La entrevista del domingo

"La Justicia está en deuda en la lucha contra la violencia en el fútbol"

En diálogo con Letra P, el titular del Aprevide, Juan Manuel Lugones, pide más compromiso de jueces y fiscales para meter presos a los barras. Además, denuncia que se encontró un organismo "podrido".

En su despacho de calle 3, en La Plata, el titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), Juan Manuel Lugones, le muestra orgulloso a Letra P los cuadros que decoran las paredes: Raúl Alfonsín, Ernesto Sábato, Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal, además de la tapa de su libro “Barrabravas Para Todos”, en donde acusa al kirchnerismo de haber sido cómplice de los violentos en las canchas argentinas. “El trapo de Kirchner lo llevaba la barra de Boca, para que entendamos un poco lo que sucedió en los últimos 12 años”, dispara mientras posa para las fotos.

 

“Me hubiese gustado ser un 9 goleador, pero bueno, estoy en esto”, comenta el abogado que nació en Mataderos, proveniente de una familia muy humilde de Entre Ríos. En el año 2005 trabajaba en el ministerio del Interior y se tuvo que ir cuando denunció que Aníbal Fernández había contratado a parte de la barra de River. “Me apretaron y terminé procesado”, recuerda quien a partir de ese momento comenzó a tener contacto y a trabajar con los familiares de las víctimas de la violencia en el fútbol.

 

“Este organismo recaudaba para los malos policías”, reprocha una y otra vez, y culpa de eso al ex gobernador Daniel Scioli y su secretario de Deportes, Alejandro Rodríguez. Asegura que la gobernadora bonaerense y su ministro de Seguridad tienen la decisión política de terminar con las barras y pide a gritos una mano de la Justicia, porque para él es evidente que hay fiscales y jueces que están más comprometidos que otros, siguiendo la tónica del discurso de Cambiemos en territorio bonaerense.

 

- El tema de la inseguridad vuelve a ser el primer reclamo de gran parte de la sociedad, sobre todo en la provincia de Buenos Aires ¿cómo está funcionando el Aprevide en este marco?

 

- La verdad es que nosotros nos sentimos dentro de lo que es la lucha de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, contra las mafias. Para nosotros, la barrabrava es un grupo mafioso y nos sentimos abocados a combatirlos. Hay un fenómeno nuevo: cada vez más gente se pasa del delito a una tribuna de fútbol, entonces las barrabravas son grupos cada vez más conflictivos, más cercanos a lo que es una banda delictiva que a un grupo que va a alentar a una cancha. Entonces nos sentimos muy comprometidos con la lucha de la gobernadora contra las mafias y nos sentimos parte del andamiaje que ella tiene para luchar contra el delito en la provincia.

 

- ¿Cuál es la diferencia con la anterior gestión?

 

- El año pasado no se las combatía. Nosotros pasamos de mandarlos al Mundial de Brasil a dejarlos fuera de la cancha en la provincia de Buenos Aires. Hoy está pasando algo inédito en la provincia: creo que no hay memoria de cuatro jefes de barras con prohibición de concurrencia. Hoy en día tenemos a Bebote Álvarez –jefe de la barra de Independiente-, al Volador Camilleri –jefe de la barra de Gimnasia-, al Negro Fiorucci Daniel Paz –jefe de la barra de Tigre-, y a Miguel Ángel Tuñinali –jefe de la barra de Banfield- con prohibición de concurrencia a las canchas. Es decir, pasamos de un gobierno que protegía a los barras y los mandaba a los mundiales de Brasil y Sudáfrica, a una gestión que los combate y los saca de la cancha. Por supuesto que es recién el comienzo, pero en estos nueve meses la gestión de Ritondo ha hecho mucho más que lo que hizo cualquier otro ministro de Seguridad en la provincia. Y no lo digo al pasar, lo digo totalmente convencido, porque cada una de las decisiones que tomamos en materia de seguridad deportiva lo estamos haciendo con el aval del ministro.

