La tranquilidad que busca impregnar Sergio Urribarri en su tierra no termina de cuajar puertas adentro por la oficialización de otra candidatura en el Frente para la Victoria, que suma una nueva arista a la compleja tarea de allanar el camino para la sucesión. Convencido de que puede tener injerencia en los departamentos, Juan José Bahillo organizó un lanzamiento en el club Racing de su ciudad, Gualeguaychú, en el que demostró toda su impronta K.
En un estadio colmado, se envalentonó con imágenes de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y Urribarri con leyendas a favor de ambos, pero no escatimó elogios en el Gobernador porque “puede ser el elegido de Cristina”.
“Urribarri ha sido el mejor del 83 a la fecha. Y habría que revisar antes, porque no recuerdo una gestión provincial así. Políticas activas en Infraestructura, Educación y Salud son el eje”, dijo Bahillo, quien abre otro escenario en la interna justicialista. Esta decisión, que estaba en carpeta pero no tenía un acto oficial, marca la disputa constante que había anticipado Letra P, en la que diferentes actores de peso intervienen.
Desde que se reafirmó la idea de participar en las PASO luego de las señales que envió el senador nacional Pedro Guastavino, un viejo amigo de Néstor Kirchner con mucha influencia en el distrito, no se frenó la intención de gobernar Entre Ríos hasta 2019.
“Hoy Gualeguaychú tiene esto para mostrar: el PJ unido y comprometido. Demostramos capacidad de gestión en estos 8 años de trabajo”, insistió Bahillo.
En la previa del acto que se realizó en el inicio del fin de semana, se encargó de recordar los logros de sus años al frente del ejecutivo local. La obra pública también fue lo que resaltó por las redes sociales antes del evento, algo que puede observarse, de igual forma, en la web oficial del Municipio.
Pero el problema surge alrededor del resto de los dirigentes que demostraron la espalda suficiente para ser los candidatos de Urribarri. El ministro de Gobierno, Adán “Beto” Bahl, mantiene esa fluidez con los intendentes al igual que el titular de la Liga Justicialista, Gustavo Bordet, que en Concordia sabe manejar el caudal necesario para continuar la senda política que comenzó en 2003, a la que se sumó el Pato en 2007.
“Sabemos que es un distrito importante. Está bien que salga a jugar ahora”, le dijo a Letra P un alto dirigente del urribarrismo, aunque la interna –según insisten desde el círculo íntimo del presidenciable– se terminará de resolver entre Bordet y Bahl.