Las idas y vueltas entre la Ola Naranja y el PRO son una constante que marcan el termómetro político nacional, a poco más de un año para las PASO. Esta vez, María Eugenia Vidal junto a Eduardo Aparicio protagonizaron el cruce entre sectores que se muestran como los principales competidores en territorio bonaerense.
En primer término, María Eugenia Vidal, hoy en plena campaña para gobernar la Provincia, criticó diversas políticas sociales de la gestión que encabeza Daniel Scioli, quien en los últimos días se mostró en Capital Federal.
“Me gustaría que el gobierno de Scioli me dijera en qué villa de la provincia está todo eso”, había planteado la funcionaria porteña.
Ante eso, Aparicio no dudó en protagonizar la respuesta a los planteos de los dirigentes capitalinos, quienes buscan instalarse en los municipios más populares para llegar con fuerza al 2015.
“No paseamos la Provincia, la conocemos desde hace tiempo y en cada acción la transformamos. No llamamos por teléfono al azar a la gente para conocer sus inquietudes, vamos y trabajamos cerca de los vecinos resolviendo los problemas”, así se refirió el ministro de Desarrollo Social a la agenda electoral del Jefe de gobierno porteño. “Los logros se visualizan en los indicadores de urbanización, del acceso al asfalto, al agua potable y cloacas que iniciamos la gestión con alrededor del 40 por ciento y hoy alcanza al 80 por ciento, también una fuerte inversión en salud”.
En esa línea, Aparicio remarcó la actividad de su Ministerio para repeler la problemática en los distritos más complejos.
“Un trabajo integral de las problemáticas de vulnerabilidad social, desde el Ministerio también mejoramos el hábitat, junto al gobierno nacional, abordamos los barrios sin ningún tipo de urbanización y brindamos el acceso a los servicios”, finalizó.
El expresidente mantiene la incertidumbre sobre su futuro político y una eventual candidatura. El mensaje a JxC: "Aprendan a competir".
El exministro de Economía defendió el acuerdo que negoció con el Fondo. Como un dejo de ironía, celebró el apoyo político a Massa de todo el arco del FdT.