 

- La gestión arrancó con un cachetazo muy fuerte, como fue la triple fuga, y a partir de ahí endurecieron el discurso de la lucha contra las mafias ¿cómo se traduce concretamente esa frase en lo que están haciendo ustedes?

 

- En lo que es la materia nuestra, una de las cosas que más nos enorgullece es la lucha contra los sectores malos de la policía que trabajaban en esta materia. En la provincia, el Aprevide era un organismo que estaba podrido; era un organismo extorsivo y recaudador: se había convertido más que en un organismo de prevención de violencia en el deporte, en un organismo para recaudar para los malos policías.

 

"En la provincia, el Aprevide era un organismo que estaba podrido; era un organismo extorsivo y recaudador: se había convertido más que en un organismo de prevención de violencia en el deporte, en un organismo para recaudar para los malos policías".

Lo que tuvimos que hacer fue limpiar el vaso por dentro: los policías que nos acompañan ahora son policías que nosotros hemos elegido. Sacamos de este lugar a los malos policías. ¿Cómo funcionaba el Aprevide? Si había un partido que se tenía que jugar un martes, lo ponían el sábado pero te cobraba; si había un barra que no podía ir a la cancha o una barra sin entradas, iba el Aprevide por el costado y les cobraba. Esto lo podés conversar con los dirigentes del ascenso: para habilitar una cancha tenía un precio. Esto estaba podrido, había que darlo vuelta todo como una media y empezar de nuevo. Y en ese empezar de nuevo, una de las tareas que más nos enorgullece, y que si hoy me tuviera que ir del Aprevide diría “colaboré en esto y fue muy bueno”, es el tema del manejo del pago de los Polad. La gobernadora y el ministro están trabajando para quebrar todas las cajas negras de la policía. En lo que es el fútbol, el sistema Polad era un sistema en el cual la policía que va a la cancha lo hace como policía adicional; bueno, nosotros teníamos el reclamo histórico de los clubes en relación a que el número de policías que iban eran menos que los que se pagaban. Entonces, por indicación del ministro comenzamos a trabajar en conjunto con la auditoría de Asuntos Internos ese tema.

 

Fuimos primero a la cancha de Racing, había 600 efectivos convocados y fueron 300: le devolvimos 200 mil pesos al club, que eran destinados a la policía. En Independiente, una situación similar, en el resto de las canchas también, la misma situación. Por ejemplo, el año pasado se jugaron 215 partidos de Primera A, le devolvieron a los clubes algo así como 600 mil pesos. En seis partidos, nosotros les devolvimos 700 mil pesos. A Chacarita le dieron cero pesos: cero pesos significa que hubo asistencia perfecta de todos los policías; y acá estuvo sentado el presidente de Chacarita, al que le pregunté por qué no hicieron ningún reclamo, y me dijo que si hacían un reclamo era peor. Nosotros, al primer partido que fuimos a Chacarita, les devolvimos 33 mil pesos, por policías que no fueron a trabajar.

 

Vos me mencionabas el tema de la triple fuga. Cuando pasó eso, nos pidieron información de la barra de Quilmes, ya que se decía que estaban comprometidos con todo ese andamiaje, en donde también estaba metida la política de Quilmes. Allí nos encontramos con que el Aprevide no tenía ninguna información sobre barras en la provincia de Buenos Aires. Eso parecía un cuento de terror: un organismo que previene la violencia en el deporte y en el fútbol específicamente, no tenga un rostro, un nombre o una dirección de un barrabrava, realmente es porque se hizo a propósito el trabajo de eliminar todo. Nosotros entonces estamos reconstruyendo la base del Aprevide. Como te decía, la barra se nutre más de delincuentes, entonces si nosotros conocemos quiénes son los barras, de qué trabajan, cómo están integradas, podemos ser más útiles en la investigación del delito en la provincia de Buenos Aires.

 

- ¿Todos los dirigentes colaboran?

