A pesar de que José Manuel de la Sota sostiene que está en un proyecto político diferente al de Daniel Scioli, dirigentes de su riñón se mostraron juntos en una cumbre organizada por el ministro Oscar Cuartango y el Grupo Descartes, en una charla para hablar de justicialismo.
Sin olvidar que De la Sota suspendió su campaña por las trágicas inundaciones que azotaron a Córdoba, envió a un dirigente sindical de peso a encontrarse con el funcionario de su amigo en el marco de un ciclo que tiene como objetivo principal promover la candidatura del gobernador bonaerense.
El enviado fue José Pihen. Legislador y secretario General del Sindicato de Empleados Públicos de Córdoba (SEP), cargo que le posibilitó manejar la CGT regional Córdoba, tuvo un papel protagónico en la jornada; ese sayo fue la clave, además del nexo político, de hablar junto al Ministro sobre el Cordobazo y el aniversario del triunfo de Héctor Cámpora.
Es así que la buena relación personal, y política, entre los gobernadores justicialistas vuelve a expresarse en el encuentro de dirigentes para reconocer el trabajo del PJ en la vida institucional, pero el dato que celebra el sciolismo es la buena predisposición de Pihen a fotografiarse con la leyenda Scioli 2015.
A finales del 2013, con la herida por la derrota a manos de Sergio Massa, se realizó una importante cumbre en la capital provincial donde ambos se mostraron sonrientes y cerraron acuerdos turísticos para beneficiar el proceso interno en cada una de las provincias. “Con Daniel intercambiamos experiencias, nos hablamos permanentemente. Es bueno que podamos aprovechar eso”, comentaba De la Sota por aquellos días.
Pero ahora, más allá de las especulaciones, los escenarios cambiaron. Por la trágica creciente de ríos el gallego recibió el apoyo incondicional de la Casa Rosada, al igual que el gesto solidario del sciolismo. “Toda mi solidaridad con las familias de Córdoba, del Valle de Punilla y Sierras Chicas ante el sufrimiento y el dolor que causó este violento temporal”, dijo Scioli, que no cambia la línea y deja abierta una puerta con un político de peso no afín al Frente para la Victoria.