Cambiemos

Se impone el video emotivo en la comunicación PRO

Vidal es la cara más taquillera de un formato tomado de cumpleaños y casamientos. La jefa de la JPro también hace escuela. El tono Heidi versus el “modelo de ajuste”. El massismo, en esa línea.

La gobernadora María Eugenia Vidal saluda a los platenses por el 134 aniversario de la fundación de la capital bonaerense. Les dice que en estos meses como jefa del Ejecutivo provincial y en los dos años anteriores, en los que trajinó los 135 distritos de la Provincia en campaña por la Gobernación, pudo “aprender a querer” a la ciudad. Y enumera los íconos locales: menciona la “Ciudad de los Niños” (se refiere a la República de los Niños), el Teatro Argentino, la Universidad y… “sus tomates” (el cinturón frutihortícola de La Plata es uno de los principales productores del clásico tomate redondo). La mandataria despliega todo su repertorio gestual: ladea la cabeza o la mueve de un lado al otro y lleva su mirada hasta el límite mismo del punto de quiebre. Casi podría decirse que sus ojos se humedecen.

 

 

Estilo selfie. Rostros en primerísimo plano. Factura casera. Gestos de ternura. Tono Heidi. El relato PRO explota el formato video emotivo para una comunicación sencilla pero evidentemente, en virtud del éxito electoral del año pasado y de la alta imagen positiva de la gobernadora, rendidora. Es una herramienta pensada para redes sociales, que son las plataformas con las que los cerebros del oficialismo aseguran que consiguen saltar el dique de los medios tradicionales en su relación con el público y hacerla más directa -este concepto es relativo, porque la comunicación no deja de ser virtual- y, en esa línea de razonamiento, más intimista.

 

(Como en cualquier otro orden, nada es blanco ni negro. Los exponentes más poderosos de la industria de la información, con el Grupo Clarín a la cabeza, son aliados fundamentales del proyecto político que administra la Nación, la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Corrientes y Jujuy. No obstante, la pasión por las redes generó algún ruido incluso en esa relación cuando el presidente Mauricio Macri jugó al Snapchat con Marcelo Tinelli, en aquel cambio de caras en la quinta de Olivos, y socializó ese material. Se sabe: a los grandes medios no les gusta el socialismo informativo. Y, en esa oportunidad, Clarín reaccionó con una columna titulada "La política vía Snapchat". Ese texto, escrito por el periodista senior Miguel Wiñazki, empezaba asi: "La política vía Snapchat es la continuación del 'arte de la negociación' por medios adolescentes". Y terminaba asi: "¿Es el fin de la política? ¿O es el nuevo escenario de la política, en la que las diferencias se resuelven trastocando los relatos, encendiendo la camarita de un Smartphone que lo dice todo, sin enunciar oralmente casi nada?".)

 

El modelo que se consolida en el sistema de comunicación PRO es tomado de los videos -también caseros, también lacrimógenos, también rebosantes de ternura en los testimonios y felicidad en las imágenes; también apuntados a excitar los nervios de la emotividad de los destinatarios- que se les dedican a los cumpleañeros -de cifras redondas, en general, y a las quinceañeras- y a los novios en sus fiestas de casamiento.

 

Vidal marca la línea y hace escuela. Por ejemplo, tiene en la diputada provincial Verónica Barbieri, jefa de la juventud macrista en la Provincia (la JPro), a la mejor discípula. En estas piezas, para Barbieri, Vidal es Mariu.

 

 

 

 

El terreno del video emotivo también está siendo explorado por el Frente Renovador, aliado de Cambiemos en la Provincia y, con matices, a nivel nacional. En esa línea se inscribe el spot que elaboró la agrupación juvenil Sumar para el aniversario de La Plata, en el que ofrecen sus buenos augurios a los platenses el economista Daniel Arroyo, el concejal José Arteaga, el dirigente sub 40 Juan Carlos Sainttote, el diputado provincial Juan Amondarain y, en el cierre, la funcionaria municipal de Tigre Malena Galmarini.

 

 

 

El candor de todas estas piezas de apariencia casera que elabora el frente gobernante -y replica el FR- busca, acaso, edulcorar una realidad que se presenta no tan amable, según viene señalando, incluso, el economista estrella del massismo, Roberto Lavagna, que ha identificado al modelo económico “de ajuste” vigente desde el 10 de diciembre de 2015 con el que aplicó la dictadura cívico militar a partir del golpe del 24 de marzo de 1976 y con el que rigió en la Argentina de Menem y Cavallo en los noventas, década epicentro de los regímenes neoliberales en el mundo.

 

La ternura contrasta, también, con la postura del macrismo frente a las demandas de los sectores más golpeados: el veto de Macri a la ley antidespidos y la resistencia a darle luz verde a la Emergencia Social en el Congreso pese a la demanda de un frente inédito que reunió, por primera vez, a la CGT unificada, a las dos CTA, a las organizaciones sociales y hasta a las agrupaciones políticas de la izquierda trotskista (“Están gobernando para los ricos”, dijo este domingo Carlos Acuña, uno de los tres secretarios generales de la principal central obrera). Todo, en un contexto de pérdida de 120 mil empleos registrados y –se estima- otros tantos en la economía informal, inflación récord, caída del poder adquisitivo del salario –en consecuencia, del consumo-, parálisis de la actividad productiva y escalada de los índices de pobreza e indigencia.

 

Cuestión de percepciones, debe ser: este domingo, el Presidente le dijo a (justamente) Clarín que, pese a todo, los argentinos "no pueden ocultar la alegría".

 

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