 

- Mirá, cuando yo comencé con esta tarea –yo hace mucho que trabajo en temas vinculados con combatir la violencia en el fútbol- yo entendía que los dirigentes de fútbol eran los mayores responsables de esto. Pero ahora, transcurrido el tiempo, el trabajo y la experiencia me doy cuenta que la mayoría de los dirigentes están apretados por los barras. Hay algunos que son funcionales a los barras, pero la mayoría de los dirigentes tienen presión y dirigen a sus clubes con el cuchillo en el cuello. Y más aún los clubes que no tienen tanta exposición; esos clubes están casi tomados. “Si ustedes necesitan nuestra ayuda, nosotros somos el Estado, vamos juntos y peleemos contra los barras”, les dijimos nosotros, y la mayoría no se anima; ni nos dan los nombres, a pesar de prometerles anonimato. También están los otros, que coquetean y juegan con la barra: “si ustedes quieren ser amigos de los barras, nosotros los vamos a tratar a ustedes como barras”, les dijimos. Y a nosotros nos sirve mucho el apoyo del ministro, porque no nos acondicionó en nada para trabajar. Estos cuatro jefes de barra están afuera de las canchas y Ritondo no nos ha preguntado de qué origen político vienen, ni nada. Si son barras, el ministro los saca de las canchas, y eso nos da el respaldo para poder hacer lo que estamos haciendo, que nos parece mucho. La provincia de Buenos Aires tiene el 70% del fútbol del país; son 64 ligas, 400 partidos de liga por fin de semana, y la gobernadora me dio pocas instrucciones pero precisas: “tenés que hacer todo para que la familia vuelva a la cancha; tenés que abrir la cancha y no cerrarla; que no sea territorio de barras; que no nos gane la mafia”. Pensamos en el público con visitantes y hoy es la provincia en donde se juega con visitantes; nos pusimos al hombro la Copa Argentina, hicimos los torneos de verano. Creemos que estamos en camino.

 

- Ritondo volvió a cuestionar el rol de la Justicia y pidió más compromiso a jueces y fiscales ¿cómo ve este panorama?

 

- La Justicia está en deuda en lo que es la lucha contra la violencia en el fútbol. Sería injusto si no dijese que hay fiscales que son muy valientes. Tenemos el caso de la doctora Viviana Giorgi, en Lomas de Zamora, cuando hubo gravísimos incidentes con la barra de Talleres de Remedios de Escalada, que quemaron un patrullero y rompieron todo. Llegó la fiscal y dijo: “a mí particularmente no me interesa el fútbol, realmente me importa poco, pero me importa lo que ha pasado en este lugar, los vecinos, el miedo; y esto no lo vamos a dejar así”. Esa misma noche se ordenaron allanamientos y hasta el día de hoy toda la barra de Talleres está detenida. Antes de ayer metieron preso al que quemó el patrullero; la Cámara confirmó la prisión preventiva de los barras. Es decir que cuando la Justicia quiere –como el fiscal Ichazo en Berazategui-, o el otro día la fiscal Cáceres de la UFI descentralizada 3 de Avellaneda, que metimos presos a los barras de Racing que tiraron los tiros el otro día, y cuando los fiscales quieren y se ponen a la altura, la cosa funciona mejor.

 

Hoy en día tenemos a Bebote Álvarez –jefe de la barra de Independiente-, al Volador Camilleri –jefe de la barra de Gimnasia-, al Negro Fiorucci Daniel Paz –jefe de la barra de Tigre-, y a Miguel Ángel Tuñinali –jefe de la barra de Banfield- con prohibición de concurrencia a las canchas.

El otro día le prohibimos la concurrencia a Pablo Álvarez, el barra de Independiente, y le pedimos a la Justicia una medida cautelar para que el barra vaya dos horas antes del partido a la comisaría y se vaya dos horas después. La concedieron. La pueden contar como sea, pero el barra va dos horas antes a la comisaría y se va dos horas después. Esa misma medida la pedimos en La Plata contra el Volador Camilleri y la Justicia correccional platense nos dijo que no.

 

- ¿Por qué?

