En su carrera por suceder a Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta tiene la aspiración de que la legisladora porteña Graciela Ocaña lo acompañe en su fórmula y sea su vicejefa de Gobierno pero, como ésta todavía no se decidió, dialoga con otras dos posibles candidatas a secundarlo.
Según pudo saber Letra P, el jefe de Gabinete porteño estaría analizando la posibilidad de armar una fórmula para la Jefatura de Gobierno que incluya a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley o a la diputada nacional del PRO Laura Alonso.
Teniendo en cuenta la máxima del macrismo que dice que todas las fórmulas deben estar conformadas por un candidato masculino y otro femenino y la idea de engrosar la “tercera vía”, Rodríguez Larreta pensó en dos mujeres que son bien del PRO, como Alonso y Stanley.
La ministra responde a la actual vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, mientras que Laura Alonso es parte del puñado de legisladores que responden al presidente de Boca y principal operador judicial de Macri, Daniel Angelici.
“La prioridad de Horacio es sumar a Ocaña”, advirtieron a Letra P desde el Gabinete porteño. Pero, la ex ministra de Salud del kirchnerismo aún no decide si sumarse al macrismo, al massismo, forjar un acuerdo con UNEN o, incluso, acercarse al sciolismo, aunque en su entorno rechazan esa posibilidad.
Rodríguez Larreta sabe que Ocaña es una dirigente que tracciona votos por sí sola y así lo demostró en la última elección en la Ciudad de Buenos Aires, donde se presentó con boleta corta y consiguió dos bancas en la Legislatura porteña: una para ella y otra para su compañera de Confianza Pública Cristina García.
Además, si bien Stanley y Alonso son reconocidas en la Ciudad de Buenos Aires, la figura de Ocaña es de relevancia en la política nacional dado su paso por el Ministerio de Salud de la Nación y su trabajo en el Congreso de la Nación.
“No descartamos nada porque sabemos que el PRO tiene grandes posibilidades de ganar la Ciudad de Buenos Aires”, confesaron desde el entorno de Ocaña a Letra P. Aunque sus asesores afirman no “descartar esa opción” advierten que la ex ministra nacional “tampoco se va a pintar de amarillo”. En ese sentido, explicaron que “lo mejor sería armar un tipo de acuerdo o un frente electoral” porque “Graciela no es ni macrista ni massista”.
No obstante, en el Larretismo confían en que Ocaña aceptará el ofrecimiento y se anotará como su vice Jefa porque “ya está haciendo los deberes en la Legislatura”. En las últimas sesiones del Parlamento porteño, la diputada de Confianza Pública acompañó varias iniciativas impulsadas por el macrismo que eran resistidas ferozmente por el resto de la oposición.
O… la más buscada
Graciela Ocaña es una dirigente política que mide mucho en la Ciudad de Buenos Aires y ha alcanzado un gran resultado en las últimas elecciones a legisladores porteños a pesar de haberse presentado con boleta corta.
Las constantes denuncias de “la hormiguita” y su trabajo en determinadas áreas que muchos dirigentes desconocen o prefieren no meterse seducen a varios sectores que se sacan los ojos por incluirla en su armado porteño.
UNEN, el PRO y el Frente Renovador se han acercado a Ocaña y la ex ministra todavía no respondió a ninguno de los tres espacios y, por lo bajo, le confiesa a sus allegados que quiere seguir fortaleciendo Confianza Pública, el partido que fundó e integra junto al ex legislador macrista y vocal del sindicato de juegos de azar, Daniel Amoroso.
Según revelaron a Letra P, Ocaña recibió un llamado del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, pero en el entorno de la ex ministra admiten que “está alejada del sciolismo”.
“Ella no quiere sumarse al kirchnerismo. Y sabemos que Scioli hoy es el kirchnerismo y no va a dar el salto nunca”, contaron a Letra P. Así las cosas, Ocaña continúa en diálogo con UNEN, el macrismo y el massismo pero ya le cerró la puerta al sciolismo.