Una de las dos listas que presentará UNA en las PASO del próximo 9 de agosto en la ciudad de Mar del Plata está encabezada por Lucas Fiorini, el precandidato de Sergio Massa. Actualmente es vicepresidente primero del Concejo Deliberante de General Pueyrredón, además de titular de la Comisión de Turismo.
En más de una ocasión fue duramente cuestionado por sus pares en el recinto, ya que su figura está vinculada a la última dictadura militar. En mayo de este año, por ejemplo, tuvo que ocupar el estrado presidencial del Concejo para presidir una sesión, y desde el radicalismo lo atacaron, argumentando “la falta de autoridad de aquellos que han acompañado con su presencia en algunos actos en los cuales, claramente, se reivindicaba el terrorismo de Estado y la dictadura militar”.
“Este bloque jamás avalaría la designación de alguien que ha participado en la presentación de libros que reivindican el concepto de ‘otra verdad’ respecto a la última dictadura militar o que coincide con la denominación de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo como ‘Las locas de Plaza de Mayo", le achacaron.
Fiorini es el referente de la Agrupación Crear en aquella ciudad balnearia. Tiene una relación muy estrecha con Nicolás Márquez: el periodista, abogado y escritor que publicó, entre otros, los libros “La mentira oficial - El setentismo como política de Estado”, “El canalla, la verdadera historia del Che”, y "Perón, el fetiche de las masas", en donde describe al fallecido ex presidente como un "fascista tardío".
"Perón tenía una simpatía muy especial por el fascismo; una influencia incluso ideológica, pero, claro, en un contexto tardío ya que llegó a la presidencia en 1946, cuando el fascismo estaba en retirada y el mundo giraba hacia el otro lado", dijo después en entrevistas a los medios, agregando que "él (Perón) venía detrás de los hechos. Hay muchos mitos: se habla, por ejemplo, del Perón sabio, componedor, en la última etapa de su vida, pero en los setenta primero fogoneó a las guerrillas y luego fogoneó o creó a la Triple A".
Escribió muchos artículos en donde reivindica el accionar de la junta militar y describe el clima social como una guerra. "A 39 años del legendario 24 de marzo de 1976, hoy les contemos una breve historia extraída de mi libro La Mentira Oficial, acerca de cuál fue la verdadera naturaleza de aquel episodio que hoy la propaganda oficial no sólo ha distorsionado descaradamente sino que dicha fecha ha sido convertida por el régimen en un insólito feriado recreativo para disfrute del progresismo turístico vernáculo", comenzó una nota firmada por él en La Prensa Popular.
Massa presenta de esta manera en Mar del Plata un candidato que tiene vínculos cercanos con personas que sistemáticamente se encargan de hacer apología de la dictadura, y que incluso critican duramente al Papa Francisco -quien nunca recibió al tigrense-. Hace poco, en ocasión del encuentro entre el presidente boliviano Evo Morales y el Papa, y el obsequio que el primero le hizo al segundo, Nicolás Márquez escribió: "Muchos sostienen que la ´obra de arte´ regalada (consistente en el símbolo comunista de la hoz y el martillo dentro de la cual se halla crucificado Nuestro Señor Jesucristo) simboliza una suerte de ´unión´ entre el cristianismo y el marxismo, o lo que sería todavía peor, dicho ´adorno´ podría interpretarse lisa y llanamente como la representación del Hijo de Dios asesinado precisamente por el enemigo comunista".
"Como quiera que sea, el Padre Jorge suele con acierto solicitarle con insistencia a sus semejantes que ´recen por él´, sana recomendación que todos deberíamos acudir y satisfacer con frecuencia. Por ende, todo indica que habrá que rezar para que el peticionante se convierta", agregó..
De esta forma no es descabellado citar un fragmento del libro de Diego Genoud, "Massa, la biografía no autorizada", en donde cuenta que Bergoglio llama al tigrense como el "falso profeta". "Así lo define en privado ante políticos argentinos, de distinto signo, que lo visitan en el Palacio San Pedro", comenta el periodista, relatando que "Massa asumió como jefe de Gabinete y se encolumnó rápido en una misión que, vista desde hoy, resulta vana, casi pueril: neutralizar a Bergoglio. Empequeñecerlo hasta la intrascendencia. Aunque se haya alejado de los roces de la coyuntura argentina, Francisco aún lo tiene presente".
Por su parte, a poco más de una semana para las PASO, el marplatense Lucas Fiorini intenta levantar su imagen, mientras las encuestas lo ubican muy lejos de los primeros puestos, detrás del actual intendente Gustavo Pulti y los precandidatos de Cambiemos, Carlos Arroyo y Vilma Baragiola.