 

- Porque dijeron que no estaban dadas las condiciones. Y nosotros hicimos saber en nuestro escrito que había otros jueces que lo habían hecho. Y nos dijeron que no. Entonces, depende del juzgado, depende de las ganas y voluntad que tengan de ponerse en los hombros esta lucha. Porque con los mismos elementos que tiene un juez correccional en Avellaneda, parece que en La Plata es distinto.

 

- ¿Cómo es la relación de ustedes con las fuerzas federales?

 

- Nosotros trabajamos junto con el Consejo Federal de Seguridad en Espectáculos Deportivos, cuyo presidente es el licenciado Guillermo Madero. Nosotros tenemos reuniones de todos los responsables de esta área de cada provincia, y hablamos temas que son afines a todos nosotros. Son muy buenas. Cada distrito tiene su propia problemática. Tenemos que adaptarnos a lo que tenemos, porque cuando escuchamos soluciones en otras partes del mundo, es muy distinto: en el estadio del Real Madrid, por ejemplo, ven desde los sistemas de control que en la fila 8, asiento 994, que pertenece al señor José Rodríguez, está sentada otra persona. Bueno, yo salgo y me encuentro con que tengo que dar seguridad en la cancha de San Telmo, de Dock Sud, en Sansinena en Bahía Blanca, en Juventud Unida de Otamendi en Miramar y así. Es otra cosa. Lo que es fuerzas federales, tuvimos oportunidad de actuar en conjunto por ejemplo en los torneos de verano, cuando coordinamos el traslado de las hinchadas.

 

- ¿Hay cortocircuitos entre Ritondo y Patricia Bullrich?

 

- Cuando nos han pedido colaboración se la hemos dado y viceversa. Trabajamos en conjunto. A mí eso no me consta.

 

- ¿Por qué en otras provincias no vuelven los visitantes?

 

- Es una cuestión de decisión política. Nosotros desde el Aprevide todas las decisiones las tomamos con el respaldo de Ritondo y Vidal. Es una decisión política. Nosotros, cuando no teníamos ni idea que íbamos a tener un cargo en el Estado, lo que reclamábamos era precisamente eso, decisión política. A mí me parece que el meollo de la cuestión es focalizarse en la lucha contra las mafias. Y para luchar contra las mafias, nosotros como Estado ponemos nuestra parte, pero necesitamos a la Justicia; por eso fue buena la pregunta anterior: en una parte mínima, necesitamos el acompañamiento de los dirigentes de fútbol –yo decía el otro día que sin ellos no puedo hacer nada porque yo no puedo consensuar en abstracto, lo tengo que hacer con ellos, que son los organizadores-, pero lo que necesitamos es una decisión política de todos los poderes del Estado. A mí me preguntan si sirve pedir documentos, por ejemplo, y yo digo que todo lo que sea para que haya menos violencia en un estadio, sirve, pero el problema es la barra, es el sector delictivo, ese es el problema que hay que atacar.

 

- El secretario de Deportes de Daniel Scioli, Alejandro Rodríguez, insistió mucho en la última parte de su gestión con el proyecto de ley para tipificar el delito de barrabrava, que duerme en el Congreso ¿cuál es su opinión acerca de esa idea?

 

