Este lunes los intendentes que integran la llamada “Mesa de Lobos”, el espacio que se creó en representación de los más de 50 jefes comunales del peronismo se reunió en el Hotel NH City de la ciudad de Buenos Aires para definir cuál será la posición que tendrán, como opositores, sobre el Presupuesto 2017. El punto de negociación se da en el endeudamiento a donde -paradójicamente- los intendentes que son considerados más dialoguistas se muestran abroquelados en achicar el pedido de deuda del gobierno provincial estimado en un total de 93 mil millones de pesos. Vidal necesita siete votos que deberá sacar del peronismo. En Cambiemos descontaban que ese acompañamiento lo iban a aportar legisladores con llegada Grupo Esmeralda. Pero para sorpresa del Ejecutivo, el intendente de Lomas de Zamora y creador del espacio Esmeralda, Martín Insaurralde fue uno de los más críticos en la reunión de este martes.
Uno de los jefes comunales que estuvo presente en el encuentro le contó a Letra P que “Martín –Insaurralde- dijo que hay que hablar con todos los legisladores para ir a la votación con un criterio uniforme”. Este martes, Insaurralde planteó frente a los demás presentes (Verónica Magario, La Matanza; Gabriel Katopodis, San Martín; Alberto Descalzo, Ituzaingó; Julio Pereyra, Florencio Varela; Eduardo Bucca, Bolívar; Juan De Jesús, La Costa; Hugo Corvatta, Saavedra y Leonardo Nardini, Malvinas Argentinas) que el endeudamiento que pide la Provincia es muy grande, que se debe ser más claro en qué se usará y que además –al igual que otros intendentes- no están contemplados los fondos de giro directo a los municipios para Seguridad e Infraestructura, tal como ocurrió el año pasado.
En Cambiemos la semana pasada ya daban por descontado el acompañamiento necesario del peronismo. De hecho hicieron correr la versión que arreglarían con Grupo Esmeralda a cambio de la Defensoría del Pueblo, y que ese sector de intendentes peronistas influenciaría en algunos diputados para darle a Vidal la autorización de deuda.
Pero este martes y frente a sus pares, Insaurralde cambió la estrategia. Los intendentes coincidieron en que necesitan fondos y que a eso se puede llegar a través en la unidad, pese a que algunos mantienen diálogos paralelos con el oficialismo. Los más optimistas creen que de unir a los tres bloques, Vidal no tendrá otra alternativa que incluirlos en la negociación. El peronismo aún está dolido porque Cambiemos optó por el Frente Renovador como socio de gobernabilidad pese que la lista de Sergio Massa salió tercero en las últimas elecciones. Y encima Vidal ya le dio muchos lugares de poder -y caja- al massismo.
Como contó este medio, el peronismo busca como primera instancia la Defensoría del Pueblo y tener la vicepresidencia de la Cámara de Diputados. El lugar legislativo ya está casi descartado. Salvo que esté por demás acorralado, el Ejecutivo entregará la vicepresidencia de la Cámara baja bonaerense al Frente Renovador y se quedará con la conducción del cuerpo. Todo indicaba entonces que al peronismo le tocaría la Defensoría del Pueblo. Pero algo pasó en el medio.
Los intendentes quieren fondos. No solo los del peronismo, también los del Frente Renovador y hasta los radicales se animaron siendo gobierno a plegarse, tímidamente, a ese reclamo. Para los jefes comunales del peronismo es clave que haya un fondo similar al del año pasado. En aquel momento fue de 10 mil millones de pesos divididos en 7 mil millones para Infraestructura y 3 mil millones para Seguridad.
Este miércoles una comitiva de intendentes empezará a reunirse, primero con los senadores y luego con diputados. Llegarán a La Plata para bajarles el mensaje de la unidad; más como una necesidad estratégica dentro la negociación presupuestaria que como una instancia política en sí.