Apenas 20 minutos duró el primer encuentro entre el presidente electo Mauricio Macri y la mandataria nacional Cristina Fernández de Kirchner, realizada el pasado miércoles, en horas de la tarde, en la quinta de Olivos.
Si bien el vencedor del ballotage había anticipado que su objetivo era ahondar temas de índole económica, una vez finalizada la reunión, en una breve y desorganizada conferencia de prensa montada en la entrada de la residencia presidencial, reveló que la única cuestión abordada fue la ceremonia del traspaso de mando.
Más tarde, en declaraciones televisivas, Maci conjeturó que la reunión, donde no hubo posibilidad de una foto histórica, “no valió la pena”, ya que la actual jefa de Estado se remitió solamente a felicitarlo y aventurarle sin precisiones ni nombres propios, que habrá un ministro para encarar el traspaso.
Por su parte, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández fue el encargado de sentar posición y transmitir la evaluación del kirchnerismo sobre la reunión. En su habitual conferencia matinal, apuntó contra Macri, a quien acusó de carecer de “vocación de transición, porque su intención fue hacer un showcete televisivo”.
“Nosotros queremos aportar datos, pero sin este gesto de chiquilines", añadió.
En tanto, comentó que convocó al futuro ministro coordinador Marcos Peña, quien “pidió que el encuentro sea público”, por lo que contrapuso: "No estoy citándolo en un bar en Pompeya, sino en mi despacho”.