- El proyecto de Rodríguez quedó tan viejo como el Aprevide que él dirigía. El Aprevide que ellos dirigían era pro barra. La ley pudo haber sido buena, creo que se empantanó por quién venía y desde dónde venía. Ahora hay un proyecto nuevo que presentó la gente del ministerio de Seguridad de la Nación, que ya está caminando en el Congreso, para tipificar algunas figuras. Lo que sí es cierto es que deberíamos tener entre todos la decisión de aplicar más el Código Penal, mientras esperamos los nuevos proyectos de ley. A veces los barras parecen tener un extracto jurídico muy diferente a todos nosotros. Por ejemplo, imaginemos que a ustedes, en la puerta de la redacción los esperan diez tipos que les dicen “o nos dan parte del sueldo o los vamos a matar a todos”; bueno, ustedes van a ir a la Justicia a denunciarlos, un fiscal va a decir que eso es una coacción agravada y si lo terminan probando, esos tipos van presos. Si se para un grupo de barras en la puerta de un vestuario y dicen “o nos dan para viajar o cobran todos”, cuando llevan esa denuncia a la Justicia, la Justicia dice “no, pero, dónde, cómo, cuándo…”, y se termina diluyendo todo. Entonces, si pudiésemos tomar la decisión de aplicar el Código Penal, sería un comienzo, y luego nuevas leyes. Nosotros les estamos prohibiendo a algunos barras ir a la cancha con una ley provincial, que es la 11.929, es decir, para que yo aplique esa ley tiene que estar mi decisión política y la del ministro; y eso está. Esta misma ley la tenía Rodríguez cuando manejaba el Aprevide, y los barras iban al Mundial de Sudáfrica y al de Brasil.

 

- Usted fue muy crítico del kirchnerismo en relación a la complicidad con los violentos en el fútbol ¿hay alguna denuncia formal contra algún ex funcionario o legislador al respecto?

 

- A ver… lo primero que yo les dije a los policías que estaban antes acá en el Aprevide, que son los que mencionan tan seguido Ritondo y Vidal cuando dicen que “no hay que manchar el uniforme”, fue que yo vengo luchando y poniéndole el pecho a esto desde hace mucho tiempo, y les empecé a nombrar las cosas que hemos hecho: desde el año 2005, la primera denuncia contra Aníbal Fernández por la causa Southern Winds la hice yo junto con el abogado Osvaldo Sidoli; denunciamos a Cristina Kirchner, a Daniel Scioli, a Alejandro Granados y a Roberto Laino –el que estaba en este mismo lugar- (a estos últimos tres, por una cosa vergonzosa, cuando pactaron con las barras de River y Boca un “verano feliz” en los torneos de verano), el Estado no puede pactar con los barras; denunciamos también en su momento a Juan Manuel Abal Medina por la cuestión del Fútbol Para Todos; a Jorge Capitanich por el acuerdo que hizo con las barras de River y Boca para llevarlos a la provincia del Chaco en un partido jugado en la cancha de Sarmiento de Resistencia; a Aníbal Fernández por los barras de River que tenía trabajando en el Ministerio del Interior. En fin, hicimos un montón de denuncias en su momento. También marcamos en su momento cuestiones que tenían que ver con el PRO, y realmente eso valora mucho el llamado de Ritondo y Vidal, porque sabiendo que yo no era alguien del partido de ellos, me convocaron porque entendieron que podía hacer algo por la seguridad en la provincia.

 

- ¿Cúales fueron esas denuncias que involucraron al PRO?

 

- Nosotros siempre denunciamos a la barra de Boca, a la de River… no tuvimos ningún problema en hacerlo, vengan de donde vengan. Son barras.

 

- Usted viene del GEN de Margarita Stolbizer ¿habla seguido con ella? ¿Qué le dice?

 

- Soy de origen radical, fui militante del radicalismo en mi juventud, en su momento cuando La Alianza se desvió con Cavallo y López Murphy nosotros nos fuimos del radicalismo. Luego milité en el partido de Margarita Stolbizer y ahora estamos en la función pública. Sí, con ella hablé no hace mucho. Ella valora mucho el trabajo de la gobernadora, la respeta mucho, piensa que es alguien que tiene todas las posibilidades para tener éxito en la gestión provincial, y me apoya en lo que nosotros hacemos realmente. Sabe que estamos haciendo una gestión limpia y transparente. Mirá, te digo algo, si nosotros estuviésemos desviados, con todas las cajas que estamos pateando y todos los intereses que estamos tocando, ya nos estarían mostrando los Papers

 

- ¿Cuál fue su reacción cuando Ricardo Casal y Daniel Scioli prohibieron la concurrencia del público visitante?

