Mar del Plata: duró seis meses el funcionario que era nexo entre Arroyo y el PRO
Se trata Agustín Cinto, un larretista que había sido sugerido por la cúpula amarilla para afinar la coordinación de la comuna con la Nación y la Provincia.
Una nueva baja se produce en el gabinete del polémico intendente marplatense Carlos Arroyo. Se trata de Agustín Cinto, quien, más allá del cargo formal de secretario de Coordinación de Gestión y Modernización, había arribado seis meses atrás a la ciudad balnearia con el objetivo específico de afinar la sintonía entre el mandamás municipal, referente de la vecinalista Agrupación Atlántica (que integra Cambiemos), y los estamentos superiores administrados por el PRO.
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Larretista con currículum en el sector privado, Cinto arribó al Municipio de General Pueyrredón a finales de abril de este año con la venia del vidalismo y en medio de permanentes conflictos con los empleados municipales que se extienden hasta estos días y que vienen tensionando cada vez más la relación entre la comuna y la Provincia.
La llegada de un PRO puro desde Capital Federal vista por algunos sectores del oficialismo municipal como una “intervención” enviada desde esferas superiores para tomar parte de las riendas de manejo local, algo que provocó chispazos en el seno del gabinete del jefe comunal melancólico de los años de plomo.
Bajo este escenario, seis meses después de su arribo, Cinto pegó el portazo con una protocolar carta de despedida: “Vengo a presentar mi renuncia con la convicción profesional y la satisfacción personal de que el camino que iniciamos al comienzo de la gestión está definitivamente consolidado. Quiero agradecerle muy especialmente la oportunidad que me dio de ser parte de su gabinete. Sepa usted que me siento honrado de haber contribuido a sentar las bases para el crecimiento y el desarrollo de General Pueyrredon”, señaló en la misiva dirigida a Carlos Arroyo.
El ya ex secretario de Coordinación de Gestión y Modernización volvió a la Ciudad de Buenos Aires y se espera que se reincorpore al gabinete larretista. En tanto, Arroyo no deja de sumar bajas en su estructura municipal y alimentar tensiones en la convivencia con el socio PRO.
