El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, está convencido de que no es momento para que sus ministros levanten el perfil y les pidió que guarden silencio hasta que acumulen experiencia y “fogueo” para acercarse a hablar con los medios de comunicación.
En el gabinete local creen que se trata de una orden con aroma a deseo. La hipótesis es que Larreta quiere acaparar toda la atención mediática y sólo da lugar a su vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, a quien llevó este miércoles a recorrer las obras de la nueva terminal de ómnibus Dellepiane.
Bajo esta lógica, el titular del Ejecutivo concentra toda la comunicación con los medios y responde ante cualquier inconveniente que ocurra dentro de los límites del distrito que administra. La única cara visible que se muestra es la del ex jefe de Gabinete, mientras que los ministros deben guardar silencio y esperar su turno.
El jefe de Gobierno entiende que a sus ministros y secretarios –la mayoría de su riñón y que escalaron en el PRO gracias a él- les conviene permanecer en el anonimato hasta que “crezcan”. No se trata de una metáfora sobre la edad de sus funcionarios, sino un análisis de la experiencia con los medios que tienen los miembros del gabinete porteño.
Si bien la mayoría formaron parte del gobierno de Mauricio Macri –ya sea como segundas o terceras líneas- y conocen al dedillo la gestión y el funcionamiento de la Ciudad de Buenos Aires, en el larretismo creen que les falta “fogueo”.
Además, en paralelo con la estrategia de comunicación del Gobierno nacional, en la Jefatura de Parque Patricios no quieren fallas de coordinación comunicacional entre Larreta y su equipo y mucho menos funcionarios que levanten el perfil. “Ahora todo gira alrededor de Horacio”, explican en el PRO.
Por esa razón, Darío Lopérfido (Cultura) y Andrés Freire (Modernización) quedaron en el ojo de la tormenta esta semana. El primero lanzó declaraciones polémicas sobre el número de desaparecidos durante la última dictadura en el país y hasta el propio Rodríguez Larreta lo desautorizó.
El caso de “Andy” Freire es distinto pero también le valió un llamado de atención en las oficinas de la administración porteña. Desde el entorno del jefe de Gobierno le hicieron saber que no consideraban “apropiadas” sus apariciones en los medios y le reclamaron que baje el perfil.
“Está todos los días en la televisión”, rezongan en Parque Patricios. En rigor, Freire es un experto emprendedor (preside la Fundación Argentina Emprendedora) que dejó maravillados a Macri y a Marcos Peña, que avalaron su desembarco en el PRO. Antes de sumarse al equipo de Larreta tenía mucha presencia en los medios de comunicación (Fm Metro y Canal Telefé) y, una vez en funciones, lógicamente la mantuvo, pero en el Gobierno porteño no cae bien esta situación.
Por otra parte, el jefe de Gobierno da lugar en los medios a un puñado de legisladores y funcionarios porteños que le responden y tienen más experiencia frente a las cámaras.
De todas formas, en el gabinete se quejan del cepo que les impuso Larreta. “Horacio no tiene voceros. No se puede creer”, se quejó el titular de una cartera porteña.