Sin tener en claro cuál es “exactamente” su aporte en el Gobierno aunque cuenta con un despacho en Casa Rosada, el gurú espiritual de Mauricio Macri, el filósofo Alejandro Rozitchner, dedujo que su contribución es inyectarle “informalidad” a la gestión PRO. Así, en una entrevista concedida al diario La Nación, se definió con una formación “muy rockera y muy marihuanera”, al tiempo que, en clave apologética, aseguró: "La marihuana a muchos nos aportó muchísimo” y se incluyó en el grupo de gente a la que les “copa” el mareo provocado por el alcohol. En tanto, comentó que el presidente “probó y no le interesó” la marihuana, “algo que le pasa a mucha gente”, también con la embriaguez.
“Algunos no se enganchan con el mareo, a otros nos copa. Yo respeto mucho las especificidades de cada uno”, espetó. Sin embargo, el perfil OpenMind esgrimido por el gurú con despacho se agrietó de intolerancia al filtrar su rechazo a “la simbología inútil” de la “política tradicional”. Al respecto, consideró: “Desarrollar un país no es acudir a la historia, al pueblo, sino ayudar a la gente a vivir”.
Y ahondó: “La idea de pueblo es un concepto fascista que se usa porque sirve para amuchar a un montón de sujetos en un conjunto políticamente manipulable y para despersonalizar a todo el mundo. A mí me gusta más la idea de personas, de gente, que aunque es una palabra que puede parecer más blanda, me resulta más adecuada porque respeta la individualidad”.
“Este gobierno hizo un cambio muy fuerte respecto de los gobiernos anteriores. Se relaciona de otra manera, usa otras palabras, tiene otras ideas, plantea otras relaciones humanas. Es más acorde al mundo actual, menos tenso, más colaborativo”, ponderó para trazar diferencias con la retórica kirchnerista.
Inmediatamente después de refutar la terminología simbólica tradicional, Alejandro Rozitchner criticó a los empresarios aferrándose al concepto de Patria. Así, afirmó que “el sector que más lo irrita” a Macri “es el sector empresario”. Y analizó: “Supongo que le conoce los vicios y él esperaba que fuesen más patriotas apostando más al crecimiento en vez de centrarse en la idea de ganar más plata a cualquier precio. Hay que aclarar que no todo empresario es así”.
Al reconocer que “fue un año muy duro en términos de llegar a fin de mes” y que “la situación no es buena”, el gurú espiritual del presidente se amarró al argumento de la pesada herencia: “Hay gente que la viene pasando mal desde hace mucho y este año la pasó un poco peor. Pero la mayor parte de la ciudadanía, arriba de un 60%, apoya a Macri, quiere decir que entiende que esta situación no fue generada por este Gobierno”.