 

- Va cambiando el asunto. Matan a Marcelo Cejas en la puerta de la cancha de Chicago en el año 2007; bueno, tiene que ser una medida transitoria para el ascenso hasta que se acomoden las cosas. Hay momentos en que tienen que haber medidas transitorias, y las medidas transitorias se definen por sí mismas, no pueden ser definitivas. Pero ahora, cuando les preguntamos a los dirigentes si quieren de vuelta a los visitantes, la mayoría de las veces nos dicen que no. Nosotros tenemos el criterio de respetar al organizador y qué es lo que quiere hacer.

 

- Si toda la vida hubo visitantes ¿por qué los dirigentes ahora no quieren?

 

- Se han acostumbrado. A veces hacen los números y dicen “si vamos a jugar con este equipo que no trae gente, no queremos visitantes; si tenemos que viajar a Bahía Blanca significa que tengo que pagar el transporte y las entradas a la barra”, entonces se ponen de acuerdo local y visitante y lo hacen solamente con el local. Nosotros estamos respetando eso. Hay otros dirigentes, como Nicolás Russo –Lanús- que nos han dicho “nosotros estamos siempre dispuestos a recibir público visitante”. Tenemos estadios que son ideales, como el Estadio Único. Semana a semana vamos preguntando.

 

- ¿Recibió amenazas en lo que va de su gestión al frente del Aprevide?

 

Sí. Me ha pasado de todo: me han tirado balazos, me han roto el auto, me han mandado mensajes por teléfono, me han mandado mensajes acá. Yo se lo he comentado al ministro, estamos aquí porque tenemos el coraje para hacerlo. Muchas veces no lo damos a conocer porque para la familia es peor, yo tengo tres hijos y realmente uno cuando piensa en las amenazas piensa en la familia. Si no tuviésemos el temple para bancar las amenazas nos dedicaríamos a otra cosa. En la cancha se me han plantado y me han dicho que me van a matar; son amenazas para que dejemos de trabajar, pero no lo van a lograr.

 

- ¿Se le cruzó por la cabeza renunciar?

 

- No, la verdad que no. Está dentro de las reglas de juego; nosotros peleamos contra delincuentes, y los delincuentes no tienen códigos y muchas veces están jugados. No obstante eso, creemos que alguien lo tiene que hacer, y nosotros nos preparamos para hacerlo ahora. Tocamos intereses de los malos policías, y todo el éxito que tenemos en el Aprevide es porque hay buenos policías que trabajan con nosotros. Los malos se lamentan porque cortamos con la caja del Polad.

 

- ¿Cómo está la relación con la AFA?

 

- No tenemos relación. Cuando llegamos nos entrevistamos con Luis Segura, Chiqui Tapia, que son quienes estaban al frente, pero después nunca nos convocó Armando Pérez y no hemos tenido diálogo todavía.

 

- Gobierno tras gobierno, todos los funcionarios dicen que trabajan contra la violencia en el fútbol y por la vuelta de la familia a la cancha, pero la cosa no cambia ¿por qué sí habría que creerles ahora?

 

- Hay que ver si antes alguien había prohibido la concurrencia de cuatro jefes de barras, como lo hicimos nosotros este año… El objetivo es que vuelva la familia a la cancha. No tendría razón de ser una Agencia de Prevención de la Violencia en Espectáculos Deportivos si no fuese pensando en la gente. Y ese regreso de la familia va en paralelo con la lucha que tenemos contra los sectores mafiosos.

 

BIO. Juan Manuel Lugones es abogado. En su juventud militó en el radicalismo, al que abandonó en la época de La Alianza para pasar a trabajar luego junto a Margarita Stolbizer, en el GEN. A partir de 2005, tras denunciar a barras de River en el Ministerio del Interior de Aníbal Fernández, comenzó a reunirse con familiares de víctimas de la violencia en el fútbol. Miembro de la ONG "Fútbol en Paz en Argentina", escribió el libro Barrabravas para Todos para denunciar la complicidad del kirchnerismo con esta problemática y desde diciembre de 2015 encabeza el Aprevide, de la mano de María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo.
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