Trascurridas las primeras semanas de enero el tipo de cambio oficial ya tocó los $8. Un 23% más respecto al cierre del 2013. En enero la depreciación del peso acumula 22,7%, la más alta desde marzo de 2002. En este escenario, varias voces de la política y la economía salieron a pedir desde el desdoblamiento del mercado cambiario, el fin del denominado cepo y sincerar la inflación.
El ex vicepresidente del BCRA y del BNA, Felipe Murolo, consideró que la disparada que vivió ayer la cotización del dólar oficial y que volvió a repetirse hoy “sería peor sin cepo” y criticó las “contradicciones del relato en las que las trabas cambiarias conviven con el libre juego de la oferta y la demanda”.
“Si no hubiera cepo sería peor. El mercado financiero sería abastecido por el BCRA, el cepo modera las consecuencias”, sostuvo Murolo.
En declaraciones a Letra P, el economista del Pro y diputado Federico Sturzenegger consideró que “la economía viene acumulando un problema y el Gobierno llegó a la conclusión de que la situación ya no era sostenible. Es muy positivo que se haya dado cuenta de esto y haya decidido devaluar”. Y agregó que “ahora sólo falta que elimine el cepo cambiario y que se ocupe de la inflación”.
Por su lado, el ex viceministro de Economía Jorge Todesca consideró que el Gobierno “debería empezar una liberación parcial del mercado cambiario, con un desdoblamiento para no dar un salto al vacío”. Según el economista, la fuerte suba del dólar oficial y el blue “impacta mal en el bolsillo de la gente” y a la vez provoca “una perspectiva de pérdidas peligrosa de las reservas”.
Y Ricardo Alfonsín, al ser consultado sobre la devaluación del peso, consideró que “no es pertinente preguntarse si la devaluación es o no correcta. En rigor, no es sino una consecuencia de la persistente actitud del oficialismo, negatoria de la realidad, entre otras cosas de la inflación real”.
“Cuando la realidad se niega, tarde o temprano, la realidad pasa la factura. El problema es que la pagamos todos. Más que el gobierno, como ocurrió con el fin de la convertibilidad, es la realidad la que manda”, dijo.