromo, la fuente de ingresos más fuerte de López.
La jugada tuvo éxito: el 13 de junio de este año el titular del juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad N° 5, Martín Converset, resolvió “conceder la medida cautelar solicitada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y, en consecuencia, decretar la inhibición general de bienes respecto a Hipódromo Argentino de Palermo SA – Casino Club SA – Unión Transitoria de Empresas (UTE)”.
Por otra parte, en el Gobierno porteño ven con buenos ojos la posibilidad de que Carrió compita dentro de Cambiemos para renovar su banca por la Ciudad y desista de competir en la provincia. Esto complicaría las posibilidades de que el embajador argentino ante Estados Unidos, Martín Lousteau, que quiere competir y reflotar el frente ECO para hacer oposición en el distrito, aunque no definió si se anotará para 2017. Por las dudas, el larretismo muestra las cartas y le abre espacio a Carrió, incluso cuando la posibilidad de la formación de Cambiemos en Capital Federal parece lejana.
Santilli es otro interesado en que Lilita se acerque a Larreta y le gustaría que tome cuerpo la candidatura de la chaqueña. En el PRO sugirieron su nombre como cabeza de la nómina de diputados nacionales por la Ciudad para el año próximo, pero “el Colo” encontró un aliado que sepultó esa posibilidad. Como en 2015, Jaime Durán Barba apareció para insistir con que se mantenga “pegado a Horacio” porque “lo humaniza”, tal cual le explicó a Macri hace un año para que acepte la fórmula que luego triunfó en el ballotage del 19 de julio.
El parlamentario del Mercosur y director de YPF citó a la chaqueña y al alcalde a cenar en su casa de Palermo para “acercar posiciones” y olvidar viejas rencillas, que alcanzaron pico máximo durante la interna PRO por la Jefatura de Gobierno y la sucesión de Macri, cuando líder de la Coalición Cívica apoyó indirectamente a Gabriela Michetti. “Donde vean un rulo, voten; donde vean una pelada, no voten”, soltó y abrió un mar de interpretaciones, incluso dentro de su partido, ya que varias figuras apostaban por una interna grande entre el macrismo, el radicalismo y los espacios que se agruparon bajo UNEN en 2013, posibilidad que naufragó en poco tiempo.
Desde luego que fue un respaldo a Lousteau, el candidato que representó a Energía Ciudadana Organizada (ECO), el frente del que la CC formó parte durante la campaña electoral y luego abandonó en diciembre de 2015, con los comicios ya resueltos. No obstante, a esa indirecta le siguieron otras críticas directas de Carrió hacia Larreta, como cuando lo acusó de forjar un pacto con el Frente para la Victoria para complicar a ECO.
“Rodríguez Larreta quiere que salga segundo (Mariano) Recalde, ¡qué extraño! ¿Tiene un acuerdo con el kirchnerismo? Sería bueno que lo aclare”, azuzó desde su cuenta de Twitter en la mañana del 2 de julio de 2015. Fue tal la polvareda que levantó, que horas después, en su cierre de campaña de cara las elecciones generales debió defenderse. “¿Alguien puede pensar a esta altura que puedo tener acuerdos con el kirchnerismo? No tiene asidero, la verdad prefiero no responderle a la doctora Carrió”, respondió el entonces jefe de Gabinete, con Macri a su derecha y en una especie de acto de apoyo que el PRO organizó en el Parque Centenario para arropar a su candidato por la gobernación.
Por otra parte, como informó el diario Perfil, Carrió posó su mirada sobre el ministro de Modernización, Innovación y Tecnología de Larreta. Anoticiada del pasado de Andrés “Andy” Freire como director de IRSA, pidió que se abstenga de participar de cualquier medida de gobierna que pueda involucrar a la desarrolladora que preside Eduardo Sergio Elsztain.
“Hay un conflicto de intereses. Pedimos que se cumpla con el artículo once de la ley de Ética Pública para que se excuse de tener injerencia en cualquier acto administrativo donde esté IRSA, ya que baje su órbita tiene la Dirección de Concesiones”, explicó a Letra P el auditor porteño de la Coalición Cívica, Facundo Del Gaiso, el encargado de seguir los movimientos del ministro emprendedor. Según el dirigente del partido de Carrió, Freire debería “delegar la firma en el algún caso potencial de conflicto de intereses”. “Entonces, tendría que firmar el jefe de Gabinete, Felipe Miguel”, completó.