“Quiero agradecer el apoyo a la lucha contra el colonialismo que se da aquí en nuestras Islas Malvinas e instar una vez más al Reino Unido para que cumpla las tantísimas resoluciones de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y cuanto organismo universal y global hay por el mundo”, remarcó la mandataria.
Lo hizo en su discurso en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se realiza en la capital cubana, donde además la mandataria aprovechó para mantener reuniones bilaterales con su par de Uruguay, José Mujica, y luego con el de Venezuela, Nicolás Maduro.
Como lo viene haciendo ante cada foro internacional al que asiste, la mandataria insistió con su pedido de “desmilitarización del Atlántico sur”, consideró que la región no lo puede “permitir” y volvió a calificar al archipiélago como uno de “los últimos vestigios que queda de colonialismo”.
Por su parte, su par cubano, Raúl Castro, expresó su solidaridad con la Argentina y reclamó al Reino Unido que acepte el diálogo y la negociación por la soberanía de las Islas Malvinas.
En su discurso de bienvenida, Castro, en ejercicio de la presidencia pre témpore de la CELAC, rechazó todo intento de explotación de los recursos naturales de las Islas Malvinas, incluido subsuelo, y llamó al Reino Unido a que “acepte el diálogo” con la Casa Rosada.
“Hacemos un llamado al Reino Unido para que acepte el diálogo y la negociación como ha solicitado el gobierno argentino”, afirmó Castro en su mensaje, que tuvo también fuertes críticas a Estados Unidos y un minuto de silencio por el fallecido ex presidente venezolano Hugo Chávez.
Asimismo, Cristina manifestó la necesidad de que la CELAC bregue por la “integración” de la región, e incluso manifestó su apoyo a una moción para que este foro conforme una comisión de trabajo dedicada exclusivamente a este tema, que había planteado otro jefe de Estado en la reunión previa que mantuvieron a puertas cerradas los presidentes de los 33 países que conforman el bloque.
La Presidenta destacó que “la integración no solo debe ser un tema de agenda, sino una política de estado en cada uno de los países” que integran la CELAC, y sugirió que una comisión dedicada al tema podría ser más eficaz que las cancillerías de las distintas naciones, ya que estas carteras deben ocuparse también de varias otras cuestiones ligadas a la diplomacia.
“Como región nos conviene utilizar ese poder que tenemos como mercado de 600 millones de habitantes, pero además logrando que nuestras materia primas tengan valor agregado, lo que llamo industrializar la ruralidad”, exhortó ante sus pares.
A su vez, dijo que la Argentina es el país que “más se desendeudó sin recurrir al mercado de capitales”, y aclaró que eso sucedió “no porque neguemos al mercado de capitales sino porque desde aquel default de 2001 ese mercado nos estaba vedado”.
El plenario de los jefes de Estado, que lo pusieron en marcha el secretario general de la ONU, Ban-ki-moon, y la brasileña, Dilma Rousseff, se realizó con una importante demora debido a que la reunión previa de los presidentes a puertas cerradas se extendió varias horas más de lo previsto a raíz de la falta de acuerdo entre los mandatarios para la declaración final, informó la agenda internacional AFP.
Al cierre de la primera jornada de debate, los mandatarios tenían previsto acudir al Palacio de la Revolución para tomarse la foto oficial del encuentro y asistir a una cena, aunque no se descartaba que la presidenta Kirchner anticipara su regreso a Buenos Aires.
Como invitados especiales asistieron a la cumbre del bloque de las Américas -que excluye a Canadá y Estados Unidos- el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, en la primera visita de un titular de la OEA a la isla en medio siglo.