Mientras buena parte del oficialismo de esa provincia continúa saboreando los beneficios de los pactos con un sector del partido, la Unión Cívica Radical (UCR) anunció en la convención de Darwin que irá con candidatos propios a las elecciones provinciales y provocó una nueva división en su armado territorial.
Por un lado, Horacio Massaccesi y por el otro, el sector del ex vicegobernador Bautista Mendioroz, quien volvió a plantear un acuerdo con Magdalena Odarda. Al igual que en los últimos tiempos, la reunión dividió en dos al partido que se debilita por las rencillas que lo fracturaron hasta en las votaciones más importantes en la Legislatura provincial, territorio propenso a exponer los problemas que existen puertas adentro.
Desde hace tiempo, Mendioroz trabaja casi a la par con la Senadora nacional quien en diálogo con Letra P no le había cerrado la puerta a ninguna de las líneas radicales pero las autoridades del partido terminaron de sepultar esa idea. “No cerramos la puerta”, decía Odarda sobre una alianza con todos los sectores morados. Pero la postura de cada sector reeditó los problemas de un partido repleto de incógnitas.
“Siempre fue y sigue siendo nuestra propuesta la conformar un frente progresista. Muchos radicales estamos convencidos, y la Convención lo demostró por abrumadora mayoría, que no queremos dividir a la oposición para hacerle el caldo gordo al kirchnerismo de Weretilneck o Pichetto”, advirtió Mendioroz en un anticipo de ruptura inminente que tiene justificación.
Desde que el gobernador Alberto Weretilneck reconoció su pertenencia al massismo debió sostenerse en algunos dirigentes radicales ante las constantes embestidas del FpV, que a pesar de su dura interna logró rodearlo en los municipios más importantes. Con toda su experiencia, Miguel Ángel Pichetto comenzó a cerrar filas en el Partido Justicialista (PJ) para ahogar a su ex aliado.
Fue entonces que Weretilneck encontró en Massaccesi un socio temporal que por su llegada en los municipios con intendentes radicales le posibilitó buena predisposición en medio de la batalla con el kirchnerismo. “Seguiremos trabajando en ese sentido, convocando a todos los radicales e independientes que crean que es posible una alternativa de gobierno distinta y mejor”, insistió el titular del bloque radical, quien no pudo sobreponerse ante la estrategia del denominado saizmo.
A contramano de lo que se planteó en Gualeguaychú, donde se avanzó hacia una alianza con el PRO de Mauricio Macri y la Coalición Cívica de Elisa Carrió, que tiene representación directa en Odarda a nivel provincial, se decidió ir solo con la estructura tradicional de la UCR. El problema es que, como lo reconocen algunos militantes, después de la derrota en manos de Carlos Soria el partido todavía no pudo aggiornarse a los tiempos que corren.
Hábil, el ex gobernador Miguel Saiz pregonó la independencia electoral y por un exiguo margen logró su objetivo porque la propuesta de ir con el armado frentista no alcanzó los dos tercios del total de convencionales. De esa forma, con la salida de Mendioroz, Massaccesi tiene otro foco de incendio que controlar por la presión de ese sector.
El intendente de Viedma, José Luis Foulkes, también sabe que necesita de la estrategia clara (tiene un acuerdo con Odarda a nivel local) para sostenerse ante la amenaza de Juan Manuel Pichetto, quien se juega todo –igual que su padre– en la elección municipal más importante por el anticipo de lo que será una batalla simbólica en la previa del 14 de junio. “No puedo dejar de reconocer que puede haber un escenario de alta dispersión”, dijo el jefe comunal como publica el portal Noticias Net.
La realidad marca que a nivel provincial se manejan, en un principio, dos nombres para meterse en la pelea con Weretilneck, Pichetto y Odarda. Según algunos indicios de lo que dejó la Convención, Massaccesi analiza presentarse al igual que César Barbeito (del saizmo) para ver cómo se sale de un colapso que comenzó en 2011.