El Gobierno de Mauricio Macri intervino la concesión de la autopista Ezeiza-Cañuelas, operada por una empresa del empresario kirchnerista Cristóbal López, por presuntos "incumplimientos de obligaciones" con el Estado nacional. El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, detalló una serie de irregularidades que beneficiaron económicamente al ex aliado del pasado Gobierno.
En el marco del proceso que se inició al empresario patagónico por defraudación al fisco tras la denuncia de la AFIP, Dietrich detalló que AECSA “incumplió muchas obligaciones y especialmente no estaba pagando los recursos de asignación específica (RAE) que deben transferirse a Vialidad Nacional, lo que significa unos $ 250 millones que, más intereses, lleva a $ 400 millones, lo que no se pagó".
En diálogo con radio Mitre, el funcionario explicó que la concesión anterior no había tenido un ajuste tarifario desde 2001, y recién cuando la compró Cristobal López “se aumentó un 75 por ciento de la tarifa y, con el OCCOVI, que regula las concesiones viales, se acordó ampliar en 10 años la concesión y un montón de beneficios". "Lo que acordó el OCCOVI hizo que la empresa de Cristóbal López valiera $ 5.000 millones y ellos compraron en $ 50 millones", señaló agregó Dietrich, quien agregó que como vialidad nunca validó esta renegociación, se evitó "que se produzca esta generación de ganancia a partir de la connivencia con el Estado".
Por otra parte, según informa La Nación, Cristóbal colocó a su petrolera Oil Combustibles a un paso de la convocatoria de acreedores al ordenar a los bancos con los que opera que no le debiten más el dinero requerido para hacer frente a las cuotas mensuales de los planes de pago que acordó con la AFIP. Así, ya no devolverá los $ 8000 millones que adeuda en impuestos.
Esto se enmarca en una serie de maniobras irregulares que le están investigando al empresario, como la retención de 8 mil millones de pesos en impuestos a través de aquella petrolera.
Según aquel medio, voceros del Grupo Indalo indicaron que consultarían a López y a Fabián De Sousa -su socio allí-, y que ambos empresarios les dijeron durante los últimos días a sus allegados que se sentían víctimas de una "persecución política".